Cuando llegaste a mi vida

Capítulo 8

Con la mirada perdida en el horizonte Jhon evoca recuerdos de un pasado que dejó honda huella en su vida.Siente un vacío en su alma a pesar de ser millonario y  exitoso no es feliz.

 

¡El dinero no compra la felicidad! exclamó Jhon.

 

A pesar de poseer  una cuantiosa fortuna que heredó  de su padre años atrás ahora se encontraba valorando  lo que había sido su vida los últimos años.

 

No pudo evitar pensar—Hubiese entregado con mucho gusto toda mi fortuna a cambio  de recuperar a Juana.

 

—Señor,¿a dónde  lo llevo?---El chófer lo sacó de su honda meditación.

 

—Al centro comercial.---Respondió el melancólico hombre sin mucho interés.

 

El chófer maneja el lujoso auto deportivo, Jhon Parker  se recuesta un rato en el asiento y cierra los ojos,trata de ser optimista y no dejarse llevar por la depresión de no encontrar rastros de Juana,el amor de su vida.

 

—Le compraré un regalo para cuando la vea,así mantengo viva la esperanza.---Es lo que piensa en ese momento.

 

 Al llegar al centro comercial, John se baja del auto y se adentra en la multitud, en busca del regalo perfecto para Juana.

 

Mientras camina por las tiendas, su mente vuela hacia el pasado, recordando cómo conoció a Juana. Era una tarde soleada de primavera y John se encontraba paseando por los jardines de la mansión, cuando vio a una joven barriendo. Se acercó a ella y, con su característica timidez, entabló una conversación.

 

Lo que comenzó como una simple charla se convirtió en una amistad profunda y, finalmente, en un amor inquebrantable. A pesar de las diferencias sociales y económicas, John y Juana encontraron en el otro una conexión única y especial. Juana, con su calidez y humildad, conquistó el corazón del adinerado multimillonario.

 

A medida que avanzaba por los pasillos del centro comercial, John se imaginaba la sonrisa de Juana al recibir su sorpresa. Su intención no era impresionarla con lujosos obsequios, sino demostrarle cuánto la amaba y valoraba. Su fortuna no tenía comparación con la felicidad que Juana le brindaría.

 

¡Es lindo ese anillo!,pero nada supera su belleza— susurró entre dientes.

 

Finalmente, encuentra el regalo perfecto: un collar de plata con un pequeño corazón en el centro. John se imagina a sí mismo colocándolo alrededor del cuello de Juana y besando su mejilla mientras le dice lo importante que es para él.

 

Con el regalo en mano, John se apresura a regresar a su hogar. En el camino de vuelta, el cielo se abre y los rayos del sol iluminan su rostro. Siente una brisa cálida acariciando su piel y se da cuenta de que el paisaje ha cambiado por completo.

 

El día gris y melancólico se ha transformado en un espectáculo de colores vivos y alegres. John sonríe, sabiendo que también su vida ha cambiado. Su reencuentro con Juana le ha devuelto la ilusión y la esperanza de un futuro juntos.

 

John recrea en su mente cómo sería ver a Juana y darle ese obsequio, se arrodilla frente a ella y le entrega el paquete envuelto en papel dorado. Juana, sonriente  lo abre rápidamente y descubre el hermoso collar.Sin decir una palabra, John toma el collar y con delicadeza coloca la joya alrededor del cuello de Juana. La abraza con fuerza y  besa su frente, diciéndole en un susurro—Te amo, Juana. Eres mi más grande tesoro.

 

El millonario va rumbo a su oficina guarda el obsequio en una de sus gavetas se reclina en su silla giratoria y cierra los ojos para imaginar.Juana mira a John, con los ojos llenos de felicidad y emoción. Sabe que el dinero y los lujos nunca podrán comprar el amor verdadero y sabe que junto a John, su vida estará llena de amor, felicidad y plenitud.El sol brilla intensamente sobre la pareja, reflejando el amor que sienten el uno por el otro. En ese momento, John y Juana sellan su amor con un beso.

 

¿Te sientes bien padre?

 

—Hija me duele un poco la cabeza,pero no es nada.

 

—Te ví en la joyería.

 

—Compré un obsequio para una amiga que cumple años.

 

¡Pensé que tenias una novia!

 

¿Habría algún problema si así fuera?

 

—Ya eres adulto,y hace muchos años que mi madre murió,me da igual si rehaces tu vida sentimental.

 

El hombre se siente triste y se disculpa con su hija para ir a caminar por el centro comercial.

 

Mike se quitó la barba de Santa Claus y suspiró, preocupado por su madre que se había quedado triste en el departamento. Mientras pensaba en cómo poder animarla, el millonario Parker pasó a saludarlo.

 

— Hola Mike, ¿cómo estás?

 

— Hola Sr. Parker, estoy un poco preocupado por mi madre. La dejé un poco triste en casa y no puedo dejar de pensar en ella.

 

— Lo siento por eso, Mike. ¿Por qué no vienes a tomar un café conmigo y te distraes un poco? 

 

 ¡Claro! Me encantaría. Gracias, Sr. Parker.

 

Los dos caminaron hacia la cafetería cercana, y mientras tomaban su café, Mike compartió sus preocupaciones y el Sr. Parker escuchaba atentamente. A medida que hablaban, Mike comenzó a sentirse más aliviado y animado.

 

—Tienes mucho talento, Mike. No te preocupes por tu madre, estoy seguro de que estará bien. Y si alguna vez necesitas hablar, no dudes en buscarme.

 

—Gracias, Sr. Parker. Realmente aprecio esto.

 

¿Usted se encuentra bien?

 

—Sí Mike,algo arrepentido.

 

¿Algún problema? 

 

—Dejé ir al amor de mi vida hace mucho tiempo,ahora mi vida es gris.

 

—Entiendo,el amor de su vida ¿todavía vive?

 

—La ví hace unos días después de tanto tiempo—Jhon toma un sorbo de café.




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