Cuando Llega El Amor

Capitulo 1.Bienvenida a casa.

Flashback

—Te voy a extrañar mucho Lucí, aunque peleamos.

—Y yo a ti, pero papá prometió que volveré.

—¿En cuanto será eso?

—Unos 4 años, pero estaremos en contacto por teléfono, tal vez me visites.

Le doy un último abrazo antes de irme.

Fin del flashback

Que buenos tiempos.

Última llamada para el vuelo 1510 con destino a Estados Unidos.

—Papá, ¿es necesario esto?—pregunte con la esperanza que me dijera que no.

—Si hija, tu mamá quiere que vivas con ella, y la universidad la vas a empezar después de el verano, lo justo es que te adaptes—me explica, y no es así, es un intercambio que yo no pedí y me obligaron a aceptar.

—Pero allá yo no tengo amigos, por lo menos quería pasar el verano aquí—hice un puchero, antes funcionaba.

—Está Sergio—mencionó.

—Pa, tengo más de 6 años sin verlo, ya estoy grande como para que ustedes me busquen amigos. —le dije, ya tengo bastante con venir obligada.

—Solo era una sugerencia, nada de novios—me advirtió. ¿Tengo 5 de nuevo y no me enteré?

—Pa...

—Camina o perderemos el vuelo y tú madre me culpara el resto de la semana a mi.

—No lo dudes, al menos veré a mis padrinos.

—Esa es la actitud, tu madre no puede decirme nada, hablas 2 idiomas, 3 con el español.

Teniendo una madre bilingüe y un padre con amigos que hablan todo menos español, el porque no se y no me moleste en preguntar, aprendí italiano, algo de griego e ingles, al menos no me pusieron Afrodita o Persefone, Atenea bueno estoy bien con eso.

Lo último que pensé fue después de 5 años venir a parar a Estados Unidos de forma permanente.

El ¿por qué?, lo mio son las artes, canto, bailo y actuó, los Ángeles, Hollywood por ahí voy, estaba en una academia prestigiosa en Roma, pero me seleccionaron en un intercambio, podía negarme pero mamá me obligó a venir, aquí hay otra sede y estando cerca del ojo del espectáculo al parecer puedo tener mas oportunidades.

Digamos que las relaciones a distancia no son lo mio, deje de creer en ellas cuándo mis padres se separaron y empezaron los cambios desde que tengo conciencia, no voy a hacer lo mismo.

Ya llegando a nuestros asientos me dispuse a ponerme el cinturón, papá se sentó del otro lado y mi institutriz a mi lado, olvide mencionarlo, como niña de 5 años tengo una, por mas que he hecho o dicho para que se vaya no ha renunciado aún, trabaja con una agencia si renuncia le asignan otra persona, pero no, ella quiere complicarme la vida, y ya no necesito una, solo la contrataron para darme clases durante el verano, no a tiempo completo como la mayoría.

Está mujer enloquecerá, los estadounidenses, residencia de niños ricos, hormonales, fiestas todos los fines de semana y adolescentes solo significa desastres.

Me he vuelto antipática al tema, amo a mis padres, pero siendo mayor de edad no les costaba mucho dejarme decidir por una vez en la vida. Pero bueno tal vez pasar un verano diferente no me haría daño.

No miento al decir que tengo muchos recuerdos aquí, me fui muy consciente de todo, papá quería que conviviera con su familia y lo disfrute, pero ahora vengo aquí mas perdida que una aguja en pajal.

Pero vamos esto se puede disfrutar.

—¿Que tal se siente señorita Foster?—pregunté volviéndome hacia ella con una sonrisa inocente.

—Más le vale comportarse señorita, Lucia, le prometí a su madre darle clases de modales en el verano pasado, espero haya aprendido algo—me miró seria, esta mujer nunca sonríe, vamos solo tiene 30 años.

—Le hace falta aventurarse, también...—me mordí la lengua, sé que le molesta que le hable de su vida personal.

—El viaje es largo niña, duerma, yo intentaré hacer lo mismo.—me miró una última vez y se puso un antifaz negro sobre sus ojos y un cojín en el cuello.

Con lo nerviosa que estoy no creo dormir, estar con desconocidos no es algo que me tranquilice del todo, digamos que en mi etapa adolescente tuve mi burbuja donde o convivía con adultos o chicos y chicas que conocía, hacer amigos se me hace fácil, pero esto es diferente, sé que querrán buscarme amigos y es lo que menos quiero, aparte de que tendré que hablar inglés todo el tiempo, al menos con mamá y papá hablaré como quiera.

El lado bueno, el griego no lo entiende todo el mundo, recuerdo que con mis amigas hablábamos italiano o griego frente a los turistas para que nos vieran raro, también una buena forma de que el que no lo entiende no sepa si hablo o no de él.

Le echo un vistazo a papá, está hablando con un pelirroja oxigenada que está a su lado, ¿me extraña?, para nada, pero agradezco que no me haya puesto madrastra aún, nadie me ha querido decir porque nunca se casó, o que le pasa que nunca ha formalizado con nadie, su relación más estable ha sido con mamá y ni idea como.

Ahora conviviré de nuevo con ellos juntos 24/7, eso si que será interesante.

Me coloco mis auriculares y los conecto a mi celular.

8 horas de vuelo allá vamos...

...

Al fin pudimos bajar, aquí son las 10 de la mañana, el sol está en lo alto resplandeciente, abro la ventanilla del auto, aire fresco, veo las grandes palmeras y sé que ya no estoy en mi ciudad, a medida que nos vamos acercando veo un gran portón que papá abre con un control.

Pasamos y a cada lado las casas son muy parecidas mansiones una más grande que otra, casi al final de la calle aparcamos en la nuestra la de al lado de mis padrinos.

Me llevo la mano a la cadena que cuelga de mi cuello, aún recuerdo con mucho cariño este regalo, por lo que recuerdo Sergio tiene una igual.

Dice mi nombre y tiene adelante una medalla de la virgen hecha de plata.

Papá me abre la puerta y sonríe, corro hacia mamá que acaba de salir sonriendo, la abrazo fuerte tengo 3 meses sin verla en persona, siempre me llama, pero no es igual.

—Te extrañe demasiado, no dejaré que ese loco te vuelva a llevar—dijo besando mi mejilla.




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