Culpa Tardía.

Culpa Tardía.

Abren la puerta de la casa y mi cuerpo se tensa, sabe lo que se avecina, es lo mismo todas las noches, sale se emborracha y regresa a casa a desahogarse con mi cuerpo, su saco de boxeo.

Mi padre se visualiza en el umbral de la entrada a la cocina todo ebrio.

-Aquí estas pequeña zorra- me grita- mi peor error- me señala, siento mi cuerpo temblar, tengo miedo, no resisto tantos golpes en mi cuerpo.

-Por favor- suplico, intento inútil, ya que este me da una bofetada bien fuerte, sintiendo mi mejilla del lado derecho arder, mis lágrimas terminan desplazarse en mi rostro.

-Eres una inservible, una mierda, una idiota que no sirve para nada- grita muy cerca de mi cara, casi escupiéndome- yo soy el que mando en esta casa- me da un puñetazo otra vez en mi cara muy fuerte que hace que caiga en el suelo.

-¡Por favor, no!- sollozo, siento impotencia al no poder defenderme, no sé qué hice en esta vida para merecer esto, no recuerdo un momento agradable en toda mi niñez, no recuerdo un gesto agradable o de cariño de parte de mi padre y mi madre siempre ausente, siempre del lado de mi padre, solo se la pasa golpeándome, insultándome, recordándome que no valgo nada, tengo tanto moretones, marcas que me recuerdan eso casa vez que me veo en el espejo y eso me ha hecho ser una persona insegura- ¡por favor, ya basta!- grito, pero él hace caso omiso a mis palabras de clamor, y más golpes son bienvenidos a mi cuerpo, casi no siento mi rostro y mi cuerpo por todas las patadas, puñetazos que he recibido.

Siento su cuerpo encima de mí, estoy inmovilizada, sigo recibiendo más golpes, ya no aguanto más, me siento muy débil, más lágrimas siguen deslizando por mi cara.

-Para que naciste estúpida, eres una basura y a mí nadie me manda, ¡yo soy el hombre de esta casa carajo! - grita con toda su fuerza, mi cuerpo ya no resiste más golpes. Lo siento levantarse de encima de mi completamente sin antes darme una patada bien fuerte que hasta mis costillas se quebraron y otro golpe más en mi rostro que hace que vea todo negro, una leve sonrisa interna se asoma porque ya podré descansar en paz, ya no más abuso, ya no más, antes de irme para siempre, veo al señor que se supone que fue mi padre cierta mirada de culpa, pero ya es muy tarde para sentirla.

👁Es una historia corta, esta historia fue un desahogo espero que les guste.

Major Mazer