Un ruido interrumpió mi sueño, un sueño del cual no recuerdo nada. Inconsiente todavía abrí los ojos para tratar de desubrir de donde provenía, pero claro, a unos ojos que no ven agregales que se acaban de abrir despues de 8 horas. Por razónes obvias no miraban nada. Eso me obligó a despertar por completo, con un caracter frustrado.
N:- qué paso?... - dije con una voz frustrada.
M:- Ya levantate, ya se hizo tarde y debes ir a tus clases - dijo mi madre apurandome mientras se escuchaba que recogía cosas de mi habitación.
N:- hoy no voy... son 3 veces por semana... además no son clases... - respondí mientras volvia a la comodidad de mis sábanas
M:- ah perdón... pues eso me hubieras dicho ayer. - dijo mientras cerraba la puerta con prisa.
Entonces volví a quedar inconsiente por el sueño. Luego de un rato me despertó otro ruido molesto que sonaba desde mi cama. Enojado me levanté rápido para ver el origen de ese ruido molesto, el cual provenia de mi telefono bajo la almohada, pues habia olvidado que puse una alarma para no olvidar mi compromiso con esas 2 chicas que conocí ayer.
Me vestí con lo primero que encontré, aunque luego regresé a cambiarme puesto que traia la misma ropa que me puse el dia anterior y no queria que pareciese que no le dí importancia a su invitación y no me hubiera arreglado.
Tomé mis audifonos y bajé rapido al comedor para contarle a mi madre sobre los planes del día.
M:- Que no tienes clases pues?, por qué te arreglaste?
N:- No voy a ir al centro de apoyo - dije ignorando el hecho de que volvió a llamarlo clases a pesar de decirle que no eran clases.
N:- Es que... quiero ir a un parque cerca de ahí porque... me invitaron unas chicas.
Rápidamente mi madre volteó su mirada a mi con un gesto entre confundida, alegre y preocupada.
M:- Y eso? a dónde van a ir o qué? Está muy lejos?
N:- La verdad no sé donde es pero... dijeron que era a 2 cuadras del centro de apoyo. Me puedes llevar? - pregunté rápido para que no pensara mucho lo poco que le dije
M:- Primero comes algo y ya nos vamos.
Después de eso, salimos de la casa hasta el centro de apoyo, y durante el trayecto hubo tráfico lento, por lo que me preocupaba llegar tarde y que aquellas chichas pensaran que las habia dejado plantadas, por lo que me dispuse a escuchar música para no pensar en eso.
Me bajé rápido del coche, apurado, con la esperanza de que las chicas no me hayan dejado o que se hubieran enojado.
M:- A qué hora paso por tí?
N:- No lo sé, yo te mando mensaje cuando ya puedas pasar a recogerme. - dije mientras caminaba apresurado al centro de apoyo.
Me quité los audifonos para concentrarme totalmente y localizar a las chicas con mi vista miope, aunque lo primero que logré notar al hacerlo es que se escuchaban ruidos de niños dentro del centro de apoyo. En la recepción en vez de la recepcionista que había el dia anterior, estaba una señora mayor que al verme entrar procedió a decirme:
J:- Lo siento, las visitas no son permitidas hasta la hora de salida - Lo dijo en un tono codesendiente, como si esa frase la hubiese dicho toda su vida que ya estuviera harta de repetirla
N:- No, yo vengo por lo del centro de apoyo... - lo dije con algo de duda sobre si mi ceguera me hubiera jugado una trampa y me hubiese metido al edificio equivocado.
J:- Los horarios de atención son los días martes, Jueves y Sabados. Ahora son las clases normales
Con esa última frase, entendí el porqué ese centro de apoyo era tan grande y tan equipado como para que solo fueran 9 personas, puesto que en realidad es una escuela que presta sus instalaciones para dar apoyo a las personas discapacitadas. O talvez era parte de un proyecto de la escuela. Esa era una variable que aún faltaba aclarar.
Entonces sentí como alguien tocó levemente mi hombro, y al momento de voltear vi que era Valeria, con un vestido verde y encima un overol de mezclilla, con el cabello recogido y una bolsa grande entre las manos.
Esa acción fue tan inesperada para mí, que me quedé congelado frente a ella aún mirandola de pies a cabeza, esperando a que dijera algo. Pero de manera vergonzosa recordé que me tomaria la vida esperar a que la chica dijera algo, por lo que, nervioso, trataba de recordar todo aquello que aprendí mientras veía un video de lenguas de señas que ví 4 años antes.
Valeria se quedó con la mirada fija durante unos segundos, luego sacó su telefono del bolsillo y lo extendió a mí. En ese momento no entendí por qué hacia eso y no hice nada ante su acción. Miré la pantalla del telefono y entonces entendí que queria que registrara mi número de telefono para poder comunicarnos por mensaje.
Luego de darle mi telefono para que también anotara su número, recibí un mensaje de ella...
V:- holaa
N:- hola jaja
N:- perdón por tener que hablar por mensaje, no recuerdo mucho de las lenguas de señas
V:- ntp jsjsja
N:- si...
N:- y Martina? Aún no llega?
V:- Si, ella ya llegó hace 4 horas jaja
N:- ???
V:- Jajaja, es que ella también toma clases normales aqui
V:- pero no tarda en salir, a lo mejor en 1 hora o 2
N:- ah, claro...
V:- Te parece si la esperamos en la biblioteca?
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cuando nos conocimos , cuando te cruzas con el amor, cuando todo inicio
Editado: 07.01.2024