Capítulo 17

Tras saber lo ocurrido con Yamini, Parker se sintió sumamente preocupado por lo que al terminar su trabajo en lugar de dirigirse a su hogar decide presentarse en casa de Zenda, Yamini continua dormida gracias al calmante aplicado por su madre. Zenda se encontraba más tranquila respecto a lo sucedido aunque continua preocupada por su hija le tranquiliza saber que a partir del día siguiente la joven volverá a sus terapias, ella termina de recoger la cocina cuando escucha el timbre de la puerta y avanza hasta esta para abrirla, al hacerlo se encuentra con Parker al que enseguida abraza.

–Bienvenido, no me dijiste que vendrías te hubiese esperado para cenar, entra, ¿Gustas alguna cosa?

–No es necesario, cariño, Mirt me dijo lo que le sucedió a Yamini, quise ver  como se encontraban–responde ingresando, Zenda cierra la puerta y lo guía a la sala–. Todo lo sucedido ha sido muy difícil para nosotros, no me imagino como ha sido para una jovencita como Yamini.

–Lo sé, me ha costado asimilar lo que sucedió con Ailen y por si fuera poco la memoria de Yamini trae los fantasmas más crueles que ha logrado encontrar, no te mentiré, ha sido un día bastante difícil.

–No comprendo, ¿A qué te refieres? ¿A qué te refieres con fantasmas más crueles? –cuestiona sin ocultar su confusión.

–Su crisis de hoy fue producida por un recuerdo de su infancia, ¡La infancia de Yamini fue complicada y fue toda mi culpa! –expresa afectada a pesar de que trata de contenerse–. Es por eso que Yamini sufre como lo hace, yo ni siquiera fui capaz de protegernos y no me di cuenta de todo el mal que le hacía hasta que fue muy tarde.

–No digas eso, cariño, haces todo lo que puedes por ella–indica Parker intentando consolarla y hacerle saber que tiene su apoyo–, ¿Qué puede ser tan malo para que te recrimines así?

– Cuando Yamini tenía once años le quito la vida a su padre, nos salvó a ambas, yo asumí la responsabilidad y alegando que fue defensa propia pude salir en libertad, desde entonces ella toma terapia pero cuando llegamos aquí tuvo que dejarla, venir fue todo un cambio, debí encargarme de eso pero sucedieron tantas cosas y se encontraba tan bien que creí que podría esperar; sin embargo, no debí hacer algo así, debió ser mi prioridad y fue hasta hoy que lo hice, ¡Tarde nuevamente!

– ¿Así que no fue solo una alucinación?–cuestiona Yamini al borde de la escalera con lágrimas en sus ojos– ¡Si lo hice! ¡Soy una asesina!

Zenda se pone de pie rápidamente sorprendida al escucharla, Yamini respira de manera irregular, se encuentra hiperventilando, nuevamente siente como todo su mundo se derrumba a su alrededor, corre hasta su habitación y se encierra en esta con un sinfín de sensaciones e imágenes reproduciéndose en su mente. Zenda mira a Parker sin saber qué hacer, « ¿Cómo he sido tan descuidada?» se regaña la mujer sin poder evitarlo, el hombre ha quedado perplejo ante tan revelación; sin embargo, siendo prudente decide no cuestionar más por el momento.

–Ve con ella, tranquila, yo entiendo, me voy ahora, te llamaré después, ¿De acuerdo?

–Gracias por comprender–agradece con un abrazo.

–Yamini te necesita, ve ahora, conozco la salida– expresa Parker con tono comprensivo, besa la frente de Zenda y se retira, ella se encamina a la habitación de su hija, quien llora de manera desconsolada en su habitación, aquel recuerdo se ha apoderado por completo de la mente de Yamini, volviendo una y otra vez, en cada ocasión con mayor claridad.

Es ella, tiene tan solo once años, ha llegado del colegio por lo que aún lleva puesto su uniforme y juega tranquilamente mientras su madre se encuentra limpiando la sala cuando escuchan el automóvil anunciando la llegada del padre de la pequeña. Ella se pone de pie y no se mueve de su lugar, la puerta se abre de manera estrepitosa, Yamini observa de manera reprobatoria aquel hombre alto que ingresa, ante sus ojos no es más que un desconocido que la rechaza, él le grita como suele hacer todo el tiempo, ella mueve su cabeza de manera negativa y sube las escaleras dirigiéndose a su habitación, de pronto, escucha gritos nuevamente. Su padre siempre gritaba, siempre estaba molesto, ella no comprendía la razón, avanzaba de nuevo cuando escuchó un fuerte golpe y a su madre llorar, algo en su interior cambio en ese momento y en lugar de ir a su habitación ingresó en el estudio de su padre. Sabía que ese lugar estaba prohibido para ella pero eso ya no importaba, tomó lo que guardaba su padre en el primer cajón del escritorio y salió de ese lugar, al llegar a la sala nuevamente observa a su madre en el piso y a su padre sujetándola del cuello, es consciente de que él le hace daño a su madre.

– ¡Ha sido suficiente! –exclamó al tiempo que un estrepitoso sonido se produjo y el cuerpo de su padre cayó, ella no comprende que hizo pero sabe que es libre de ese temor que la atormentaba.

– ¡Yamini!–exclamó su madre pero ella escuchó la voz de Zenda de manera tan lejana, sintió que ella la abrazó y que el arma cayó de su mano pero no se movió–, ¿Qué has hecho, cariño?

–Lo merecía–murmuró con frialdad.

Yamini recuerda todo como si lo hubiese vivido nuevamente, no es capaz de aceptar que ella haya hecho algo así pero después de escuchar a su madre admitirlo no puede continuar negándose a aceptar la realidad, « Más que nunca necesito recordar si es que he sido capaz de quitarle la vida a Ailen Harper.» piensa abriendo sus ojos y mirando hacia el techo, los golpes en la puerta de su habitación la hacen regresar al momento que vive.

– ¡Quiero estar sola!–exclama sin moverse de donde se encuentra.

–Necesitamos hablar, Yamini, abre la puerta, por favor–pide Zenda con tono preocupado, Yamini se pone de pie, abre permitiéndole ingresar, avanza hasta su cama y toma asiento mirando al frente.

– ¿Por qué no me lo dijiste? –cuestiona con molestia.

–Creí que lo mejor era continuar olvidando el pasado, ese día, cuando la policía llegó no dijiste nada y no hablaste durante años, un día simplemente volviste a hacerlo, la terapia te ayudó mucho y consideré que si habías olvidado ese horrible momento, era lo mejor–explica acariciando el cabello de la joven.