Mi gato ha arañado el mismo lugar de la pared desde hace una semana, así que hoy he decido demostrarle que solo es una pared.
Llamo a mi gato y me acerco a la pared que está llena de arañones y la golpeo un par de veces para darme cuenta de que suena como si fuera madera y no cemento, así que me dispongo a retirar la pintura que lo tapa, así como una ligera capa de... ¿yeso? En fin, luego de horas de trabajo me encuentro frente a una puerta roja mediana, no tan alta como yo, pero tan poco tan pequeña como para pensar algo extraño. Giro la manija y empujo la puerta, pero la puerta tiene un picaporte puesto desde el otro lado. Trago saliva y pateo la puerta justo en el lugar donde supongo está el seguro logrando abrirla, pero solo para ver una larga escalera que llevan hacia abajo y no logro divisar un final.