Cuentos y relatos de medianoche

Puertas:

Se resignó a los murmullos, a que estos  monstruos lo  observen con escrutinio, lloró y a ellos no les importó.

En la habitación blanca, libre de cualquier rastro de instrumentos de escape, estaba él, lamentablemente desde que se embarcó en esta misión, se condenó a esto.

Sus compañeros seguramente lo estaban rastreando  y con ese pensamiento sonrió ante el sonido de gritos y el olor a sangre del exterior de la base.

Las paredes comenzaron a desmoronarse, ahí estaban ellos, la misión se cumplió, desactivaron   cualquier defensa de la raza humana.




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