Logro terminar el contrato justo a tiempo, lo imprimo rápido, lo reviso una última vez y lo meto en la carpeta, me pongo de pie, respiro hondo para calmarme y voy a la oficina de Enzo, él ya está de pie con Ares a su lado, como si supiera que lo lograría en el último minuto, me molesta demasiado.
—Aquí está el contrato —digo, entregándoselo
Enzo lo toma sin esfuerzo y lo revisa con los dedos, como si solo quisiera confirmar que está ahí, su precisión siempre me sorprende
—Nos vamos
Se gira y camina hacia la salida, apenas tengo tiempo de agarrar mi bolso antes de seguirlo, Ares nos sigue en silencio, cuando llegamos al estacionamiento, un auto negro nos espera, el chofer baja y nos abre la puerta
Enzo sube primero, Ares se sienta a su lado, yo dudo un segundo pero termino entrando, el ambiente en el auto es tenso, Enzo revisa una table especial que se maneja a traves de mandos de voz, yo miro por la ventana, estoy agotada, molesta y cansada y solo llevo unos dias.
—Esta cena es importante —dice sin apartar la vista del celular —Toma nota de todo, no hables a menos que sea necesario y no cometas errores, pero sobre todo conportate.
Su tono me molesta, como si hablara con una niña, pero solo asiento
—Sí, señor Dragna... sere un puto robot — susurre lo ultimo para mi misma.
— porque sea ciego no significa que no la escuche.
No hablamos más, el resto del camino es silencio, cuando llegamos al restaurante, un lugar elegante y sobrio, Enzo baja con la misma seguridad de siempre, Ares se queda en el auto, ya que hoy sere su guia, al entrar nos llevan a un salón privado donde tres hombres trajeados ya nos esperan, todos se ponen de pie y saludan a Enzo con respeto, uno de ellos, un hombre mayor de cabello entrecano, me mira fugazmente antes de centrarse en Enzo
—Enzo, un placer verte de nuevo
—Lo mismo digo —responde él, tomando asiento
Yo me siento a su lado y saco mi libreta, los hombres empiezan a hablar de contratos y acuerdos, la conversación es rápida, llena de tecnicismos, pero anoto todo, asegurándome de no perder detalles que sean de inpotancia.
Enzo es implacable, su voz es tranquila pero firme, nadie lo contradice, los demás solo asienten y aceptan sus condiciones con mínimos ajustes, eso es verdaderamente sorpredente de el, todos lo respetan y admiran, guardan silencio cuando el tiene la palabra, algo bueno tenia que tener este ogro.
La cena transcurre sin problemas hasta que el hombre mayor se inclina un poco hacia Enzo con una sonrisa que no me gusta.
—Por cierto, escuché que tienes una nueva asistente.. pero no que seria tan linda.
Siento su mirada en mí, pero sigo escribiendo como si no hubiera oído nada
—Es eficiente —dice Enzo sin darle importancia
—¿Eficiente? —el hombre suelta una risa —Vaya, eso es raro viniendo de ti, me sorprende que no la hayas hecho renunciar aún, aunque pensandolo bien aunque no puedas ver seguro que sabes lo linda que es no?
Mi mandíbula se tensa, pero no levanto la vista
—No todos son tan incompetentes como usted, señor Bellucci, y mis asistentes no son contactadas por su apariencia si no por su capacidad, una clara diferencia a sus asistentes no? —responde Enzo con calma, pero su tono es un filo cortante
El hombre se queda en silencio unos segundos antes de reír
—Eso dolió, Enzo y cual es su nombre? — miro a mi jefe y este asiente al sentir mi mirada encima de el.
— Soy Seraphina... Seraphina Halloway
La conversación sigue, pero ya entendí que este mundo es un juego de poder, cada palabra y cada gesto tienen peso, tengo que aprender rápido si quiero sobrevivir aquí y mas teniendo a alguien como el ogro como jefe.
Cuando la cena termina, nos despedimos y volvemos al auto, esta vez el silencio no es tan pesado, pero sigue ahí, miro por la ventana, siento la atencio del ogro encima de mi por un momento pero se que no me esta mirando creo que mas bien esta decrifrndo algo que no enteinde sobre mi.
—Halloway —dice de pronto
Lo miro, confundida, acaso acabo de escuchar mi apellido saliendo de sus labios?
—¿Qué?
—Tu apellido —responde sin emoción —No lo había memorizado
Me quedo en silencio, procesando su comentario, luego suspiro
—Halloway
Él asiente levemente y no dice nada más, yo vuelvo a mirar por la ventana, sintiendo que, por primera vez, me reconoció realmente como su asistente y no solo como alguien reemplazable.
Cuando llegamos de la cena, Enzo baja del auto sin decir nada, Ares lo sigue como siempre, yo me quedo sentada unos segundos, soltando un largo suspiro antes de agarrar mi bolso y salir, mis piernas duelen, ha sido un día agotador, pero aún tengo cosas por hacer
—Mañana a las seis en mi oficina —dice Enzo sin mirarme antes de entrar al edificio
Lo veo irse con la mandíbula apretada, ¿por qué tiene que ser tan frío?, tan molesto, si al menos fuera un poco más normal, pero no, parece imposible, él siempre es serio, todo lo hace perfecto, sin margen de error, y yo apenas logro seguirle el ritmo
Cuando llego a mi departamento, me dejo caer en el sofá, estoy tan cansada que ni siquiera tengo ganas de cambiarme, solo quiero cerrar los ojos un momento, pero el sueño me vence sin darme cuenta
El sonido del despertador me despierta de golpe, son las cinco de la mañana, suelto un quejido, quiero seguir durmiendo, pero no puedo, así que me levanto rápido, me doy una ducha rápida, me visto, agarro un café, pero antes de salir paso a una de las habitaciones y miro que sigue durmiendo asi que me acerco y beso su mejilla, al salir del departamento veo que va entrando laura.
— Buenos dias Laura.
— Buenos dias Serapi.
— Lo cuidas.
— Siempre.
Arranco rapidamente para poder llegar a tiempor, al llegar, Enzo ya está en su oficina, como siempre, sentado con Ares a su lado, ambos parecen una estatua, apenas cruzo la puerta, él habla sin levantar la vista
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Editado: 27.01.2025