Odio que toquen la puerta todas las tardes aproximadamente a las cinco de la tarde, justo cuando estoy tomando té. Normalmente corro lo más rápido posible para espantar a los niños que juegan a tocar y correr, a veces los insulto con gritos y a veces solo me resigno a tomar mi té sin darle importancia, pero hoy tocaron la puerta más de dos veces, así que me dirigí a abrirla pensando que al fin tengo visita; sin embargo, no había nadie afuera, así que decidí cerrarla y volver a mi té, pero volvieron a tocar la puerta. Voltee molesto viendo la entrada pensando que ya estoy viejo para estos juegos, pero, cuando agudicé el oído al escuchar que volvieron a golpear, me di cuenta de que el sonido venía del segundo piso.