Cuando Llegaste Tú

Capítulo 19

Lia:
La verdad es que yo a Lucas lo amo. Cuando me dijo todo eso, me pareció sincero. A pesar de los años y la distancia, aún lo sigo amando. Cuando me tomó del cuello besándome intensamente, aunque me costó unos segundos reaccionar, le correspondí. Después de un tiempo, nos separamos por la falta de aire. Nos quedamos frente a frente, mirándonos a los ojos.
– Te amo – me dice con toda la sinceridad del mundo.
– Y yo a ti – le respondo para luego volvernos a besar.
No sé por qué, pero ahora que estamos juntos otra vez, me siento llena por dentro. Extrañaba sentir esta felicidad que siento cuando estoy a su lado. Cuando nos separamos, él se me queda mirando unos segundos más antes de alejarse un poco.
– Lia Miller, ¿quieres ser mi novia? – me pregunta, y las mariposas revolotean en mi estómago.
– Sí, sí acepto ser tu novia – le respondo, y él se acerca para besarme.
– Te amo, te amo, te amo... – me dice entre besos, y yo me río.
Después de un rato, regresamos a la playa y yo fui a hablar con mis hermanos, contándoles todo. La hermana de Lucas se puso súper feliz y cuando se los contamos a nuestros hijos, ellos dieron saltitos de alegría.
El resto de la fiesta se dio bien y ya en la noche, mi hermana aceptó cuidar a los niños para que yo pase tiempo con Lucas.
Cuando llegué a la habitación de Lucas, me metí para el baño a darme una ducha y él se metió conmigo.
– Lucas, ¿qué te parece si nos quedamos una semana más en el hotel nosotros y los niños? – le pregunto, dándome la vuelta en la bañera para verlo.
– Me parece bien, así recuperamos el tiempo perdido – me dice, dándome un beso, el cual correspondo.
– Y ¿sabes qué otra cosa me parece bien? Comerte aquí mismo – me dice, cogiéndome por la nuca y besándome con deseo.
Y sé que esta noche con él va a ser espléndida.
Lucas:
Los rayos del sol me despiertan. Me froto los ojos para mirar a mi lado y ver a la mujer más espléndida del mundo dormir. Me levanto con cuidado de no despertarla, voy al teléfono de la habitación, pido que nos traigan el desayuno y luego me meto a bañar.
Cuando estoy a medio baño, siento que alguien me abraza por la espalda y me giro para ver a la mujer más preciosa parada frente a mí.
– Buenos días – me dice.
– Buenos días, bella durmiente – le digo para luego besarla.
Después de bañarnos, desayunamos para luego ir a buscar a los niños y, de paso, informarles a todos que nosotros nos quedaríamos en el hotel una semana más, ya que ellos se irían hoy en la tarde.
Fuimos a recorrer Milán los cuatro juntos. En la tarde, acompañamos a todos al aeropuerto para luego regresar al hotel...
La semana pasó rápido y ya era hora de regresar a Madrid. En la mañana, empacamos las cosas, llevamos a los niños al parque un rato. Ya en la tarde, nos fuimos al aeropuerto, embarcamos el avión y después de algunas horas de vuelo, llegamos a Madrid.
Cogimos un taxi hasta la casa de Lia, donde me quedaría con ella y mis hijos. Apenas llegamos, acostamos a los niños, nos duchamos para dormir...
Lia:
A la mañana siguiente, me levanté temprano, preparé a los niños y Lucas los llevó a su nueva escuela aquí en España. Yo me fui a la empresa que tenía aquí en España para cuadrar los términos del concierto que haré aquí en Madrid, en donde revelaré mi identidad.
Ya en la hora de almuerzo, Lucas me vino a buscar a la empresa para luego dirigirnos a buscar a los niños.
– Oye, mis padres salen mañana para acá y ya les conté que volvimos a estar juntos. Estaban contentos – me comenta con la vista fija en la carretera.
– Ah, okey – le contesté.
– Oye, una pregunta: ¿qué crees que dirá tu padre cuando se entere de los niños, de que te lo oculté? – le pregunto mirándolo.
– Seguramente te echará una bronca y tratará de convencerme de que pelee contigo por la custodia de los niños – me responde con honestidad.
– Okey – le digo zanjando la conversación.
La verdad, sí que me espero una reacción así de parte de su padre. Me dirá que fui egoísta y mala madre, pero así es el padre de Lucas. Aunque, conociendo a Lucas como lo conozco, él me defenderá de su padre. Sé que él no se dejará convencer de quitarme la custodia, y eso me tranquiliza.
Después de unos minutos, llegamos a la escuela de los niños, los recogimos y fuimos a almorzar a un restaurante de comida china. Cuando terminamos de almorzar, Lucas me llevó a la empresa, ya que tengo que concretar cosas para el concierto. Además de eso, tengo que entrenar y trabajar en una nueva canción para el concierto, así que será una tarde muy larga.
Lucas:
Después de dejar a Lia en el trabajo, fui a la casa de mi hermana a hablar con ella sobre una sorpresa que le quiero dar a Lia. Al llegar, llevé a los niños afuera para que jugaran en el patio y poder hablar en privado con Alisia.
– Y dime, ¿qué me querías contar? – me pregunta mi hermana cuando regresé a la sala.
– Es sobre Lia. Quiero pedirle matrimonio – le respondo.
– ¡Oh, por Dios, Lucas! ¡Eso es fantástico! – me dice, parándose para abrazarme.
– Lo sé, y necesito tu ayuda. No voy a hacer la pedida de matrimonio mañana, sino el fin de semana, el sábado, ya que ese día ella tiene un concierto al que ir – le explico.
– Okey, te ayudaré en lo que necesites – me informa.
Le conté el plan que tenía. Después de eso, me pasé la tarde con los niños y luego fui a por Lia a la empresa.
A la mañana siguiente, llevé a los niños a la escuela y luego a Lia a su empresa para después dirigirme a mi empresa. El tiempo pasó volando. Fui a por Lia para luego ir por los niños para ir a almorzar todos juntos. Cuando terminamos, llevé a Lia a la empresa y luego fui a mi empresa con los niños.
La tarde transcurrió rápido. A las 5:00 pm, fui a por Lia para ir a casa. Cuando llegamos, cenamos y vimos una película. Cuando fueron las 6:30 pm, me embarqué hacia el aeropuerto. Media hora después, ya había llegado al aeropuerto y recogido a mis padres.
Cuando llegamos a casa, Lia los recibió con una cena. Cuando terminaron, se sentaron con nosotros y ahí fue cuando les contamos lo de los niños. La reacción de mi padre fue la que me imaginé, pero después de ver a los niños, se tranquilizó un poco. Menos mal que las cosas no pasaron a más que una simple discusión sin fundamento que rápidamente se resolvió...
Los días pasaron. Llegó el día del concierto. Eran las 8:00 pm cuando Lia ya se había ido. Como regresaría a las 2:00 am de la madrugada, empezaremos a preparar todo a las 12:00. Lo único que espero es que todo salga bien y acepte ser mi esposa...
Lia:
Las últimas semanas fueron bien. Los padres de Lucas estaban muy contentos con sus nietos y mi madre se vino a vivir un tiempo a España. Hoy es el concierto y ahora mismo estoy encerrada en mi camerino practicando para a las 10:00 pm comenzar el concierto.
Las horas pasaron y llegó la hora del concierto. Al salir al escenario, tuve un poco de nervios de cómo el público reaccionaría al saber mi identidad. Afortunadamente, el concierto salió bien y las personas reaccionaron muy bien al saber mi identidad. Ahora mismo voy camino a mi casa muy feliz con los resultados.
Al llegar a casa, cuando me bajo del auto, veo cómo desde el patio delantero había un camino de rosas rojas con velas al patio trasero. Lo seguí. Al llegar al patio trasero, me llevé una sorpresa al ver a mis hermanos, mis hijos, mi madre, la hermana de Lucas y sus padres. Lucas estaba en medio de un círculo hecho de rosas. Yo me acerco a él con curiosidad y asombro por lo que estoy viendo.
– ¿Qué significa todo esto? – pregunto atónita.
Veo cómo Lucas se arrodilla, saca una cajita pequeña. Ahí fue donde lo entendí todo.
– Lia Miller, aunque hace cinco años nos separamos por un error que yo cometí, ahora estamos juntos otra vez y no hay más pruebas que pasar para saber que nuestro amor es real. ¿Te casarías conmigo?...




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