Capítulo 3

El millonario iba en la elegante limosina, su mirada se enfocaba  en el caos del tráfico de la ciudad. Cerró los ojos, se recostó en el asiento y comenzó a relajar su espalda. Sin embargo, la presencia de su chófer lo hizo abrir los ojos.

—Mucho tráfico,¡no puede ser ella!

¿Ocurre algo, señor?-- preguntó el chófer.

Jhon suspiró, –No sé si lo entenderías, pero pasó algo  hace muchos años que nunca había superado... y acabo de ver a esa persona.

El chófer, curioso, preguntó: ¿De quién estás hablando?

Jhon miró hacia afuera y vio a una mujer cruzando la calle. –Ella se llama Juana. Fue mi amor de juventud. No la veía desde hace años.

El chófer se sorprendió y miró a Jhon,--Eso es algo increíble, señor. ¿Quieres que le ayude a buscarla?

Jhon dudó por un momento, pero luego asintió con la cabeza,--Sí, por favor. Me gustaría hablar con ella.

El chófer inmediatamente siguió conduciendo, buscando a Juana entre la gente. Finalmente la encontraron sentada en un banco, con un libro en la mano.

–Ahí está, señor–dijo el chófer.

Jhon se bajó de la limusina y se dirigió hacia ella. Juana levantó la cabeza al escuchar los pasos y vio a Jhon enfrente de ella.

¡Juana! -dijo Jhon sorprendido-. No puedo creer que te encontré después de todo este tiempo.

Juana lo miró algo asombrada—¿Tú?, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.

Jhon asintió con la cabeza, —Sí, ha sido mucho tiempo... Pero nunca te  olvidé. Siempre has sido la mujer más hermosa que he conocido".

Juana quedó sorprendida ante el halago, pero Jhon continuó–Lo siento, sé que es extraño aparecer de esta manera, pero no podía resistir la oportunidad de verte otra vez y hablarte. 

—No tengo nada que hablar contigo,sus padres me dejaron claro que era de clase inferior y me despidieron.

—Cuando volví de vacaciones no te encontré,ellos dijeron que renunciaste para volver a México.

—Ya no tiene caso hablar del pasado.

—Te sigo amando Juana.¿Te casaste?

—No es asunto tuyo.

¡Lo sabía!,nunca me olvidaste.

—Tengo que irme.

—Al menos dame tu número telefónico para invitarte a tomar un café.

Juana lo miró de forma despectiva—Ustedes los ricos no se juntan con los pobres.

—Es  increíble verte otra vez— dijo Jhon con nostalgia.

Juana sonrió—Sí, lo fue. Fue una sorpresa ... Me alegro de haber tenido la oportunidad de verte y poder platicar contigo otra vez para decirte que eres un hijo de la chucuta.

—No entiendo porque me insultas.

—Me enamoré de usted y me entregué sin reservas,fue un error de juventud,no sabía que me iría como a los perros en feria.

—Me extraña que me hables de ese modo,sabes bien que nunca he tenido prejuicios sociales.

Jhon le tomó la mano y le hizo prometer que volverían a verse pronto. Luego, con el corazón latiendo rápidamente.

Juana cruzó la avenida corriendo y el semáforo cambió en ese momento,Jhon regresó a su limousina, y se alejó felizmente. En ese instante, supo que esa conexión especial que tenía con Juana nunca se había ido y tenía la esperanza de volver a verla para revivir esa chispa que nunca se apagó.

¿Pasa algo jefe?

- No, no pasa nada - respondió Jhon Parker, intentando recomponerse. 

Pero en su mente, la imagen de Juana seguía rondando, trayendo consigo recuerdos de su juventud, de momentos dulces y pasión desenfrenada. 

Finalmente, el semáforo volvió a cambiar y el auto siguió su camino. Sin embargo, Jhon Parker no podía quitarse a Juana de la cabeza. La nostalgia lo invadió mientras recordaba los momentos que habían compartido juntos. 

Nunca se había atrevido a buscarla después de tanto tiempo, pero en ese momento, algo en él estaba dispuesto a asumir el riesgo. 

Decidió que al llegar a casa, buscaría a Juana e intentaría revivir aquella pasión de juventud que había quedado suspendida en el tiempo. Tal vez el destino quería darle una segunda oportunidad.

Jhon Parker, el millonario magnate de los negocios, estaba sentado en su escritorio mirando una fotografía antigua. En ella aparecía junto a una joven con su uniforme de mucama, mientras se abrazan apasionadamente.

–Mi gran amor–murmuró Jhon para sí mismo mientras se concentraba en la foto. –Pero desapareció de mi vida sin dejar rastro.

Jhon había conocido a la joven mucama en su casa. La mujer  hacía trabajos de mantenimiento y de limpieza en la casa de sus padres. Jhon había sido atrapado por su belleza y encanto desde el primer momento. Su atracción mutua había sido evidente y después de varios días se encontraban a escondidas en la habitación de servicio.

Sin embargo, una mañana despertó solo en la cama y ella ya se había ido. Jhon nunca supo que pasó y la chica nunca regresó para trabajar. Nunca se había sentido tan perdido y desilusionado en su vida.

Los padres del joven le enviaron de viaje para distraer su atención de la mucama.

Ahora, años después, después de muchas noches de insomnio y angustia, Jhon decidió que era hora de averiguar qué había pasado con ella. Decidió contratar a un detective privado.

Después de una intensa búsqueda, el detective finalmente pudo dar con el rastro de la joven mucama. Descubrió que se había regresado a esa ciudad, y tenía un hijo de 21 años . También había trabajado en más de una casa, e incluso en ocasiones ha tenido problemas financieros. Pero parecía que su vida había sido relativamente tranquila.

—Tuvo un hijo mío,la edad coincide,ella era virgen.

Jhon tenía que saber más, así que decidió llamarla. Después de varios intentos, él habló con ella y finalmente acordaron reunirse en un café en la ciudad donde ella vivía.

El encuentro fue emotivo. Superados los nervios y torpeza inédita de la situación, Jhon y su ex-amor se pusieron al día sobre sus vidas, algunos datos de forma un poco más atrevida que otros. Parecían haber cambiado tanto y sin embargo no habían perdido el interés y las ganas de saber más.