Prologo

El reloj no da vuelta hacia atrás y los minutos pasan en mí vida con el incesante recuerdo de que ellos ya no están, su foto sigue acompañando mis noches y días, su recuerdo y su aroma sigue en mi mente, pero no los abrazare nunca más, es duro luchar con el dolor y mucho peor con el odio, él, ese hombre de la mascara que robo la luz de mí existir también dejo instalado en mi mente el deseo de la muerte.

Las pulseras y mis muñecas son inseparables, esconden la cicatriz que ahí vive, sanaron en mi piel muy rápido y aun así siguen doliendo como el instante en que me lastimaron, duelen igual a las cicatrices de mi alma, ese día jamas se borrará de mi memoria..

— Quien eres tu... ? — la voz de papa se escucha desde mi habitación

— Noooooo, Damian... que te pasa, sal de aquí — mamá grita y mi corazón da un vuelco, no se que sucede así que me asomo por la puerta

Un hombre con una mascara y vestido de negro, tiene a papá tomado del cuello con una soga, trata de soltarse pero el lo apuñala con una navaja en la espalda, dejándolo caer al suelo, una lágrima rueda por mi mejilla, trato de no gritar para no ser vista.

— Callate perra — una bofetada recae en la mejilla de mamá, quien cae al suelo, papá se encuentra a centímetros inconsciente

Tapó mi boca con la mano para no gritar, es demasiado tarde la mirada del desconocido recae en mí, cierro la puerta de golpe y trato de esconderme debajo de la cama, con mi celular en mano marco el primer numero que recuerdo.

— Cual es su emergencia ? — una voz femenina me responde

En susurros digo lo que sucede — quiere matarnos — sollozos salen de mi boca — ayuda

La puerta es abierta de golpe y pude divisar como se acerca a mi escondite, el miedo en mi crece conforme el se acerca, quiero gritar y salir de aquí, ver como están mis padres y que todo esto acabe

— sal de ahí - su voz es calmada, no salgo temo me golpee — que salgas de ahí, Demonios.!! — grita y un estruendo se escucha, y veo caer cosas al suelo, el llanto comienza a salir

Las sabanas de mi cama son arrancadas y veo cada movimiento con pánico, sus manos se adentran en mi escondite y jalan de mi como si de un animal se tratara, me enfrenta a el levantándome en el aire, no veo su rostro pero si sus ojos, unos ojos llenos de lujuria y odio.

Siento un dolor cuando me lanza, sintiendo cada parte de mi cuerpo chocar con el duro suelo, en un instinto me arrastro hacia atrás, choco con la pared, el se acerca cada vez más a mi, ahora con una navaja en sus manos, se acerca a mi rostro y siento su asqueroso aliento.

— Serias la ultima, quería que vieras como asesinaba a tus padres — la navaja recorre mi rostro aun sin tocar la piel, y mi llanto cae — pero como tu quieras, terminaré contigo antes

— no... por favor — un grito sale de mi como una suplica, la cual no es escuchada

Su navaja esta en mi abdomen, presionándose contra mi ropa, una mano se posa en mi muslo y quiero que se aleje de mi, toma mi mano con fuerza y sin perder tiempo siento como el desgarra mis venas y el ardor se apodera de cada parte de mi cuerpo, toma mi otra mano y hace exactamente lo mismo, el dolor ahora creció igual que el miedo, miedo por lo que pueda suceder después, miedo por no volver a ver a mis padres, por que esto termine así, sin a verles dicho que los amo.

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— Encontré algo... — por el comunicador se escucha la voz de mi compañero quien nos avisa desde la habitación

La escena que estamos viendo nos deja sin palabras, mas en este trabajo se ven tantas cosas así que no podemos darnos el lujo de que nos afecte, tienes que ser fuerte y algo insensible para poder realizar todo esto.

Una pareja fue asesinada cruelmente, sus cuerpos están casi desnudos en la sala de una casa, con diversos golpes y signos de haber sido torturados, el hombre tiene una cuerda atada al cuello, una puñalada en la espalda y dos disparos, la mujer tiene las manos atadas a su espalda cortaduras por su abdomen y fue asesinada con un disparo en la cien.

Y la única pista que tenemos es esa marca que deja siempre el asesino en todos sus crímenes, realiza el mismo acto, las mismas características en sus víctimas y aun no hemos dado con el.

— Que encontraste... — contesto con voz baja

La respuesta tarda en llegar

— Es una niña de unos 12 años

— Esta muerta ? — espero una respuesta, pero no llega —oficial Lopez, esta muerta.. responda

— Esta inconsciente, pero tiene signos vitales...

— Doctor venga — camino siendo seguida por el doctor Erick, asiéndole paso entre las cintas policiales para llegar a la habitación donde se encuentra mi compañero, si hay una vida que podemos salvar, se hace todo lo posible.