Al percatarse de la monstruosidad que han hecho con ella no puede evitar que sus ojos se llenen de lágrimas y su corazón se llene de tristeza, «Sabia que confiar en ellas era un riesgo grande pero esto es una maldad.» piensa sin dejar de mirar su reflejo en el pequeño espejo mientras escucha las risas divertidas de sus compañeras. Su cabello se encuentra hecho un verdadero desastre, usualmente está acostumbrada a que es difícil tener un peinado lindo debido a que es muy rebelde pero eso era demasiado, era como tener un nido revuelto en la cabeza y por si fuera poco su rostro se encuentra maquillado peor que si de un payaso se tratara. Llena de molestia, frustración y tristeza, algunas lágrimas corren por sus mejillas haciendo que el maquillaje se corra, « ¿Acaso esta es una muestra de lo que me espera si mi madre se casa con el señor Harper?» se pregunta sin presentar más reacción que sus lágrimas rebeldes escapando de sus ojos.
– ¿Qué sucede, Yamini? ¿No te ha gustado nuestro trabajo? –cuestiona Shirley con tono inocente.
– ¿Qué dices, Shirley? Claro que le ha gustado, además aún no terminamos –indica Ailen sonriendo, con una expresión llena de malicia extrae la goma de mascar de su boca y la pega en el cabello de Yamini–. Ahora sí, ¿No te encanta, Yamini? Has quedado realmente hermosa, definitivamente es nuestro mejor trabajo.
Sin generar respuesta alguna, Yamini deja el espejo sobre la cama, toma sus gafas y sale rápidamente de la habitación de Ailen con lágrimas corriendo por sus mejillas, el dolor y la humillación la consumen por completo. Sabía que confiar en ellas era peligroso y a pesar de eso decidió arriesgarse e ir a ese lugar, tratando de tener una buena relación con Ailen por el bien de su madre; sin embargo, después del acto de maldad que Ailen ha tenido hacia ella y la gran combinación de emociones en su interior, la hacen estar convencida de que jamás podrá ser amiga de esa joven y que llegar a vivir con ella será lo mismo que habitar en su peor pesadilla sin tener la oportunidad de despertar. Sin parar de llorar desciende las escaleras y se encamina a la salida donde su cuerpo tropieza con el de alguien más.
– ¿Yamini? ¿Qué haces aquí? ¿Qué sucede?– cuestiona Mirt quien se dirigía a su habitación para poder descansar, ella no responde y se limita a abrazar a Mirt en busca de un poco de consuelo para la situación en la que se encuentra, llora de manera desconsolada causando la preocupación del joven–, ¿Ha sido Ailen, verdad?
– ¡Deberé cortar mi cabello! –exclama llena de sentimiento refiriéndose a la goma de mascar en su cabello.
–Tranquila, no debes cortarlo, ven conmigo, te ayudaré a quitar la goma de mascar, es más sencillo de lo que parece– indica con una sonrisa tranquilizadora y limpiando las lágrimas de la joven para después guiarla a la cocina–. Espera un poco aquí, debo buscar algo en mi habitación.
Mirt se aleja en dirección a su habitación, realmente le ha molestado la acción de su hermana, comprende que no se encuentre feliz con la relación de su padre con Zenda pero, ¿Solo por eso molestar a la joven de esa manera? Era demasiado. Yamini espera pacientemente tratando de controlar su llanto, un momento más tarde Mirt regresa a la cocina, coloca el peine que fue a buscar sobre la mesa de la cocina y se encamina al refrigerador para conseguir un poco de hielo, lo extrae y se aproxima hasta donde se encuentra Yamini, coloca el hielo sobre la goma de mascar para de esta manera enfriar esa pequeña masa y conseguir quitarla por completo.
–En un momento quedará, no debes llorar, Yamini, todo en esta vida tiene solución, únicamente es cuestión de buscarla y todo estará bien–expresa intentando consolar a la joven.
–Lo sé, es solo que no comprendo, ¿Por qué hacerme esto? Yo nunca le he hecho mal alguno, no me parece justo–indica sintiendo las lágrimas acumulándose nuevamente en sus ojos.
–Te comprendo, en ocasiones Ailen se comporta como una verdadera niña, no sé porque hace las cosas, Yamini, no me gusta pensar que sea simple crueldad de ella, tal vez la muerte de nuestra madre le afectó más de lo que imaginamos mi padre y yo pero no es mala, simplemente trata de adaptarse a la situación–responde Mirt terminando de quitar la goma de mascar para después quitar el resto de cosas que su hermana ha colocado en el cabello de la joven y comenzar a cepillarlo–. Tu cabello es muy bonito.
–Gracias, eres muy amable –replica tratando de sonreír pero no lo consigue–. Quiero irme a casa, iré por mis cosas en la habitación de Ailen.
–Yo te llevaré, no te preocupes, ve a lavarte el rostro mientras yo voy por tus cosas.
Yamini mueve su cabeza de manera afirmativa, realmente no quiere ver nuevamente a ese par de jóvenes que le han hecho pasar por ese terrible momento. Es consciente de que deberá verlas en la universidad pero Mirt le ha dado la oportunidad de evitarlas en ese momento y ella no piensa desaprovecharla por lo que se encamina al cuarto de aseo para invitados. Mientras tanto, Mirt se dirige a la habitación de su hermana, al llegar llama a la puerta, su hermana le abre y al percatarse del gesto de molestia en el rostro de su hermano mayor, lo observa de manera inocente esperando que diga algo.
–Dame las cosas de Yamini –ordena sin preocuparse en ocultar su molestia.
– ¿Te encuentras molesto conmigo por ella? Por si lo olvidas, Mirt, tu hermana soy yo y no ella–le recrimina la joven cruzándose de brazos.
–Precisamente porque eres mi hermana me preocupa que tengas estos comportamientos, Ailen, conozco a Yamini y estoy seguro que no te ha hecho absolutamente nada para ser el blanco de tus juegos y bromas pesadas, ¿Por qué has hecho todo esto?
– ¿Desde cuándo tan preocupado por una aparecida? Por favor, Mirt, no me vayas a salir con que te gusta esa cosa, ¿Acaso heredaste los malos gustos de papá? No podría tolerar eso.
– ¿Qué tonterías dices? ¿Sabes? No comprendo a la sociedad, se encuentra tan podrida que un chico no puede ser amable con una chica porque seguramente tiene interés romántico y no, Ailen, no es así, yo trato de tener una relación amable con Yamini porque deberemos convivir y resultaría incomodo para todos tener problemas.