Capitulo único

Los años habían transcurrido ya no éramos los mimos de esos años, tantas cosas hechas, tantas rosas, tantos planes propuestos, de verdad que a los 16 años planificamos que estaríamos juntos toda la vida y como tal nos incluimos cada uno en cada plan que hacíamos.

Creciamos en conocimiento, en estatura y también en nuestro cariño, la verdad me.imoirtaba poco los planes que tenían mis padres de mi, solo estaba soportando hasta ir a la universidad, deseaba estar lejos de casa y de las muchas reglas impuestas por ellos, pensé que.podria proteger lo que teníamos y de verdad que luche por hacerlo.

Convivir con él todos estos años, no olvidó cuando ni como nos conocímos, era abril, en una competición de primaría, nos enfrentamos en ajedrez, a decir verdad no era tan bueno como el pero vaya que le dí guerra hasta que al final lo que era obvio me venció.

Un año después coincidimos en la misma secundaria obviamente yo iba un año adelante de él, pero se le hizo fácil comerse un año para en el último año se compañeros de año y de salón, fue así como a los dieciocho años estabamos listos para la universidad, no queríamos estudiar lo mismo, el economía y yo derecho.

El primer año de universidad fue de lo más maravilloso, pasaron muchas cosas que fueron como tinta en mi piel y recuerdos de primeras experiencias en mi mente, yo cada día estaba que quería más de esa relación añoraba con todo mi corazón poder cumplir mis promesas para con él.

Esas tardes en la biblioteca, esas cenas a altas horas de la noche por estar estudiando y en tareas la forma en la que.me había sentir seguro son las cosas que más extraño, las extraño tanto, si hubiera podido hacer un hueco y quedarme allí a tu lado siempre claro que lo hubiera hecho, si hubiera encontrado una forma de hacerlo no me hubiera importado nada lo hubiera hecho.

No olvidó las exigencias de mis padres, la necesidad de cubrir los espacios que ellos esperaban de mi, ya para iniciar un tercer año de universidad, con todas las presiones del caso, mi padre era alguien que necesitaba medicamentos especiales un hombre muy trabajador y dedicado a la familia, no voy a aociltar lo bueno para solo sacar a relucir lo malo, un amigo de infancia abrió un espacio para que trabajase con ellos pero debía viajar a otro país, estaba viendo posibles soluciones, para solventar la necesidad en mi familia, sin decir nada a nadie ya tenía veintiun años y aunque Namjoon era de gran apoyo para mí en realidad no era su carga mucho tenía con seguir los lineamientos de sus abuelos.

Esa tarde estaba fuera de mi habitación de la universidad, había ido por un café, de verdad que necesitaba memorizar muchas cosas y la cafeína hacía un trabajo espectacular, Nam iba tan bien y fresco como siempre que no quise para nada que se quedará en ese duro proceso conmigo por lo que lo eche de mi habitación y le pedí que saliera y se relajara, que lo hiciera por los dos, después de derretirse entre sus brazos salió para encontrase con unos amigos.

Quién diría que esa noche las cosas se saldrían de control, un par de cervezas fueron un poco más que eso, la fotografías en los sitios sociales de la universidad eran innegables, a esa fiesta fueron chicas de otra facultad llevando como meta tener algo que ver con los de economía y así fue, esas fotos me hirieron muchísimo y aunque quisimos sanar la relación fue imposible, me volví posesivo, ansioso, celoso teniendo que corroborar siempre donde estaba y con quién, esa ya no era vida para mí todo se fue a caño cuando la rubia con la que disfrutó en esa fiesta llegó a mi habitación buscándolo.

Pese que él le pidió que se retirara del lugar ella estaba empeñada en conversar con el, así que amablemente le pedí que saliera de mi habitación y que debía conversar con ella, no supe los detalles de su conversación, no los quería saber, esa tarde cuando el no volvió y no me contacto me decidí, acepte el trabajo del amigo de.mi padre y empezaron las gestiones para cambio de universidad y documentos necesarios para mí salida.

Fue una semana en verlo a él, quién sentía que cada día caminaba sobre cristal roto cuando estaba a mi alrededor, mi amor por el no murió de un día para otro, no, mi amor por el se fue apagando por decisión propia, no quería sufrir, así que teniendo ya todo listo para mí viaje, lo invite a cenar, me puse ese conjunto formal, le veía tan feliz y yo solo quería llorar, esa noche no sé el pero para mí hicimos el amor, dejé todo el dolor a un lado y me permití amarlo una vez más, nuestros encuentros habían sido tan pocos, nuestra relación llenaba tantos aspectos que el ámbito sexual era importante pero no el centro de nuestra relación además estábamos tan llenos de todo que tener un acoston de un momentito no figuraba en mis planes.

No pude despedirme de frente y no entre sus brazos, dejé una carta  en la mesita de noche, llegamos tan tarde a mi habitación que no se dio cuenta que mis cosas no estaban en ella, tome mi maleta y salí de allí dejando todo atrás y a él en especial.

Mis años en Canadá no fueron los mejores debía trabajar y estudiar con el corazón roto con el deseo de tomar un vuelo y volver pero no fue posible, me di cuenta de las deudas de mi padre y si situación médica sin filtros, así que decidí ser filial por sobre todo.

Aquí ya con veintinueve años estoy volviendo a mi amada Corea, mi padre salió de su inminente peligro de salud, está en una casita de campo con mamá, yo estoy para seguir con el deseo de mi jefe de dirigir la cede en Corea, no fue mi plan estar al frente del área empresarial pero Dong confiaba muchísimo en mí.

Tuve un novio, un rostro y figura envidiable pero no pudimos conectar lo suficientemente como para que pudiéramos seguir así que Jasper es un recuerdo como un intermedio de lo que se que no volveré a tener.
Ahora aquí en mi día a día en Corea MinHae mi colega el encargado del área penal y familiar se está esforzando para que lo mire, ya lo ví, es un buen hombre y con muchas capacidades a veces pienso si podía funcionar entre nosotros.