Cruzada de Sangre - Presagios #3

Capítulo 9

Los días avanzaban con tranquilidad, Cristóbal ha asumido el liderazgo del clan ante mi estado de salud.

 

No hemos tenido más noticias de la bruja ni hemos recibido ningún tipo de ataques ni siquiera de quienes están en mi contra dentro del clan, es probable que teman al nuevo líder por lo que no han realizado ningún movimiento. 

 

Mi vientre poco a poco comienza a asomarse dando eco en las bocas mordaces que juzgan que Víctor sea realmente el padre por su condición de híbrido. Las nauseas no me dejaron tranquila durante los primeros meses, por suerte hasta entonces todo parecía normal. Sin embargo hoy desperté con un horrible dolor en el vientre y sin darme cuenta había vomitado sangre, demasiada, cuando Víctor entró a la habitación y vio esto palideció. Movió la cabeza en forma negativa y triste ante mi expresión de angustia.

—Catalina, esto no puede seguir así, ese embarazo terminara por matarte -exclamó dolido.

 

—No —negué con la cabeza—. Tengo fe que todo...

 

Y en ese instante perdí el sentido. En la oscuridad absoluta vi a una joven mujer correr desesperada llevando un libro en sus manos y al voltearse y verme su rostro se quedo fijo en el mio. Desperté de golpe encontrándome en el hospital. Víctor que estaba a mi lado se acercó visiblemente afectado. Tragué saliva sintiendo una puñalada en el pecho ante su expresión.

 

—Supongo, que no hay buenas noticias —apreté los puños. El solo pensar "lo perdí" me causaba más dolor.

 

Pero Víctor sonrió y me abrazó con fuerzas confundiéndome.

 

—Lo vi, digo la vi, es una niño, o sea no es una criatura no humana, es un bebé. 

 

—No entiendo —lo contemplé estupefacta.

 

—Te hicieron una ecografía y pudimos comprobar que es un bebé normal, claro va contra lo que se pudo pensar. Pero como es un caso extraño tu cuerpo le ha costado mantenerse con el embarazo. Debes tomar más reposo.

 

No tuve palabras, quise reírme en ese instante pero solo opté por tirarme a la cama y contemplar el cielo de la habitación. Con que una niña. Volví a sonreír. 

 

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—Si es niño puede llamarse Rafael —me preguntó Víctor mientras desayunábamos. Y al notar mi fija atención incomodo desvió la mirada—. Es el nombre que tenía el elegido de los cazadores cuando cuido de mi.

 

—Me gusta Nicolás —señalé sonriendo jugando con las galletas que habían en mi plato.

 

—No —arrugó el ceño como un niño—. Cualquier nombre menos ese...

 

—¿Por qué? —lo observé divertida por su actitud sabiendo su respuesta.

 

—Ese odioso demonio que anda con Francisca se llama Nicolás — bufó algo molesto.

 

—Vaya... — respondí, su rivalidad parece ser algo que no logro entender por completo. —¿Y si es niña quieres llamarla Francisca?

 

—No, puedes elegir el nombre que tú quieras —se tomó su café detenido en la sonrisa que se dibujo en mi rostro.

 

—No lo sé — señalé sonriente.

 

— ¿No sabes?

 

—Creo que aun no se como ella quisiera llamarse —le sonreí bajando mi mirada hacía la taza de té, la verdad es que si la premonición es cierta será una niña pero hasta ahora no hay nombre que sienta que va con aquella joven que apareció en aquella pesadilla.

 

—No te entiendo.

 

Sofia apareció en la sala y de inmediato se acercó a nosotros que seguíamos desayunando.

 

—El joven Daniel, líder del clan Nigrum lupum está aquí.

 

—Déjalo pasar —señalo Víctor algo incomodó.

 

Es gracioso, Daniel, el hermano menor de Samanta y Vanessa parece sentir una admiración hacia Víctor que le resulta un fastidio, trato de entenderlo pero no puedo evitar que sea gracioso, sin embargo hay algo que me molesta de aquel joven. Rosa aparece detrás de mi silla con una expresión sería en su rostro, no siente confianza hacia Daniel y suele ponerse a mi espalda a cuidarme cada vez que él viene a este lugar. Es extraño que alguien de apariencia inocente pueda darnos esa extraña sensación, aunque es difícil no pensar en Samanta, que también solía verse dulce e inocente, pero que la venganza la hizo hacer un pacto con un hada solo por desquitarse con Cristóbal y además acabar con Víctor, fruto de su relación con una humana y la reencarnación de quien podría destruir nuestro mundo.

 

Pero su serio semblante al entrar a la sala nos inquietó, saludando rápido habló de inmediato lo que lo estaba preocupando.

 

—Un pequeño poblado humano al este de la ciudad ha sido masacrado —indicó arrugando el ceño—. Los restos de las infortunadas victimas que han encontrado estaban sin sangre así que se ha disparado la alerta, los cazadores han reaccionado con violencia...

 

—¿Están culpándonos a los vampiros? —Víctor se levantó de su asiento rápidamente.

 

—Sí, tanto la elegida de los cazadores como el monarca de las hadas están exigiendo la presencia de los líderes de los clanes —respondió de inmediato.

 

—¿Pero porque vienes a decirnos esto a nosotros? —preguntó Víctor, claro es lógico que si han citado a los líderes de seguro Cristóbal ya está en ese lugar.




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