No puedo olvidar la seria expresión dolida de Cristóbal cuando nos encontramos en el bosque. Su cabello despeinado, y sus ojos oscuros perdidos en ojeras que delataban un estado de confusión y cansancio. Por un momento creí que su rostro reflejaba una exagerada preocupación, con sus ojos bien abiertos. Se acercó en silencio sin mirarnos examinó a Vanessa recogiéndola del suelo. Quería perseguirlo, preguntarle en donde había estado, por qué se aparecía en ese estado, y si fue él quien atacó a esa mujer casi llevándola a la muerte, pero no fue el momento, él estaba extraño más allá de lo que pudiera entender.
Con Víctor caminamos en silencio a un par de metros más atrás. ¿Qué ha sucedido? Sigo confundida sin entender por qué las cosas se han dado de esa manera. Espero que Cristóbal pueda aclarar todo, aunque al parecer no será tan fácil como en un principio pensaba.
¿Acaso ha sido Cristóbal el causante del ataque a Vanessa? Eso es lo que me mantiene más inquieta. Quien hubiera sido demostró crueldad y poca piedad, y alguien tan maduro como Cristóbal no sería capaz... A pesar de su pasado, de haber sido un vampiro asesino, ese no es el mismo hombre que hoy conocemos.
Siento la mano de Víctor aferrándose a la mía. Su rostro serio no despega su atención de Cristóbal, esta tenso. Él si ha conocido a ese Cristóbal y tal vez por ello está más preocupado que yo. Sus ojos oscuros parecen agrandarse en la intensidad de lo que agobia a su mente.
Pero ninguno pronunció palabras algunas hasta que llegamos a casa.
Vanessa se recuperará, aunque el shock ha sido tan grande que no recuerda demasiado lo que ha pasado. Lo único que ella recuerda era el dolor del ataque del que ha sido víctima. Víctor se mostró un poco apartado y noté que le duele, le es difícil aceptar que aquella mujer, a la que había querido tanto en el pasado, es una de las causantes de los asesinatos de los híbridos, es claro que siente resentimiento hacia ella, y la traición hacia su especie.
—Vic... —murmuró Vanessa tal vez notando el cambio en él. Arrugó el ceño y una expresión triste carcomió aquel orgullo usual en ella.
—Lo siento, no puedo seguir aquí —Víctor le dio la espalda, visiblemente molesto.
—Por favor, Víctor... no me dejes...
Tragué saliva incomoda sin moverme de mi rincón, me siento como la espectadora de una novela, aunque el galán aquel es mi marido. Vanessa no se ha dado cuenta que yo estoy ahí o bien finge no notarlo. Esta tan dolida por la actitud de Víctor que me eso claramente significa que lo sigue queriendo, me dolió el pecho darme cuenta de que eso es así.
—Mataste a gente como tú, es que eso no te remuerde tu conciencia —exclamó molesto sin mirarla y apretando los puños.
—¡Yo no soy un híbrido, soy vampiro puro! Me... me casaré con un puro y tendremos hijos, una enorme familia, del cual mi madre estará sumamente orgullosa... —se defendió molesta hablando con una rabia que no se si va dirigido hacia Víctor, hacia su madre o hacia ella.
—¡Eres un híbrido, y jamás podrás tener hijo! ¡¡Entiéndelo!! —se volteó molesto—. No podemos dar vida porque nuestra propia vida es una abominación para el mundo.
—No, yo si podre, ya verás yo...
La expresión angustiada de Víctor la hizo guardar silencio, una compasión que la descolocó, arrugó las sábanas de la cama en donde esta acostada, y gruesas lagrimas comenzaron a correr por el rostro de aquella mujer. Colocó su mano cubriendo sus ojos, la escuche sollozar y solo me puse más tensa, no debería estar aquí.
Víctor le dio la espalda y salió de la habitación. No sé si debo seguirlo o no. Vanessa levantó su cabeza mirándome con odio y con una expresión tensa y asesina.
—Vete... —agregó con rabia dirigiéndose hacia mi—. ¡¡Déjame sola!!
La observé un instante fijándome en el tono rojo de sus ojos, si intenta atacarme estoy preparada para defenderme, sin embargo, con la indiferencia y el rencor de Víctor tal vez ya es suficiente castigo para ella. Antes de salir de aquel lugar le respondí.
—Solo estas cosechando lo que tu misma sembraste —hablé con frialdad ante su expresión de sorpresa que no pareció esperarse esto, y cubrió su rostro dejando fluir su dolido llanto.
Cristóbal se dio una ducha y luego apareció en la sala de la casa. Nos sonrió, como normalmente lo hace, pero un dejo de tristeza parece estar carcomiéndoselo, ¿Que le está pasando? Aseguró que Vanessa podía andar sufriendo esquizofrenia para explicar su extraño ataque, ya que su abuelo humano había fallecido en una iglesia en donde fue quemado por poseído, aunque realmente sufría de esquizofrenia. Y además de que debemos guardar silencio respecto a la muerte de los híbridos, porque acusar a alguien de un clan principal sin pruebas es bastante peligroso. Al escuchar esto último Víctor apretó los dientes empuñando las manos.
—Fue horrible —señalé recordando todo, sobre todo el final en donde Vanessa casi muere a manos de algo desconocido o esquizofrenia como nos dijo Cristóbal—. Además, esa profecía...
—No sospechas acaso que alguien probablemente trato de engañarlos con esa historia —indicó pensativamente.
—¿Tú crees? —lo miré con esperanza—. Pero ¿Quién?
—Habló de un hijo cuando es imposible que un híbrido pueda tener hijos. Son como las mulas, que al ser mezcla de un caballo y un burro nacen infértiles —agregó confiado en lo que decía.
—Que comparación más estúpida —señaló Víctor molesto. Que lo compararan con una mula no le pareció gracioso aun cuando Cristóbal lo miró divertido.
—¿Vanessa sabía de esto? —le pregunté.
—Es algo muy sabido por todos los vampiros, es extraño que lo olvidara siendo ella un híbrido —se puso serio mientras decía esto.
Hay algo que me molestaba, no sé porque tengo la sensación de que me oculta algo. Notó mi expresión porque se quedó atentó a cada uno de mis movimientos preocupado, aunque no me dijo nada. ¿Puede ser algo peligroso y lo oculta solo para protegernos? No lo sé y menos ante su sereno rostro que no delata ninguna señal de que aquello que oculta podría ser bueno o malo para nosotros.