Cumpliremos Nuestros Sueños

Capítulo Nueve/ Te amo.

"Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo."

- Gabriel García Márquez.

Isabella.

—Con todas las explicaciones y estiramientos que hicimos podemos comenzar con algunas posiciones que hay dentro del Ballet.

Así que esta es la situación, tres chicos y tres chicas tomando una clase de ballet y a un paso de tener calambres, aunque como lo mencionó la profesora, solo hicimos el estiramiento.

Y aquí otra situación a explicar, tres chicas incomodas a causa de la ropa que nos pusimos, que consiste, básicamente, en mayas y un tutu rosa. Y antes de que pregunten, sí, Ivy sí se puso un tutu rosa. Pero eso no quita que con Emma no tuvimos que encerrarnos con ella en los vestuarios para obligarla a usar esa cosa. Ni se imaginan la cantidad de patadas que recibí por parte de ella.

En conclusión, somos seis jóvenes tratando de imitar las posiciones que hace esa mujer contorsionista; lo que ella está haciendo en este momento es un relevé, ahora, sabrá Dios qué estamos haciendo nosotros.

—¿Por qué utilizan tanto las puntas de los pies en este baile? — se queja Cameron. Ellos son unos malditos suertudos, lo único ajustado que tienen son las musculosas que les dieron, pero en cuanto a la parte de abajo es un pantalón cómodo y suelto.

Iba a decirle que no se queje, porque no tiene unas mayas apretándole las piernas, pero todo enojo desaparece cuando lo veo intentar dar saltitos. No puedo aguantar mucho y en cuestión de segundos estoy carcajeándome.

—Como si tú lo estuvieras haciendo bien — se ofende.

Ahora lo miro yo ofendida ¡Si lo estoy haciendo increíble! Claro que me falta un poco de elasticidad y equilibrio, pero meras cosas sin importancia.

—Muy bien — la voz calmada de la profesora hace presencia en el salón de baile, creo que me puedo ver hasta el espíritu santo con tantos espejos que hay aquí —, quiero que presten atención a mis movimientos y luego los repitan.

Ella se posiciona frente a uno y comienza dar más saltitos, solo que de una forma diferente. Nunca creí que había más de una forma para saltar

—Ahora háganlo ustedes.

Tratamos de imitarla, pero es imposible hacer eso y mantenernos en el lugar, con Cameron (que por desgracia lo tengo al lado) siempre nos estamos chocando. Lo miro con mala cara al sentir que por quinta vez sus brazos me hacen perder el equilibrio.

—Mantén tus brazos de orangután lejos de mi — susurro con molestia.

—Tú eres una rata, chiquitita pero muy escurridiza. Quédate quieta.

Uy, maldito orangután.

—Con cada salto repitan conmigo... jeté, jeté, jeté...— Dioos, cuándo se terminará esto.

—Jeté, jeté, jeté... — a Emma se le hubiera ocurrido otro sueño.

Explico: así como fui de mala en guitarra, soy así de mala en Ballet.

Después de una hora y media por fin termina la clase que nos dejó un hermoso regalito: un increíble entumecimiento de nuestros músculos. Ivy y yo somos las primeras en ir corriendo hacia los vestuarios para sacarnos esa cosa que nos estaba cortando la circulación de sangre.

—Creo que me acható más el culo — dice ella mirando con odio las mayas.

...

La única que sigue canturreando mientras vamos de camino a "El grupo" es Emma.

—Jeté, jeté... — en vez de caminar va haciendo ese tortuoso paso. Se detiene y voltea a vernos — ¡Me encantó! No entiendo por qué nunca tomé clases de esto antes.

—¿Por qué estabas en un hospital, quizás? — ironiza Ivy.

—Cierto — dice alegre y continúa con sus pasos.

Al llegar, Mandy es quien nos recibe, siempre con una sonrisa en su rostro y dispuesta a darnos abrazos, cosa que les molesta a Ivy y a Cameron.

—Luego de la sesión quiero que se queden unos minutos para hablar — nos pide.

Y ya me imagino de qué. Nos acomodamos en la ronda de sillas y hasta que comience la sesión paseo mi mirada por todo el lugar hasta que topa con la de Mark. Le sonrió y lo saludo con la mano viendo que me devuelve el gesto.

Siento a mi lado como Jake se remueve, incómodo. Iba a preguntarle si se encuentra bien, pero justo Mandy comienza con la charla y me concentro en ella. Sucede lo mis mismo de siempre, hablamos de nuestros problemas, hacemos las presentaciones y nos quedamos un minuto de silencio para quien falleció. Es una rutina que nunca me cansó, nunca me importó escuchar a la misma persona hablar de lo mismo, no cuando de seguro es el único lugar en el que se puede descargar.

—Gracias por quedarse — nos dice Mandy cuando ya no queda nadie en el salón —. Me imagino que ya deben saber que sus padres hablaron conmigo sobre su "actitud rebelde".

¿Rebelde? ¿En serio?

—Creo que están exagerando — dice Cameron.

—Si me explican creo comprenderé mejor la situación.

Hemos explicado esto cientos de veces, aun así, lo hacemos con ella. Además, si logra entendernos será otra persona más que nos apoye.

—Entiendo, están cansados de estar un hospital y de sentir dolor, pero ¿Cuál es el verdadero motivo? — sentí que a medida que hablábamos éramos analizados por ella. Bueno, qué más puedo esperar, es psicóloga.

—No entiendo — dice Ivy.

—Sí que me entienden, todos los que han venido aquí están cansados de recibir quimio, tomar pastillas, hacerse estudios, pero aun así no están dejando su salud a un lado. Así que quiero que me digan cuál es el verdadero motivo por el que hacen esto.

Estoy segura que lo sabe, pero quiere que nosotros se lo digamos y afrontemos la situación. Todos agachamos la cabeza, aunque sepamos lo que se avecina. Y la palabra que tenía estancada en mi garganta en todo este tiempo por fin es liberada.

—Moriremos — se siente raro decirlo, además de mi hermana con nadie más he admitido que el momento que hemos estado esperando con los chicos es solo eso, la muerte.



#3117 en Novela romántica

En el texto hay: viajes, amor, amistad

Editado: 16.09.2024

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