Esta vez me decidí no quedarme sentado sin hacer nada y hacer algo, por lo cual decidí ver que era lo que no podía llegar a ver, esa pieza faltante. Me senté en el sofá, agarré mi bolígrafo y empecé a notar en la hoja todo lo que me estaba sucediendo desde el primer día hasta ahora.
Llevaba rato escribiendo y pensando, hasta que recibí una llamada telefónica, mire mi celular y vi quien me estaba llamando. Era mi madre, rechacé la llamada, pero después de un rato seguía llamando me una y otra vez, aunque le rechazaba muchas veces ella me seguía llamando, suspiré con fastidio y respondí.
—¿Por qué me estás llamando tanto? —dije con un tono cortante y frío.
—Quería disculparme por culparte de algo que no hiciste—sonaba triste y arrepentida.
—¿Disculpas? ¿Ahora te estas dando cuenta? —dije alzando un poco la voz—Ando ocupado, no me vuelvas a llamar.
Dije eso y colgué la llamada antes de que pudiera decir algo más, lancé mi teléfono aún lado de mí y seguí lo que estaba haciendo antes de que me llamara, seguía sin poder ver algo claramente, pero había algo que conectaba con una y la otra…El accidente de Lidia es igual a lo que me pasó a mí antes de volver a la vida, el de Adam fue cuando me tropecé y casi caigo del puente. Pero nada conecta con lo de mi hermano.
Lo que si sé es que cada cosa está conectado con una línea y solo hace falta algo para que todo esto esté completo, para que haya una razón por todo esto pero ¿Qué es? Llevo así desde unos capítulos atrás, pero tengo ese presentimiento de que algo malo pasará, sin embargo no sé que exactamente que es aquello que siento en mi interior. Algo en mi mente me decía que tenía que ir ahora a dónde esta mi madre, se que no podré salir a estas horas de la noche pero necesito saber que es esto que siento en mi interior.
Me levanté y me fui corriendo un poco, me tomo 15 minutos en llegar a la casa de mi madre, al mirar hacia arriba veía mucho humo en el cielo…Mi corazón empezó a acelerar como nunca y me acerqué, mis ojos se abrieron de tan solo ver que la casa se estaba ardiendo en llamas. Mis ojos se llenaron de lágrimas y me caí arrodillado en el piso mientras me agarraba fuertemente el pecho.
—¡¿Por qué?!—grité de dolor mientras las lágrimas caían como gotas de lluvia sobre mis mejillas.
Ahora me quedé sin familia….Me quedé sin nada alrededor, aquello que me dio la vida y me crío, esa persona al cual admiraba, se fué y yo que le hablé de una forma tan horrible que ahora me siento más culpable ahora, que ni un “te amo” podía decirle…Soy un idiota que siempre me lo digo sin parar, siempre termino pagando mi propio karma aunque no hice.Siento que este es mi peor castigo que te he podido tener hasta ahora… Perdí todo lo que tenía y más a mi madre que ahora es un ángel más en el cielo, un dulce ángel que brillará junto a las hermosas estrellas de la misma forma que brilló en este mundo sin rumbo.