Después de degustar el delicioso cordero asado especiado, el rey se levantó de la mesa y se retiró a sus aposentos. Al mismo tiempo, la criada de los señores Maug depositaba la carpeta de cartón en el escritorio del guardia real. El mismo recorrido hecho por la mañana se repitió. El rey sobresaltado por el ruido de pasos, salió de su estancia para averiguar lo que ocurría. La criada, nuevamente sin aire, le entregó la carpeta. El monarca, entusiasmado, entró en su habitación, se sentó en la cama y abrió la carpeta.
En el interior, había una pequeña nota y el informe. Como la vez anterior leyó primero la nota.
Su Majestad, en esta humilde carpeta le hago entrega de mi informe, que espero que sea de su agrado. Mi nombre es Kevin Maug, heredero de la empresa Carbones Maug. Mi familia es una fiel defensora de la monarquía y de los derechos de sus ciudadanos.
Sin más preámbulos, le dejo que lea mi informe.
Un saludo,
Kevin Maug.
El rey se desilusionó. Era el informe del burgués, no el del campesino. Al menos, se consoló, parece que no será idéntico al de Richard Blackmont.
En el presente informe, le expongo en diferentes secciones mi idea de la nueva forma de gobierno.
Sociedad
La sociedad seguiría más o menos como está, es decir, las clases sociales seguirían existiendo y la principal diferencia sería la cantidad de fortuna que se poseyera. La nobleza sería nombrada así por los títulos, la burguesía tendría la mayor parte de las empresas y el campesinado ahora con un poco más de dinero, tendrían un nivel de vida aceptable y seguirían trabajando para la burguesía.
Jefe del estado
El jefe del estado seguiría siendo el rey, pero con menos poder que ahora, pues todos sus movimientos deben ser autorizados por un parlamento, el cual, estaría formado por burgueses y nobles.
Seguramente, se pregunte quien será el rey, pues bien, como tristemente la línea de sucesión se quedará extinta tras su fallecimiento, se remplazará a ese rey por el presidente del parlamento. Quien dirigirá el país y lo representará ante las demás naciones.
El ejército
Toda nación, debe de tener un ejército para que la proteja, y la nuestra no será una excepción. Pero, si será voluntario. Todo ciudadano que sienta la llamada por la formidable labor de proteger a nuestra bella nación será bien recibido. No habrá diferencias entre clases y todos por igual, podrán optar por ascender en su carrera militar. Además, se les dará un sueldo que variará a medida que se ascienda.
La religión
La religión ha de ser libre y opcional, por lo que no se obligará a ningún ciudadano a profesarla. Claro está el clero tendrá un poco de poder en el parlamento, pero no demasiado.
La economía
Este es un tema, un tanto complicado de explicar, pero haré un intento. Los trabajadores trabajaran por un salario fijo, según la profesión que desempeñen. Este nunca debe bajar. A principios de mes, se les entregará su salario. Claro está, estos trabajadores tendrán unos derechos, para evitar la explotación y los niños menores de 14 años, nunca trabajarán.
El campesinado pagará un impuesto menor que la burguesía y esta, a su vez, menor que la nobleza. Así tendremos dinero, para cuando lleguen las vacas flacas.
Conclusión
Creo que es un sistema igualitario, en el que todos tendremos oportunidades y que funcionará bien en la práctica.
Espero su resolución con esperanza.
Terminó de leer, y depositó cuidadosamente el informe en el interior de la carpeta de cartón. Se tumbó en la cama y miró el techo blanco que se extendía sobre él.
Parece un buen sistema, pensó, mejor que el de Richard. Quizás así, sus ciudadanos tendrían más oportunidades y más derechos. Pero antes de dar una respuesta, quería leer la propuesta de ese campesino. Richard Blackmont y Kevin Maug, proponían dos formas de gobierno diferentes, pero a su vez perseguían el mismo propósito, quedarse ellos con el poder.
Entre tales pensamientos, el anciano monarca se quedó dormido.
Dejemos por un momento el ajetreado palacio, por ahora parece que ninguno de los dos personajes que quedan va a entregar su informe. ¿Por qué? Empecemos por el favorito de rey, Braulio Thomas, está segando en el campo bajo el sol abrasador, mientras que su esposa que es la encargada de llevar el informe está comprando maíz para hacer harina.
Ahora veamos a Ana Flynch, cómo el lector recordará, esta aún no había relatado su informe. Les hago un pequeño resumen de lo que aconteció por la mañana. Nuestra protagonista se fue a casa de su hermano, con el pretexto de ver a su joven cuñada. Cuando llegó allí le contó a su hermano sus planes y este cogió varios folios y tinta para comenzar a escribir. Ana le dictaba lo que tenía que escribir y este lo hacía. Como no salió bien a la primera, Ana se tuvo que quedar a comer y por la tarde terminaron el preciado informe. Cómo ella debía regresar a su hogar para que su marido no sospechase, su hermano se ofreció a llevar el informe a palacio.