Encontrándose en su casa meditando seriamente respecto al caso de Ailen Harper y las pruebas que indican claramente hacia Yamini Price, la detective de homicidios Carine Kelley ha llegado a la conclusión de que el momento de involucrarse más en el caso ha llegado, por lo que se ha dado a la tarea de profundizar su investigación e ir más allá de las ordenes de su superior el detective Jano Bradley, «Esto es algo que debí hacer desde el principio.» Piensa con seriedad. Ella siempre solía escuchar a su intuición pero en esta ocasión no se había atrevido a hacerlo por respeto a su superior quien se encontraba a cargo; sin embargo, a raíz de las palabras dichas por Peters por fin ha encontrado esa confianza que le hacía falta. De pronto, como si de una señal divina se tratara, un recuerdo llega a su memoria haciéndola darse una idea del camino que debe seguir, es tarde pero necesita la ayuda de su amigo y cómplice, por lo que llama sin dudarlo.
–Habla Peters, ¿En qué puedo ayudarle, detective?
–En ocasiones exageras con la formalidad Arthur– expresa con tono casual–. Ven a casa, necesito hablar contigo de manera urgente.
– ¡Oh, Carine! ¿Jamás duermes acaso?
–Deja las quejas para después, algo no cuadra en las teorías de Bradley y sé que estás de acuerdo conmigo, he recordado algo importante, debemos hacer algo ahora mismo.
– ¿Eres consciente de que si Bradley se percata de nuestra intromisión podría suspendernos?
– ¡Eso no me detendrá para hacer lo correcto! –Expresa llena de confianza–. Aunque obviamente prefiero que no se entere de nada.
– ¡Esa es la detective Kelley que conozco, voy inmediatamente para allá!
Arthur termina la llamada y emocionado sale de su hogar, sube a su automóvil y se encamina hasta el hogar de Carine, «Al menos ahora no estoy solo en mis teorías, sabía que no me encontraba equivocado en esta teoría respecto a la señorita Price.» se dice prestando toda la atención al camino. Ahora se encuentra más seguro que antes, hay algo que no están viendo y si existe alguien capaz de resolver ese misterio, esa persona es la detective Carine Kelley. Mientras tanto, Bradley descansa tranquilamente, se encuentra a un paso de resolver el caso de su vida y no hay nada que llene más de tranquilidad a un individuo, que saber que se tiene razón.
Con el pasar de los días la hora de cumplir con sus terapias ha llegado por lo que Yamini debe presentarse en el consultorio de la psicóloga Cecile Grenne después de sus clases en el instituto. A petición de Zenda, al culminar las clases Mirt acompaña a Yamini hasta el consultorio para que tome su terapia y después el joven debe encargarse de llevarla hasta su hogar. Cecile Grenne es una psicóloga reconocida además de ser colega, amiga y ex compañera de facultad de Emma Sims, conociendo la capacidad de Cecile, Emma no dudo en que ella es la persona adecuada para llevar el caso de Yamini Price. Al llegar hasta el consultorio, Mirt se estaciona y ambos descienden de automóvil, avanzan hacia la entrada e ingresan.
–Buenas tardes–saludan a unisonó los jóvenes en el momento en el que llegan al recibidor.
–Bienvenidos– los recibe la asistente de Cecile–. Tomen asiento, la doctora Sims la recibirá en un momento, señorita Price.
–Gracias.
Los jóvenes toman asiento y esperan pacientemente, cuando la doctora Grenne termina la sesión con el paciente con el que se encontraba, Yamini debe esperar algunos minutos más. Cuando le indican que es su turno y puede ingresar, se pone de pie, avanza hasta la puerta, se anuncia y al escuchar que le permiten entrar, ingresa.
–Bienvenida, Yamini, toma asiento por favor–le pide la terapeuta–, ¿Cómo te encuentras?
–Bien, los ansiolíticos y antidepresivos me ayudan bastante, al menos no he tenido esas crisis de nuevo pero continúo sin lograr recordar lo que necesito.
–Los recuerdos llegarán, Yamini, ya lo hemos hablado, debes esperar de manera paciente.
–Es difícil ser paciente cuando la policía siempre se encuentra vigilándome, esperando a que haga alguna cosa y así poder encerrarme en esa jaula para criminales y en realidad, tal vez, ese es mi lugar.
– ¿Por qué piensas que es tu lugar?
–Le quite la vida a mi padre cuando era tan solo una niña, fácilmente pude ser capaz de quitarle la vida de Ailen, no podré saberlo hasta que recuerde algo o bien hasta que los detectives comprueben que soy culpable.
–Tengo entendido que lo de tu padre fue en defensa propia–comenta con tono dubitativo.
–Eso es lo dice mi madre y el expediente de la policía pero no lo recuerdo, el recuerdo que tengo únicamente hace que me percate de que soy y al mismo tiempo no soy capaz de cometer un crimen.
Durante los cuarenta minutos de terapia Yamini habla de todo lo que le sucede, lo que la atormenta y todas esas cosas que nadie más puede comprender y que incluso duda que Cecile pueda entenderlo, una vez que termina la sección Yamini sale y se reúne con Mirt, durante el trayecto ambos se mantienen en silencio. Mientras tanto, Peters y Kelley cumpliendo la misión que Bradley les ha encomendado desde hace algún tiempo siguen de cerca cada uno de los pasos de Yamini siendo perfectamente consientes de que será improductivo como cada día desde el comienzo de su tarea, por lo que han decidido seguir otra línea de investigación al mismo tiempo que cumplen su misión.
– ¿Qué has encontrado, Arthur?–cuestiona esperando que su compañero le tenga una buena noticia.
–Escucha esto–responde reproduciendo un audio que resulta bastante interesante y revelador–. Estamos en el camino correcto, Carine, ahora estoy más seguro que nunca.
–Estoy de acuerdo; sin embargo, tenemos pistas tan débiles que ante los ojos de Bradley son nada, debemos rascar un poco más para encontrar la raíz de este árbol.
–Lo sé, Carine, te juro que no descansaré hasta encontrar algo que realmente nos sea útil.
–Eso es lo que espero, recuerda que a partir de mañana la misión de vigilar a Yamini Price quedará enteramente en tus manos, Bradley me ha cambiado de misión, aprovecharé para encontrar algo que nos sirva.