Tres días pasaron de la noticia de su amiga y 3 días que no sabe nada de ella, tal vez se fue a vivir con su novio, y como es de manipulador, no la dejaría ni asomar la cara por la ventana.
Esto es serio, el infierno que Yersenia no quiere vivir puede que su mejor amiga ya lo viva, lo peor de todo que es para siempre, sobretodo si se casan, mucha gente les impedirá que se separen, un divorcio en esta época es imperdonable.
Por esta misma razón se dirige hacia el puesto donde se ponen sus padres, la ignoran, ni los buenos días le devuelven, Yersenia cree que su propia madre fue a quejarse con ellos ha cerca de sus comportamientos en el rancho y tal vez esto haga pensar que Pamela haya sido influenciada por ella para salir preñada.
Se devuelve impotente, nada más hizo un coraje innecesario, quién sabe, probablemente Pamela si se fue con aquel demonio.
Otro viaje en camión de nuevo a la casa para ser la sirvienta, hacer todo rápido para disfrutar de su juventud y estar con sus amigas.
A media calle ya va corriendo, pasa por un árbol de roble cuando de pronto sale una joven con un vestido azul de puntos blancos, cabello negro o ondulado y cara redonda, Pamela.
Yersenia la ve y no la cree, es como si un santo se le apareciera, no puede ni parpadear a pesar de que sus lágrimas brotan como fuente e inmediatamente le va a dar un cálido abrazo.
- Mis padres me corrieron de la casa después de que mi novio me diera la vuelta y me dijera que ese bebé era de alguien más- Dice Pamela con una cara de frustración imposible de sostener.
Yersenia inundada en la impotencia, le duele en el fondo su ser que Pamela la traten de esa manera.
Pamela le cuenta que se escapó de su casa, viajó por toda la ciudad, se perdió en un intento de llegar a este rancho, Yersenia era lo única persona que la puede apoyar, para esto tuvo que vivir durante 2 días en las calles, en el frió del pavimento, intentar dormir no era posible, sus pensamientos eran ocupados de ideas preocupantes a cerca de la lluvia, los robos, secuestros etc, hay tantas posibilidades, después de por fin pasar esta travesía encontró el camión correcto.
Al llegar al rancho se instaló en el cerro y ahora vive debajo de un árbol con unas pocas cosas que sus padres le lograron dejar sacar.
Al escuchar esto, Yersenia se la llevó sin pensar con su madre en busca de un pedazo de refugio en su casa, de tan solo imaginarla en la calle sola, se le partía media vida.
Yersenia le cuenta, a su madre, con lujo de detalle todo lo que le está pasando a Pamela, sin embargo solo pone una cara seca al barrer el patio mientras escucha a su hija loca y desesperada, de pronto sale de la boca de Yersenia la palabra: "Embarazada"
- No, no, no, no tengo ni para darle de comer a mis hijos menos a uno que ni es mío, sobretodo cuando fue producto de la calentura, lo siento Pamela pero yo no vengo a resolver los problemas de los demás aún cuando tú error fue fuera del matrimonio- Dice despectivamente.
Yersenia no podía contener ese sentimiento de coraje tan ardiente que le provocaba un vacío en el abdomen que le aprieta hasta la última tripa.
- No me la creo que seas tan ¡¡Hipócrita!! ¿¡Eso te enseña dios!? ¿¡A dejar sin comer a un bebé!?- Exclama Yersenia entre lágrimas que la ahogaban en un llanto tan exageradamente ofensivo.
Su madre se queda muda e impresionada y le rompe la cara de una cachetada, causando que salga corriendo junto a Pamela hacia la calle a modo de reproche.
Pamela se disculpa múltiples veces, Yersenia no debe cargar con el error de alguien más pero eso no le interesa, es su mejor amiga, no la puede dejar sola, Pamela no tiene donde dormir ni si quiera tiene comida, sabe Dios cuanto tiempo lleva sin comer.
Van al refugio de Pamela, al pie de un árbol con unas ramas que apenas tapaban un poco los rayos del sol e imposible que la protejan de una tormenta de hecho es contraproducente en esta época del año de tormentas eléctricas, un rato debajo de estas ramas y adiós madre e hijo.
Pamela le dice que no hay problema ella está bien así, se tira en la tierra, hace unos pequeños posos, y planta unos frijoles que se robó en la casa de Yersenia, con la esperanza de que también nazcan.
Yersenia no puede ni ver el estado precario en el que se encuentra su casi hermana, este lugar le da una vibra muy extraña como si alguien estuviera a punto de robar o algo a Pamela así que se la lleva de la mano corriendo en dirección a la plaza del rancho.
Selene y Claudia se extrañan mucho de ver a esa chica de vestido azul, nunca la habían visto, intuyen que puede ser aquella amiga que les contaba Yersenia que tenía en el mercado estatal.
Yersenia va directo al grano. - Oye Claudia, en la fábrica donde trabaja tu tía ¿no hay alguna vacante para mi amiga Pamela?-
Claudia le dice que en la mañana vayan a la casa de tía, ella les dirá.
Claudia aún seguía con mucha intriga, ni las saludó, realmente se sentía un poco apartada por esa chica. -¿Quién es esta?-
- Oh perdón, se llama Pamela, es mi amiga del mercado, vino a visitarme y me dijo que ocupa trabajo, por... Por... Por...-
- Por que soy huérfana y no tengo trabajo- Pamela completa y taja bien la respuesta de Yersenia, revelar el embarazo no es muy favorable aún.