Cuando menos lo esperas

Epilogo

Muerdo mis labios para evitar comerme las uñas.

―Esta espera me está matando―Dice Joselyn a mi lado mordiendo su uña.

―No hagas eso― Le doy una palmada en la mano.

―Tú también lo haces―Me señala.

Ambas estamos sentadas en mi cama mirando hacia el baño donde nos acabamos de hacer el test de embarazo.

Sofía tiene 6 años y su hermano Tyler 4. Llevamos tratando de quedar embarazados después de que nuestro pequeño Tyler cumpliera los dos años, pero no habíamos tenido suerte.  

― ¿Y bien? ― Pregunto a Joselyn que ha salido del baño con las dos pruebas.

― ¡Estamos embarazadas! ― Grita y se lanza en mi cuerpo.

Ambas reímos cuando caemos sobre la cama y mis ojos se llenan de lágrimas.

― ¿En serio? ―

Mi amiga me pasa la prueba y sale las dos rayas y luego me muestra la de ella y también hay dos rayas.

―Debemos decirles con una sorpresa a los chicos―Dice incorporándose de la cama y extiende su mano para ayudarme a levantar.

― ¿Cómo qué? ― Sigo observando la prueba llena de emoción.

― ¿Qué tal se le decoramos la sala con globos y confeti y un gran letrero ¨Felicidades van a ser papás¨? ―

―Me gusta la idea―

Ambas nos abrazamos de nuevo y planeamos todo para hacerle la sorpresa hasta el fin de semana.

Aunque a decir verdad me muero por decirles.

Dorian salió con los niños junto con Daniel y su hijo al parque mientras nosotras nos quedamos a preparar el almuerzo para toda la familia.

Las cosas han cambiado a lo largo de estos años. Dorian se graduó y de inmediato ingresó al bufete de Daniel y ambos son unos excelentes abogados. Mi esposo compró una casa más grande y nos fuimos después del nacimiento de Taylor, ya que quería espacio para los niños. Un gran jardín y un buen vecindario para que pudieran montar bicicleta. Joselyn y Daniel se casaron y tuvieron a su hijo Jason, quien es un año mayor que mi pequeño. Ella fue la primera en salir embarazada y nosotros quisimos esperar un poco a que Sofía estuviera más grande para empezar a tener más hijos, pero solo nos aguantamos 2 años.

Bajamos las escaleras y la puerta se abre. Los primeros en ingresar son mis hijos que se vienen encima.

― ¡Mami! ― Me agacho para recibirlos.

―Mis bebés― Mis hijos ríen entre besos.

― ¿Dónde está el mío? ―Joselyn hace un puchero y Daniel entra con su hijo dormido en su pecho.

―Este cayó primero―Sonríe al ver a su esposa y se acerca para besar sus labios ―Amor, sabías que…―

― ¡Estamos embarazadas! ― Grita Joselyn haciendo que me detenga y la mire con ganas de asesinarla.

― ¡Joselyn! Dijimos que le haríamos una sorpresa― Me levanto furiosa.

―Ups, lo siento―

―Ya se habían tardado en darse cuenta―Dice Dorian y se acerca para besarme.

― ¿Qué? ¿Ustedes lo sabían? ―

―Conocemos su cuerpo muñeca― Me dice mi marido.

―Además, Josy ha empezado a experimentar las etapas del embarazo― Dice Daniel.

― ¿Etapas? ¿Cuáles etapas? ― Mi amiga cruza sus brazos.

―Tus cambios de humor nena―Dice su esposo caminando hasta el sofá donde deja a su hijo con cuidado y pone varios cojines por protección ―Estás más sensible, irritada― Se da la vuelta y se acerca a su esposa.

― ¡No estoy sensible ni irritada! ―Grita Joselyn haciendo que su hijo se levante asustado ―Lo siento bebé, es que tu padre está irritable hoy―

Mi amiga empuja a su esposo y se acerca a su hijo, quien la ignora y se vuelve acostar en el mueble dándole la espalda.

―Ven, es igual a su padre―Joselyn hace un puchero y empieza a llorar.

―Les dije que está sensible―Susurra Daniel abrazando a su esposa.

―No puedo creer que ustedes lo supieran antes que nosotras― Le digo a mi esposo.

―Es porque la conocemos y las amamos tanto que sabemos cuando algo les sucede― Murmura Dorian entre mis labios.

―Te amo― Le digo.

―Y yo te amo más― Responde ― ¿Cómo te sientes? ― Me carga hasta sentarse en otro mueble y me sienta en sus piernas.

―Feliz, emocionada― Lo miro a los ojos ―Gracias, gracias por hacerme tan feliz―

―El que debe de agradecer, soy yo, me salvaste―Mira a Sofía, quien juega en la alfombra con su hermano ―Nos salvaste. Llegaste cuando menos lo esperaba―

―Nos salvamos― Recuesto mi cabeza en su pecho.

Cuando menos lo esperas, mi príncipe azul llegó a mi vida para darle sentido convirtiéndose el protagonista de nuestra historia de amor.

 




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