Sintiendo como cada partícula de su cuerpo es consumida por la lava ardiente del volcán llamado estrés y totalmente consumida por el nerviosismo, Yamini Price se presenta a sus clases de la manera más normal posible, después del terrible fin de semana que ha pasado y a pesar de no querer presentarse, con la carencia de opciones para faltar, llega al instituto y se dirige a sus clases pasando por alto los incesantes murmullos a su alrededor. Cuando llega la hora del descanso se dirige a su casillero para guardar sus pertenencias y tomar sus ansiolíticos, se siente incapaz de continuar tolerando lo que sucede a su alrededor, pareciera que todos los muros se contrajeran a su alrededor atrapándola. Sus problemas de ansiedad han aumentado durante el fin de semana y únicamente los medicamentos merman un poco esa horrible sensación que le impide conciliar el sueño e incluso por momentos el respirar.
–Yamini– la llama alguien provocando que se sobresalte y por poco se ahogue con el agua que bebe, la joven comienza a toser sin control–. Disculpa, no quise asustarte, ¿Estás bien?
–Sí, gracias, ya pasó–responde lo mejor que le es posible aún con la sensación desagradable en su garganta–. No te preocupes, mis nervios se encuentran fuera de control y todo me altera.
–Imagino que sí, me enteré de lo sucedido, cualquiera se siente estresado con situaciones así, no todos los días eres considerado sospechoso en un crimen.
– ¿Y tú qué piensas al respecto? –cuestiona bajando su mirada.
–No pienso nada, estoy convencido de que tú no lo has hecho, creo en tu inocencia con total convicción, Yamini, tú no serias capaz de un acto así, estoy seguro–expresa con absoluta confianza en sus palabras.
–Me alegra que al menos uno de nosotros crea en mi inocencia con ese nivel de seguridad–expresa con voz temblorosa, el nudo en su garganta a causa de controlar tantas emociones no le hace sencillo hablar de ese tema tan complicado.
– ¿Crees que lo has hecho? –pregunta con confusión.
– ¡Yo no! – responde rápidamente con tono misterioso.
– ¿Qué quieres decir?
–No es nada, Mirt, ya no sé ni lo que digo por tanto estrés– justifica la joven evitando mirarlo, «Calma, Yamini, debes tener cuidado con lo que dices.» se regaña tratando de respirar lo mejor posible–. Gracias por creer en mí.
–Quédate tranquila, Yamini, la verdad es tan poderosa que aunque deba atravesar mil muros de mentiras para ser descubierta, lo hará y al hacerlo relucirá tanto que su resplandor no podrá ser ignorado.
Las palabras de Mirt resuenan en la cabeza de Yamini, la joven trata de sonreír para tranquilizar un poco al joven, sabe que él al igual que Parker y Zenda se encuentran preocupados por ella. Yamini ha tratado de tomar todo de la mejor manera posible; sin embargo, en ocasiones siente que su mente colapsara en cualquier momento y ella será absorbida completamente, lo que más la asusta es no poder regresar jamás, « ¿Qué sucedería si desaparezco?» se pregunta en múltiples ocasiones llena de inquietud. Tratando de alejar esos pensamientos de su cabeza conserva la pequeña sonrisa en su rostro, los jóvenes se despiden, Yamini se encamina a la biblioteca desea estar lo más lejos posible de todas esas miradas acusadoras que la rodean, mientras tanto Mirt se reúne con Lukas.
–Mirt, esa chica podría ser la asesina de tu hermana, ¿Cómo puedes continuar hablándole como si nada?–le recrimina sin pensárselo, le parece absurdo que su amigo actúe de esa manera conociendo perfectamente la situación.
–Puedo hacerlo porque ella no lo hizo, es inocente –responde con convicción.
– ¿Cómo puedes encontrarte tan seguro de eso?
–Simplemente lo sé, Lukas, yo creo en su inocencia, veras que tengo razón en actuar como lo hago cuando la investigación culmine.
Lukas guarda silencio, «Al parecer se niega a ver la realidad o simplemente se ha enloquecido.» piensa Lukas encontrándose completamente desacuerdo con su amigo, si Yamini ha sido considerada la principal sospechosa debe ser por una buena razón, la policía no se toma a la ligera esas situaciones. Además, aunque Yamini parece ser completamente inofensiva, tiene algo que provoca que Lukas sienta un rechazo inexplicable por ella, razón por la cual la considera capaz de haberle quitado la vida a Ailen. Ciertamente comprender el actuar de su amigo le resulta imposible y lo confunde de sobremanera, « ¿Por qué actúa de esta manera? Cualquier otro en su lugar enfrentaría a la persona que le ha quitado la vida a su hermana pero Mirt en cambio habla con ella y confía en su inocencia aunque todas las pruebas indican lo contrario, algo raro sucede, estoy seguro.» piensa analizando la situación.
Un día tras otro transcurre haciendo crecer el infierno que atormenta a Yamini, conforme el tiempo avanza la joven siente como poco a poco su mente colapsa y aunque intenta resistir sabe que realmente no es tan fuerte para conseguirlo, es consciente de que al final terminará desapareciendo. Es fin de semana por lo que cansada de todo lo que la rodea permanece en la soledad de su habitación, no tiene ánimo de hacer absolutamente nada, se encuentra recostada sobre su cama observando hacia el techo sin saber qué hacer, todo lo que desea es recordar algo de ese día que la ayude a dejar de sentirse de esa manera.
– ¿Ya me permitirás hacer algo? –cuestiona alguien de pronto.
– ¡Ya te he dicho que no! ¡Desaparece de una vez! ¡Déjame tranquila!–responde con molestia.
–Tarde o temprano no tendrás más opción, Yamini.
La joven cierra sus ojos y coloca una almohada sobre su rostro para dejar de escuchar esa fastidiosa voz que la tiene cansada, no quiere continuar escuchándola pero jamás se calla y continúa molestando. Mientras tanto, en el hogar de los Harper, Mirt, quien ha decidido quedarse en casa se ha preparado de desayunar, Lukas se mantuvo persistente intentando que él lo acompañara para de esta manera evitar que Mirt se dejara invadir por la tristeza y nostalgia; sin embargo, no consiguió convencerlo. El joven termina de desayunar, recoge sus cosas y se encamina de regreso a su habitación, Parker se encuentra trabajando, esa es su manera de escapar al dolor desde la muerte de Ailen por lo que Mirt se encuentra en absoluta soledad. Con poco ánimo sube las escaleras y avanza por el pasillo que lo lleva a su habitación, de pronto, detiene sus pasos y decide ingresar en la habitación de su hermana donde todo se encuentra tal y como ella lo dejó esa mañana antes de ir a la universidad sin saber que no volvería a casa.