Sus piernas temblaban, aquellos invasores profanaron su hogar, llevan extrañas luces y aparatos que él no conoce.
Huyo por los pasillos de su hogar mientras buscaba la forma de sacarlos de ahí, pero su terror aumento cuando comenzaron a intentar comunicarse con él.
No respondió, no hizo nada, intento ocultarse, pensó que era lo mejor, al parecer al final funciono ellos se fueron, pero la angustia seguía ahí, él debía proteger su hogar, aquella clínica abandonada.