Cuando No Ves

La Prisión

Todos creían que habíamos fallado. 
Lo que no sabían es que nosotros nunca fallamos.

Nos estaban cambiando de celda (lo cual no tiene sentido, nos encontrábamos en la peor celda posible. Pero no seamos negativos, nos tocó a Alex y a mí juntos).

Yo enserio detestaba ese olor.

El lugar era completamente oscuro, apenas alumbrado por algunas antorchas, el lugar era repugnante, parecía haber charcos de agua, mezclados con sangre y... Eso era orina?? 
Decidí no pensarlo mucho y seguir de largo, teniendo cuidado de no pisar los charcos de procedencia dudosa.

El guardia abrió la celda de hierro, hecha para la restricción de magia. He de decir que me sorprendió ese hecho, ya que somos exclusivos los que tenemos el don de utilizar magia, así que no en cualquier prisión encuentras restricciones de magia. El guardia nos empuja a la celda y en una inclinación exagerada empieza a hablar.

-M-mi señora, hemos traído a los prisioneros t-t-tal como lo pidió, ¿D-desea algo más?

Fue ahí cuando me di cuenta que había una persona dentro de la celda... Y que el guardia se dirigía a esa persona. La oscuridad que había en la habitación no me permitía ver el rostro de la persona, apenas podía ver su silueta, ya que se encontraba en una esquina... Espera, ¿¡Dijo señora!?

¿Es posible que nos estén metiendo a la misma celda que una mujer?  Y ¿Por qué el guardia le tiene tanto miedo?

Fue cuando la voz de la “señora” llegó a mis oídos que empeze a comprender por qué.

Una voz que no es voz, de una niña y de una anciana, una voz joven y antigua a la vez. Nunca había escuchado algo así, era tan siquiera posible??

-Oh, Brut. Mi capitán favorito, como está tu esposa, ¿ya dió a luz?

-Aún no mi señora, pero... ¿Cómo sabe que mi esposa esta embarazada? No recuerdo habérselo mencionado.

-Y es por eso, mi querido Brut, que estoy muy triste, ¿cómo pudiste no contarme? Y yo aquí pensando que había confianza entre nosotros, pero dime, ¿Cómo va su embarazo? Escuche que es complicado.

-A-a-así es, mi señora, es un embarazo complicado.

-Ay pobre mujer, yo que tu Brut, regresaría corriendo a casa, en menos de 20 minutos la vida de los dos estará en riesgo, y uno de los dos no sobrevivirá.

-Ejemp... Aun estamos aqui eh.-dijo mi hermano-.

De fondo podíamos escuchar los bramidos de Brut ordenando extrema seguridad y dejando a alguien a cargo para ir a su casa. Cuando esa cosa fijo los ojos en nosotros, incluso en la oscuridad, podía jurar que sus ojos brillaron como dos gemas de oro, para después perder su esplendor cuando dijo en un tono de voz completamente humano.

-Bienvenidos a mi humilde morada, hermanos de Tahara. A partir de hoy seremos muy buenos amigos- y diciendo eso una hermosa joven de cabello oscuro como la noche y piel blanca, esbelta y con unos ojos color miel con un pequeño rastro de oro, esta extendió su mano diciendo- Me llamo Irene.



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En el texto hay: accion aventura y drama

Editado: 15.12.2020

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