Me llamo Sofía y, honestamente, estoy cansada.
Cansada de hacer todo "bien", de esforzarme, de aguantar. Cansada de esperar que la vida me devuelva algo... cuando en realidad, parece que nunca tuvo intención de darme nada.
No soy perfecta. Lo sé. Pero ya ni siquiera quiero serlo. A estas alturas, lo único que quiero es dinero. Así, sin adornos. Dinero para dejar de sobrevivir y empezar, al menos, a respirar tranquila. Lo siento soy muy dramática, se que ahora no lo tengo fácil, pero aun así le agradezco a dios la vida, mi familia y los momentos felices y por cuidarme. Gracias jehová, bueno ahora si retomamos.
Estudié una carrera que no me llevó a ningún lado, me duele mucho estudiar y no conseguir empleo, no quiero ser CEO de una empresa, pero al menos quiero vivir cómodamente. Hoy trabajo como personal de campo en un hotel elegante de Nueva York, donde sonrío por fuera mientras por dentro me derrumbo un poco más cada día. ¿El sueldo? Justo para cubrir lo básico. A veces ni eso.
Son las cinco de la tarde y recién salgo. Sé que llegaré a casa entre siete y ocho, porque el tráfico no perdona. Cada minuto en ese bus es un recordatorio de que estoy atrapada.
Cuando por fin llego, no hay descanso. Tengo que atender a mi mamá, cocinar, limpiar, cuidar a mis perras... Mierda. Me olvidé de dejarlas en donde no hacen desastre. Seguro hicieron por toda la casa otra vez.
No me malinterpreten. Amo a mi mamá. Es dura, sí, pero es la única que ha estado conmigo en las peores. Ella también llega molida del mercado donde trabaja todo el día. Recuerdo cómo, cuando yo era niña, prefería no almorzar para poder ahorrar unos centavos ayudando a una señora a tejer chalinas.Ella merece el cielo.
Entro, la saludo, limpio el desastre, salgo a comprar algo sencillo para cenar. Luego comemos viendo doramas. Ese es nuestro pequeño escape, se viene la segunda cuota de la deuda y no tenemos como pagar nada, quisiera hablarle decirle como me siento, pero no puedo se que ella esta peor, se que ella se preocupa mas que yo, para ser sincera si quisiera ganar mas dinero es para ayudarle con los gastos.
Mi casa es humilde, en un barrio que nadie mencionaría en una guía turística, pero es nuestro hogar. Me lo dejaron mis abuelos, y para mí... es el lugar más seguro del mundo, aquí me crie, llore, madure y viví lo más duro de mi vida; perder a mis dos abuelos.
No soy un ángel, soy un pequeño tormento porque literalmente mido medio metro. Cometo errores. Mi mamá también. Pero ella me ama. Y eso, a veces, es lo único que me mantiene en pie.
¿Mi papá? Mejor ni empiezo.
¿Mis abuelos? Se necesitaría un maratón completo para contar lo mucho que hicieron por mí.
Y sí, tengo 25 años, muchos traumas y ningún ex. Jamás tuve un novio. No porque no lo intentara, sino porque... algo en mí no sabe cómo amar. Y, aunque no lo diga en voz alta, a veces creo que nací rota.