Amor ya me voy al trabajo.
_Haz lo que quieras, no se para que sigues en ese trabajo de cuarta que no te pagan lo suficiente.
Adela ya te he eicho varias veces que solo tenemos seis meses en este país y no nos podemos dar el lujo de dejarlo.
¿Como vamos a sobrevivir? Si tu no quieres ayudarme a trabajar.
_ ya te dije que no voy a ser una simple mesonera, no pienso servirle a nadie ni aguantar humillaciones.
Adela, basta por favor! Te he dicho que no te expreses así, ningún trabajo denigra a las personas siempre que trabajes honradamente.
_pues ya te dije que yo nací para ser una reina por eso me casé contigo pensando que me tendrías como una, como tú sabes que siempre e vivido pero ya llevo que no sirves para nada.
Steven y Adela era un matrimonio de cuatro años, tras la situación del país habían tenido que migrar a otro país para empezar desde cero. Vendieron todos sus bienes en Venezuela y decidieron probar suerte en otro país.
Si era cierto que en su país se daban una buena vida pero la situación economía del país tuvieron que cambiar el estilo de vida que tenían y eso para Adela había sido un cambio terrible, ya que ella siempre aspiraba a tener más.
Tras mucho discutir y no llegar a ningún acuerdo Steven salió a trabajar como todos los días.
Trabajaba como ayudante de mecánica, si bien era cierto que en Venezuela había estudiado Ingeniería Aumotriz en los EE.UU no tenía nada que lo avalara y por eso tenía que trabajar duro, ya que su sueño era poder validar sus papeles para poder ejercer lo que le apasionaba y poder darle a su esposa la vida de reina que su esposa se merecía.
El estaba profundamente enamorado de su esposa, por eso le aguantaba todos sus reproches y humillaciónes. Se casó con la mujer perfecta pues eso era lo que él pensaba.
_Oye Steven- ¿Que pasa?
¿Porque vienes así, tan cabizbajo?
Lo siento Mateo, no me pasa nada.
¿No me digas que discutiste otra vez con la loca de tu mujer?
Más respeto Mateo, recuerda que es mi esposa.
_ Si, yo se que es ti esposa pero es una esposa que no te valora.
Mateo era un amigo que también era venezolano y se había conocido durante el viaje cuando estaban en la ruta para llegar a los EE.UU, era un largo viaje donde tuvieron que pasar un río peligroso llamado el Darién, un río que lamentablemente muchos habían perdido la vida tratando de pasar y los que lo lograron con éxito les quedaban un mal recuerdo.
Mateo y Steven se hicieron amigo en ese viaje y como Mateo tenía familiares trabajando en ese país el ya tenía donde llegar y donde trabajar a diferencia de el que no conocía a nadie.
Como Mateo en el poco tiempo que tuvo conviviendo con Steven le pareció un buen muchacho atento, cordial y con muchas ganas de salir adelante, le dijo que en lo que logrará entrar a trabajar abogaria por el para conseguirle un empleo, gesto que Steven agradeció.
Y así fue que luego de un mes y medio de haber entrado a laborar Mateo logró lo que le había prometido a Steven conseguirle un empleo.
A partir de ese momento su amistad fue creciendo poco a poco.
_ Ya te he dicho Meteo, que Adela no es mala mujer es solo que no está acostumbrada a esa vida en Venezuela vivíamos cómodamente y sin contar que sus padres la tenían mimada, pero yo te aseguro que es cuestión de tiempo para que ella se adapte.
Steven quiera Dios que sea cierto porque de lo contrario tendrás muchos problemas con ella. Tras ese comentario el se había quedado pensativo ...
Esta va ser una historia corta pero la escribiré con mucho amor no soy una experta pero espero de corazón que le guste.
Editado: 09.11.2024