Capítulo 10

"Los Alcázar, fueron una familia de las ramas inferiores, vampiros de un nivel de inteligencia destacado, aliados del Clan Vis Erinys, destaca entre ellos a grandes estrategas como Mauricio Alcázar y Felipa, su mujer. Sus estrategias fueron fundamentales ante la lucha con los cazadores. Sin embargo, más adelante fueron acusados de traición, de entregar información a los cazadores y a otros clanes que buscaban resurgir encima de los tres clanes principales. Ante las pruebas presentadas se declararon inocentes, aun así, fueron juzgados, los vampiros de la familia Alcázar de mayor jerarquía fueron condenados a muerte, sus hijos vendidos como esclavos para otros vampiros..."

—¡Catalina! —exclamó Rosa cerrando con brusquedad el libro que leía—. ¿Estas escuchándome?

Di un ligero salto al escucharla, pero luego cerré los ojos sin voluntad, me siento demasiado cansada, no he dormido en días pensando en la situación actual y pensando en si ellos son quienes van detrás de su venganza, aunque debo confesar no presté demasiada atención a lo que Rosa leía.

—Sí —murmuré sin mirarla—. Los vampiros de la familia Alcázar de mayor jerarquía fueron condenados a muerte y sus hijos vendidos como esclavos para otros vampiros.

—Te ves desanimada —habló más condescendiente suspirando preocupada.

—Solo es sueño —sonreí y luego desvié la mirada para que no se diera cuenta que mi sonrisa es forzada—. No he tenido una buena noche. Ayer Víctor tampoco volvió a dormir en casa.

—Tal vez está muy ocupado —se alzó de hombros.

—Nadie esta tan ocupado como para no ser capaz de responder un mensaje de texto —suspiré antes de enderezarme en el sofá, no debo dejarme aminorar por eso cuando hay cosas más complicadas en que pensar y que también son causa de mi mal dormir.

Aun no olvido a Ismael ni su conflicto con Cristóbal. Más cuando lo acusó de causarle daño a alguien que parece que él quería mucho. A pesar de que conozco en algo el pasado de Cristóbal me es difícil imaginar que el fuera tan cruel de matar a alguien solo por gusto. Recuerdo que ella se llamaba Paula ¿Sabrá Rosa algo sobre eso? ¿O querrá contarme? A veces siento que todos los vampiros viven con miedo de su propio pasado y guardar silencio incluso del pasado de los otros.

—¿Sabes algo de Paula...Alcázar? —la contemplé con atención por la expresión que pudiera mostrar al escuchar ese nombre.

—No mucho —dijo hojeando el libro con indiferencia—. No sale nada de ella aquí, lo que sé es que ella era la novia del aquel tipo, Ismael Rabadan. Dicen que el Clan la ejecutó por traición, desconozco los detalles, tal vez Cristóbal o Víctor estén más al tanto de esos asuntos.

¿Habrá sido Cristóbal o Natalhy quienes la ejecutaron? Recordando el resentimiento de aquel vampiro pelirrojo. No me imagino a ninguno de los dos haciéndolo, sin embargo, no puedo decir con seguridad desconociendo como eran ambos en el pasado.

—¿Queda aún alguien de la familia Alcázar? —pregunté dubitativa, tal vez podría partir por ahí, hacer un catastro de los sobrevivientes y poder llegar a quien está buscando venganza asesinando a vampiros y buscando humanos para convertir.

—Según lo que me he informado, algunos lograron sobrevivir, aquellos que luego de ser esclavos fueron liberados por orden de nuestro anterior líder —me contempló con seriedad, tal vez porque le es imposible no recordar su propia vida como esclava de Marcos.

—¿El anterior Líder? ¿Hablas de Sebastián? —levanté la cabeza sorprendida, no pensaba que pudiera sentir compasión por otros, a menos claro que sus razones fueran otras, eso último es más probable.

—Actualmente queda el hijo de la cabeza de los Alcázar, Maximiliano, el resto viven muy alejados y aislados de los asuntos del clan. Pero evita al resto de los vampiros. La última vez que estuvo cerca del clan fue a petición de Cristóbal, aquel hombre fue tutor de aquella mujer de los cazadores, de la Elegida.

—Francisca —señalé sorprendida y luego arrugué el ceño—. Rosa necesito una lista e información de los actuales miembros de aquella familia, cualquier asunto extraño en que hayan estado involucrados. También que le mandes un correo a Francisca y le digas que necesito hablar con ella.

—Bien, me encargaré de ello —se puso de pie de inmediato.

Apenas salió del despacho me levanté caminando alrededor de la sala. Lo cierto es que siempre dude de las razones de Cristóbal para dejarme a cargo del liderazgo del clan y no deja de rondarme las palabras de Ismael de que todo lo hizo en su propio beneficio para protegerse a sí mismo. Moví la cabeza de inmediato a ambos lados, eso no es así. Me mordí una de las uñas de mi mano derecha con inquietud ¿Por qué no estoy tan segura después de haber escuchado a aquel tipo?

—Me gusta cuando haces ese gesto, de cierta forma es provocador —habló una conocida voz masculina.

Levanté la mirada encontrándome con la expresión suave de Víctor, que, aunque se ve serio una semi sonrisa se comenzó a dibujar en su rostro. Arrugué el ceño desviando la mirada, aun molesta por la forma extraña como ha actuado los últimos días.

—No seas tonto —murmuré dándole la espalda.

—¿Quién iba a pensar que en un futuro mi sirvienta iba a decirme "tonto"? —se rio con suavidad.

—¿Y a que debemos el honor de la presencia de vuestro señor en este lugar? —pregunté entrecerrando los ojos fastidiada.

—¿Puedes decir eso mismo, pero con tu anterior traje de sirvienta? Siempre quise probar que se siente hacerlo con tu sirvienta...

—¡Víctor! —lo interrumpí de golpe.

Se rio a pesar de mi seria mirada.

—Vamos Cat, si sigues así te convertirás en una amargada