CAPITULO 14

Capítulo 14 — Nervios y complicidad

10 de junio de 2023

Hoy me siento extraña… y un poco nerviosa.
Hace dos semanas que no me baja, y aunque sé que soy irregular, no puedo evitar preocuparme. Mi corazón late más rápido de lo normal, y mi mente no deja de imaginar escenarios que me hacen sentir un nudo en la garganta.

Adam está a mi lado, y su sola presencia me calma un poco.
—¿Estás bien? —pregunta, notando mi expresión preocupada—. Pareces tensa.

—No… bueno, sí… es solo que… —digo, bajando la mirada—. Hace un tiempo que no me baja y… me pone nerviosa.

Él me toma de la mano y me mira con ternura.
—Tranquila, Ayleen —dice con suavidad—. Todo va a estar bien. Lo importante es que no estás sola.

Nos sentamos juntos, y mientras hablamos, siento cómo su calma se mezcla con la mía. Me recuerda que no siempre puedo controlar todo, que algunas cosas requieren paciencia, y que compartir los momentos difíciles hace que los miedos sean más llevaderos.

—Vamos a esperar un poco —agrega él, con una sonrisa tranquilizadora—. Y mientras tanto, prometo distraerte, hacerte reír y estar aquí contigo en cada paso.

Y así lo hacemos. Nos ponemos a ver nuestra serie favorita, hacemos bromas tontas, recordamos momentos divertidos y, poco a poco, siento cómo los nervios se disuelven, reemplazados por la certeza de que estar con él hace que todo sea más llevadero, incluso los miedos que parecen gigantes.

Ese día me enseñó algo importante: no siempre podemos controlar lo que sucede, pero sí podemos apoyarnos en quienes amamos, compartir cada emoción y enfrentar juntos cualquier incertidumbre.

Y mientras cierro los ojos esa noche, con Adam abrazándome, pienso que incluso en los momentos más complicados, el amor verdadero se nota en los pequeños gestos, en la paciencia y en la tranquilidad que alguien puede darte cuando más lo necesitas.