Capítulo 22

Ella de verdad estaba disgustada al pensar que ese hombre se hiciera ilusiones con ella.

 —No sé cómo pudiste pensar que tus atenciones eran apropiadas. Me sentí incómoda e invadida en mi propia casa.---Expresó Camila.

El jardinero apenado apenas murmuró —Lo siento mucho, señorita Camila. No era mi intención incomodar, de ninguna manera. Me equivoqué y entiendo que mis acciones fueron inapropiadas.

Jhon se ve frustrado—Nathaniel, no puedo creer que hayas actuado así. Te hemos dado nuestra confianza durante todos estos años y esperábamos que pudieras comportarte de manera profesional.Yo tomé una decisión y te despedí. 

Nathaniel  con tristeza—Lo sé, señor Jhon. Me siento avergonzado por mi comportamiento y lamento profundamente haberlos decepcionado.Sí pudiera usted reconsiderar su decisión.

Camila  duda— ¿Por qué te comportaste de esa manera? No puedo entenderlo.

Nathaniel suspiró .— Perdóneme, señorita Camila, pero le confieso que... usted me recuerda mucho a mi difunta patrona. Ella también tenía un encanto natural y una elegancia similar a la suya.Yo la estimaba mucho y no puedo evitar recrear en usted a su difunta madre.

Jhon se ve sorprendido— ¿Te recuerda a mi esposa? 

Nathaniel cabizbajo— Sí, señor Jhon. Durante muchos años trabajé como jardinero en esta  mansión.Su señora tenía una gran influencia en mí. Solía cuidar de los jardines con ella y compartimos momentos de conversación. Cuando ella falleció, sentí un gran vacío en mi vida.

Camila se muestra conmovida—  Nathaniel, lamento mucho escuchar eso. No sabía que había encontrado en mí un resquicio de esa conexión perdida. Sin embargo, eso no justifica tu actitud .Soy tu patrona y ese tipo de confianza no me gusta.

Nathaniel asiente—Tiene toda la razón, señorita. No tengo excusa para haberme dejado llevar por mis sentimientos personales. Fue un error grave de mi parte y prometo que esto no se repetirá.

Jhon suspiró .—Nathaniel, estamos decepcionados, pero también tenemos en cuenta tu dedicación y lealtad durante todos estos años. Si prometes que esto no volverá a suceder, ¿estarías dispuesto a reconsiderar nuestra decisión y aceptar retomar tu puesto como jardinero?

Nathaniel los observa con gratitud—Señor Jhon, señorita Camila, no puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy por esta oportunidad. Les prometo solemnemente que mi único objetivo será realizar mi trabajo de manera profesional y respetuosa, sin ningún tipo de inapropiado apego emocional.

Camila lo miró  con cautela— Nathaniel, te daremos una segunda oportunidad, pero debes comprender que si volvemos a tener indicios de un comportamiento inapropiado, no dudaremos en tomar medidas más drásticas.

Nathaniel afirma—Por supuesto, señorita Camila. Asumiré la responsabilidad de mis acciones y haré todo lo necesario para reconstruir su confianza en mí.

Jhon con expresión serio—Está bien, Nathaniel. Te daremos una última oportunidad.

Nathaniel con determinación— No les  decepcionaré  , señor Jhon, señorita Camila. Trabajaré arduamente para enmendar mi error y demostrarles que soy un profesional confiable y respetuoso.

Jhon se encontraba en la mansión, recordando tiempos pasados junto a su difunta esposa Nathaly. Aunque su matrimonio había sido arreglado por sus padres, no había podido evitar sentir una profunda amistad hacia ella. Sin embargo, la falta de amor entre ellos era evidente, por lo que nunca la celaba con el jardinero que era muy allegado a la joven.

Para Jhon era irónico pensar en cómo la única conexión que tenían entre ellos era su hija Camila. A pesar de eso, Jhon consideraba injusto despedir al humilde jardinero, quién había sido amigo cercano de Nathaly. Era un hombre sencillo, pero su habilidad para cuidar y embellecer los jardines de la mansión era innegable.

Mientras Jhon paseaba por la mansión, la nostalgia se apoderaba de él. Recordaba las risas de Nathaly, las caricias bajo la sombra de los árboles y el suave murmullo del viento como música de fondo. Sin embargo, también recordaba la falta de emoción en su relación, la falta de pasión y el vacío que había sentido incluso estando junto a ella.

Se cuestionaba si realmente había hecho lo correcto al casarse con Nathaly sin amor de por medio. ¿Era justo haber sacrificado los sentimientos verdaderos por una unión impuesta?

 Jhon fue el lugar favorito de Nathaly,el jardín era algo especial rodeado de flores de colores y fragancias embriagadoras. Se sentó allí, en silencio, contemplando el paisaje y dejando que sus pensamientos fluyeran.

¿Qué fue lo que me detuvo? ¿Qué me hizo aceptar esta vida sin amor?---se preguntó en voz alta, buscando respuestas que solo su conciencia podía proporcionar.

Su conciencia, sin embargo, solo le devolvía un silencio incómodo. Jhon sabía que solo él podía encontrar las respuestas a sus propias preguntas. El amor no puede ser forzado ni fingido, y él había creado una farsa durante años.

Pero entonces, en medio de sus reflexiones, una idea comenzó a germinar en su mente. Podría honrar a Nathaly de una manera diferente, en lugar de despedir a aquel humilde hombre de quien ella había sido amiga. Podría mantenerlo en la mansión como un recuerdo vivo de su esposa y como un recordatorio constante del amor que él, en algún momento, había sido incapaz de dar.

Nathaniel, el jardinero de la mansión, estaba dedicado a su labor mientras podaba los arbustos del jardín. De repente, se detuvo para cortar una hermosa rosa, inspirado por su fragancia. Al inhalar su aroma, Nathaniel se dio cuenta de que Camila significaba mucho más para él de lo que había imaginado. Desde la distancia, contemplaba a la joven heredera,ella lo miraba   a través de la ventana, iluminando su día. Aprecia su elegancia y se da cuenta de lo mucho que significa para él,verla cada día. Anhela decirle a Camila cuánto la valora, sin darse cuenta de que también significa algo para ella.