Cuando nuestro amor florece

Capítulo 11: La pasión se enciende

16 de enero de 2021

Suho

—Los niños se quedarán con mi hermano este fin de semana, Jia también se quedará con ellos. Parece que el haberse enterado de la verdad ha provocado que odie más a mis padres de lo que ya lo hacía, aún ninguno de nosotros ha tenido la oportunidad de comentarles a mis padres lo que ha sucedido, no los veo mucho así que eso tampoco ayuda. —Le comuniqué a Youngmi con una sonrisa en el rostro, nos encontrábamos solos en casa tomando un café.

 —Y la señora Iseul tampoco ha aparecido por aquí estos días —esbozó una mueca en su rostro—. Si algo tenemos usted y yo en común es que nuestras parejas actúan como si no existieran.

 —¿En verdad no has sabido nada de tu novio desde que empezaste a trabajar aquí? —le interrogué, si soy honesto me molestaba que aquel hombre tuviera la oportunidad de estar con una mujer tan bonita como ella y que la tratara de tal forma.

 —No he hablado con él en absoluto —negó—. A este punto me pregunto si seguimos juntos o ya me abandonó sin siquiera avisarme.

 —¿Y llevas cuatro años y medio con este hombre? —farfullé sin poder creerlo.

 —Digamos que tú y yo tenemos algo en común; una relación que no sirve en lo absoluto —me respondió mientras comenzaba a reírse.

 —¿No te parece que deberíamos hacer algo al respecto? —Si bien es cierto apenas he compartido una semana con ella, es la primera mujer que me atrae muchísimo desde Seolhyun.

 —¿Hacer algo al respecto? ¿Cómo qué? —fingió no darse cuenta de la manera en la que yo le estaba hablando.

Dejé mi café de lado y me acerqué un poco más a ella, de inmediato noté como se tensó y esbozó una pequeña sonrisa en el rostro.

 —Podría decir que estoy loca o simplemente usted está cruzando una línea conmigo —lo dijo con una sonrisa dejando su café sobre el mesón y acercándose más a mí.

—Por supuesto que estoy cruzando una línea contigo, señorita Youngmi, lo que quiero saber es si me dejarás cruzar esa línea o si debo conformarme con mantenerme lejos de ti —le confesé con pesar.

—No quiero que te hagas ilusiones, pero no me importa si cruzas o no la línea.

 —Supongo que puedo hacer esto de ser así…—coloqué mi mano sobre su mejilla, evidentemente deseaba besarla e iba a aprovechar el que estamos juntos en este mismo instante. 

Suspiró con nerviosismo mientras colocaba su mano sobre mi mejilla.

Iba a besarla, era un hecho.

 En cuanto me disponía a besarla como quería, el timbre del departamento sonó
arruinando nuestro momento íntimo.

 —Parece que a los demás les encanta arruinar lo que más aprecio.

 —El que nos hayan interrumpido en este momento no quiere decir que van a arruinar nuestros deseos todo el tiempo —murmuró antes de retirarse de mi lado con una sonrisa coqueta y dirigirse a abrir la puerta.

 Enarqué la ceja apenas noté que se trataba de un hombre al que no conocía, el rostro de Youngmi me confirmó que ella sí lo conocía.

—Taeyong…¿Qué estás haciendo aquí? —le interrogó. Bingo, se trata de su estúpido novio.

Ella estaba a punto de serle infiel conmigo y ha decidido aparecerse en este instante, vaya coincidencia.

 —¿Es lo primero que dices al ver a tu novio que ha venido a visitarte desde tan lejos? —este le dijo plantando un beso sobre la mejilla de la mujer.

 Decidí intervenir debido a que noté lo incómoda que ella se sentía, no pude descifrar si se debía a lo que acababa de ocurrir entre nosotros o si no sabe cómo reaccionar a la visita de su novio.

—Buenas noches, soy Suho —me presenté extendiéndole la mano, él la tomó por educación, no obstante, me apretó con fuerza. Quizá se está imaginando cosas que no son entre su novia y yo. Aunque voy a ser un descarado pues ya están sucediendo muchas cosas entre ella y yo.

—Taeyong —apenas dijo.

—Me habrías avisado que vendrías a verme Taeyong, le habría pedido permiso
a Suho para salir. 

—Quería darte una sorpresa corazón, ahora sí al señor no le molesta, me
gustaría llevarte a cenar. 

—Por mí no hay ningún problema —le respondí fingiendo una sonrisa. Puede que hoy haya ganado, pero, muy pronto su novia lo dejará para estar conmigo y seré quien reirá al final.

 —Iré a cambiarme, dame unos minutos —Youngmi mencionó y desapareció de
nuestra vista.

Cerré la puerta detrás de Taeyong.

—Quizá ella es demasiado ingenua como para darse cuenta, pero, puedo ver lo
que ella no ve. No creas que soy un tonto y que no acabo de ver la manera en
que la miras.

—¿Acaso te importa la manera en que la miro? Ni siquiera la llamas o le envías un mensaje, ahora apareces de repente con esa pésima actitud. Esa no es la manera de tratar a una dama como Youngmi.

—¿Por qué te metes en lo que no te importa? Eres un hombre casado, preocúpate por todo lo que tenga que ver en tu matrimonio en lugar de estar mirando a la mujer de otro hombre —soltó con enojo. No pienso negarlo, es un hombre bien parecido, pero, si hablamos de actitud, es evidente quién de los dos podría ganar esta batalla por el corazón de Youngmi.

 —No voy a ser un hombre casado por mucho más tiempo, estoy por divorciarme. No creas que ella no me ha dicho que no la escribes o que no actúas como todo menos un novio. Si tanto te interesa estar con ella por lo menos deberías darle el tiempo y el amor que merece como mujer.
Juro que estaba dispuesto a seguir diciéndole las mil y unas razones por la que un hombre como él no se merece a Youngmi, no obstante, ella apareció en la sala una vez más con un rostro lleno de nerviosismo.

 —Estoy lista Taeyong, creo que podemos irnos —si algo me alegraba era que ella no lo trataba con amor realmente.

—Vuelve temprano Youngmi —le dije con una sonrisa y ella sintió.

 Taeyong salió de mi departamento con una actitud hostil, Youngmi se quedó a
mí lado y me dijo:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.