—Comenzaremos la sesión de hoy con “Pluma del Pavo real” (Pincha mayurasana), es una asana invertida que representa un reto para muchos yoguis, pero confió en que ustedes lo lograran. — habló con entusiasmo mi gurú de yoga a través del iPad.
—trabajaran el equilibrio, concentración, miedo, autoestima y ego.
<<Para realizarlo, ponte de rodillas, apoya tus antebrazos en el mat de yoga respetando la anchura de tus hombros. Apoya firmemente las palmas de las manos en el suelo, ve subiendo tus glúteos como la pose de perro boca abajo y subes en delfín acercando los pies. Levanta tu pierna a la vertical y lleva tu peso hacia los antebrazos, trata de llevar la cadera por encima de tus hombro quitando peso a tu pie de apoyo.
Mientras tanto intenta dar un ligero impulso desde la pierna de abajo, no la de arriba, pequeño, manteniendo firme tu centro y tus brazos para sostener el equilibrio. Das unos impulsos un poco más fuerte hasta juntar los pies de arriba y mira hacia tus manos manteniendo el pecho abierto.>>
Seguí al pie de la letra cada instrucción que dio, para obtener la pose deseada.
—Muy bien chicos, mantengan el equilibrio en esa pose durante unos 5 minutos aproximadamente.
Me quede mirando al suelo por unos segundos cuando, el iPad comenzó a sonar, no le tome importancia.
—¿POR QUE NO CONTESTAS?—escuche gritar.
Me sobresalte del susto, trate de mantener el equilibrio pero me fue imposible y caí al suelo sin previo aviso.
—Demonios, ¿Por qué gritas?—me masajeaba la cabeza por el golpe.
—NIÑA—grita Tulio para saludar
—Bonjour cher Tulio—lo saluda alegremente—Tanto tiempo
—¿te dieron información?—cambio su tono de voz dirigiéndose a mí.
—Me preguntaba cuanto tardarías en llamar
—estaba practicando, pero lo importante es que ya estoy aquí—contestó con energía.
Le conté todo lo que sucedió desde la fiesta de los Blackwell hasta lo del orfanato.
—plebeyo insolente.
—¿Quieres que lo despidan?—pronunció con el teléfono en la mano.
—No para nada, solo fue un incidente, ni se te ocurra hacer nada en su contra.—trate de calmarla, para que no hiciera una locura como siempre.
—¿Qué harás con la situación del otro chico?—cuestionó.
—No lo sé, ¿Qué crees que debería hacer?—pregunto indecisa.
—Primero que nada, no subirse al auto de extraños—señalo con su dedo índice.
No me dejaría en paz después de esto, había firmado mi sentencia, siempre sacaría ese tema cuando sucediera algo.
Qué difícil es tener amigos a veces
—Como ya vimos que es inofensivo, seguir con la investigación
—Pero no encontré nada al respecto—me llevé las manos al rostro con frustración.
Me desesperaba esta situación de no tener respuestas.
— Entonces como siguiente punto vigilarlo
—Eso es acoso
—no lo vas a acosar, solo te lo vas a encontrar de “casualidad” y lo vas a seguir, sencillo.
—sí, muy sencillo—ironice ante esa idea.
—Quita esa actitud patética de perdedora—me regaño, le di una sonrisa forzada, para molestarla.
—Bien, con la escasa información que conseguiste, necesitamos poner esto en marcha.
—Para poder seguirlo hay que tener su rutina—se quedó pensativa por un par de segundos—lo tengo, le pediré a los empleados de papá para conseguir la información, tu harás el resto.
—¿y tu nueva asistente?
—la despedí por incompetente… No pudo comprar el bolso Chanel de colección que le encargué.—negué con la cabeza, nunca cambiaria.
En comparación a todas la cosas que ha hecho esta parece insignificante.
—No se supone que estabas vetada de ese lugar—alegó con duda.
—papá movió sus influencias para arreglarlo, además de despedir a varios empleados del lugar.
Dios mío con esta niña, no la podía dejar sola por un tiempo sin que hiciera un desastre, ese tema ya había quedado resuelto ese mismo día después de sacarla arrastrando del lugar, solo porque una empleada no le agrado por como la estaba atendiendo, según ella no estaba siendo tratada como se merece, en fin había sido todo un escándalo, que la tuve que sacar a rastras del lugar, estaba pidiendo hablar con el gerente para acusarla.
Que era esto ¿un preescolar?
—Necesito que realices una tarea en este instante—la oigo dar indicaciones a una persona a través del aparato, al parecer no obtuvo una buena respuesta de la otra parte.
—este trabajo es importante y lo necesito ahora, si no puedes hacerlo estas despedido—explica con voz autoritaria—estaré esperando la información.