Capítulo 30

Dos historias de amor entrelazadas y un mismo destino,la felicidad en brazos del amor verdadero.

Las vidas de Juana, Jhon, Michael y Camila cobraron el verdadero sentido de la vida,el amor. 

Para Juana y Jhon , ese amor juvenil seguía intacto, a pesar de los desafíos y obstáculos que la vida les presentó en su camino.La corona de esa  unión era 

Michael, la relación entre él y Camila floreció, ella al enterarse de que no era hija de Jhon sino del jardinero, experimentó una mezcla de emociones. Al principio le dolió no ser una auténtica Parker, pero con el tiempo logró asimilarlo y sintió como si un peso se hubiera levantado de sus hombros al darse cuenta de que podía amar a Michael sin restricciones.

Seis meses pasaron desde que los secretos salieron a la luz, y llegó un día especial: la boda doble  de Jhon y Juana, así como  Camila y Michael. La hermosa catedral donde se celebrarían estas uniones estaba llena de alegría y emociones encontradas. Las flores decoraban cada rincón, y la mirada de ilusión de ambas novias lo iluminaba todo a su alrededor.

Juana y Camila caminaban al altar tomadas del brazo,lucían hermosos vestidos blancos e iban a paso lento con la marcha nupcial marcando cada una de sus pisadas.En el altar padre e hijo esperaban ansiosos,ambos se veían muy guapos con sus trajes de colas de color azul marino y una flor roja en la solapa,una sonrisa vehemente se ligaba con sus miradas de adoradoción hacia los amores de su vida.

El momento esperado había llegado.Las parejas  intercambiaron votos llenos de amor y compromiso, prometiéndose  fidelidad y compañía en las alegrías y tristezas. Sus corazones laten al unísono, sellando así su unión de una manera que solo el amor verdadero puede hacer.

La catedral resonaba con las risas y los aplausos de los allegados que celebraban estas dos uniones tan especiales. 

El sol se ponía en el horizonte, tiñendo el cielo de tonalidades doradas y rosadas, mientras que en la catedral se celebraba el comienzo de una nueva etapa para Juana, Jhon, Michael y Camila. Dos parejas unidas por el amor, la sinceridad y la complicidad, dispuestas a escribir una historia llena de amor dónde la felicidad sería la invitada principal.

En medio de la belleza de la catedral y la calidez de los corazones reunidos, Juana, Jhon, Michael y Camila comenzaron una nueva etapa llena de amor, aceptación y felicidad. Quedando  demostrado  que el amor verdadero nunca se desvanece, sino que crece y se fortalece con el tiempo, superando cualquier adversidad.

Después de las emotivas ceremonias  los invitados se dirigieron hacia el lugar de la recepción de la boda, donde la alegría y la celebración continuaban en pleno apogeo. Mesas decoradas con flores y velas iluminaban el ambiente festivo, mientras que la música suave creaba una atmósfera de amor y felicidad.

Juana y Jhon se acercaron a su mesa, aún con la complicidad y la mirada llena de amor que siempre los había caracterizado. Jhon tomó la mano de Juana y le sonrió con ternura. ¿Puedes creer que finalmente estamos casados?---dijo Jhon, con una chispa de emoción en sus ojos.

Juana le devolvió la mirada con una sonrisa radiante. —Sí, mi amor. Estoy feliz de que estemos juntos— respondió Juana, sintiendo el corazón latir con fuerza.

En otra mesa, Camila y Michael compartían un brindis, disfrutando del momento especial que estaban viviendo. Camila tomó la mano de Michael y le miró con cariño. —No puedo creer lo afortunada que soy de tenerte en mi vida. Eres mi verdadero amor— dijo Camila, con voz temblorosa por la emoción.

Michael la miró a los ojos con una sonrisa amorosa. —Y yo soy el más afortunado de tenerte a ti. Eres mi luz, mi alegría, mi todo— respondió Michael, con ternura en cada palabra. Ambos brindaron con sus copas, sellando así su amor y compromiso eterno.

La noche siguió su curso con risas, bailes y abrazos entre familiares y amigos. La felicidad y el amor fluían en el ambiente, creando recuerdos inolvidables para todos.

Al final de la recepción, cuando los últimos invitados se retiraron y las luces se apagaron, las cuatro figuras se quedaron solas en el centro del salón. Se miraron unos a otros, sintiendo la conexión y el amor que los unía.

—Estoy feliz de que  hayamos encontrado nuestra felicidad—dijo Juana, con la voz llena de emoción.

Jhon asintió con una sonrisa—El camino no ha sido fácil, pero ha valido la pena cada momento. 

¡Alegría,para todos!,cero nostalgia,aquí se rompe una taza y cada quién para su casa o su luna de miel—Bromeó Camila.

—Cierto,Papá y mamá espero que la pasen bien en Venecia.---Expresó Michael.

¡Gracias hijo!,que lástima que se decidieron por Hawaii.---Dijo Jhon.

Camila miró a Jhon con amor y gratitud.—Te amo papá,siempre serás mi padre de cariño.

¡Y tu mi princesa Camila!

Ellos se despidieron y cada pareja se fue a su luna de miel.

La isla exótica   recibió a la joven pareja con hermosas playas de arena blanca, aguas cristalinas y exuberante vegetación, creando el escenario perfecto para el romance.

Durante su estadía en Hawái, Camila y Michael exploraron la isla.Las noches en Hawái eran mágicas y llenas de romance. Bajo un cielo estrellado, Camila y Michael se entregaban el uno al otro en cuerpo y alma, explorando su amor de una manera nueva y profunda. La complicidad y la pasión entre ellos se desataron sin inhibiciones, conectándose en un nivel más allá de lo físico.

En la intimidad de su habitación de hotel, se entregaban al amor con pasión y entrega. Cada caricia, cada beso, reflejaba el amor puro y sincero que sentían el uno por el otro,explorando juntos un mundo de sensaciones y emociones.