Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.
-Mario Benedetti.
Isabella.
—Bien ¿Cómo se supone que haremos esto? — pregunta Ivy.
Nos encontramos en el parque que se encuentra cerca del salón donde nos reunimos con "El grupo". Cuando decidimos que era momento, acordamos de no decir nada a nadie hasta que tuviéramos todo organizado y me pareció perfecto, pero necesito que esto sea rápido, se supone que hoy comenzaba con el tratamiento y le metí cientos de excusas a mis padres hasta convencerlos de comenzar la próxima semana; aunque sé que no podré extender esto por mucho tiempo.
—Y ver cuáles son los más fáciles de hacer, ¿no? — dice Cameron comiendo unas papitas fritas.
—¿Tú dices de primero cumplir las más fáciles y luego más complicadas? — pregunta Emma.
—Exacto.
—Por mi está bien, yo creo que es mejor así. — opina Ivy.
—Okey — Dylan da un aplauso —. Saquen sus listas.
Todos comenzamos a desdoblar las hojas y las extendemos en el césped. Hay mucha variedad de sueños y muy distintos. Está claro que en este grupo no se repiten personalidades.
—¡¿Cosechar?! — Ivy creo que está sufriendo un ataque de pánico.
—¡Síí! Como en las películas — dice Emma bien alegre.
Tomo su hoja para comprobar y... quiero reírme, ¡es verdad! Además, su lista está lleno de corazoncitos rosas.
Mis sueños:
Ir a un parque de atracciones.
Ir a un campo y cosechar fruta.
Tirarme en paracaídas.
Bailar en pleno centro.
Hacerme un tatuaje.
Aprender a bailar ballet.
—Bueno lo del tatuaje es más lo tuyo —le digo a Ivy riendo.
—No me pienso poner un vestido con flores para hacer esa cosa.
—Oye, que los tuyos son bastantes raros —dice Cameron.
—Claro que no — se defiende Ivy.
—Ir a un recital de rock, decirles "brujas" a las enfermeras — comienza a leer su lista — ¿adoptar un hurón?, protestar, ver las linternas flotantes y tirar una. ¿Por qué adoptar un hurón?
—Porque son bonitos, no como tú — le muestra el dedo corazón.
—Muy madura.
—Ya, no discutan más. Todos saben que mis sueños son los mejores — canturrea Dylan.
—A ver — dice Jake y toma su lista —. Besar a una bibliotecaria, ir a una fiesta, cantar a todo pulmón mientras viajo en un auto sin techo, esquiar y... — se detiene para sonreírle a Ivy —... Besar a Ivy.
—Oye, que ni por lastima voy a hacer eso — Ivy le frunce el ceño Dylan.
—Cariño, veo en tus ojos el deseo por besarme — ella voltea los ojos, sin embargo, no le responde y creo notar que se sonroja. Ayy, Ivy.
—¿Eso es todo? ¿No decías que iban a ser los mejores? — le reprocha Cameron.
—Y lo son.
—No.
—Por lo menos los míos no son comunes como los tuyos — Dylan le arrebata la lista a Cameron—. Conducir en una cerrera de autos, saltar en bungee, hacer surf, viajar en avión. Emborracharme y... — Dylan acerca la lista más a su cara para ver mejor —. ¿Por qué tachaste lo que sigue?
—Por nada — responde y le arrebata la hoja. Sonrío por la cara de que puso Dylan.
—Bieenn, Jake, cuáles son los tuyos — pregunta Emma.
Jake toma su hoja y se aclara la garganta antes de hablar.
—Viajar en motorhome, acampar y hacer una fogata, ver una cascada, aprender a tocar la guitarra y... — se detiene para mirar a Ivy y a Cameron y luego se centra en su hoja — y asar an ybra da trato — susurra.
—¿Qué? — preguntamos todos a la vez.
—Amtur en ina ova she trato.
—Tal vez si modulas bien... —sugiere Dylan.
—Atuar en una oba de trato — lo dice tan despacio que solo yo pude oírlo y comienzo a reírme porque ya lo entendí. Ivy y Cameron van a querer matarlo.
—Esto sí que va a ser bueno de ver — digo.
—Jake, será mejor...
—¡Actuar en una obra de teatro! — grita interrumpiendo a Emma.
Todos lo miran a él y yo estoy muy atenta a las reacciones de los más ácidos del grupo. ¡Me encanta! Primero, sus caras son de no entender nada; luego caen en lo que dijo y sus caras son de: "¿Qué mierda?" y, por último, sus caras son de "NO, ni muertos hacemos eso".
—Ni muerto hago eso—Cameron ya está haciendo su berrinche.
—Acordamos que cumpliríamos nuestros sueños — callo a Ivy antes de que diga algo —, juntos.
—Genial, ¿cuáles son los tuyos? Seguro que disfrazarnos de unicornio y mientras tiramos brillantina.
—En realidad, de Tiker Bell mientras tiramos polvillo de hadas — digo y ella me fulmina con la mirada — es chiste, es chiste — digo riendo y tomo mi hoja. La leo antes de decírselos.
Sueños por cumplir:
Conocer la playa y ver el amanecer en ella.
Ir a un museo de arte.
Gritar sin que nadie me vea.
Comer la hamburguesa más grande del mundo.
Ver todas las estrellas (sin contaminación lumínica).
Escribir una carta y dejarla en el hospital.
—Bueno, es bastante simple — dice Cameron cuando termino de leerla.
—Vaya, gracias.
—Estoy ansiosa — dice Emma — ¿Cuándo comenzamos?