Curso “productividad para escritores”

Módulo 1: Introducción a la productividad

1.1 ¿Qué es la productividad para un/a escritor/a?

La productividad, en términos generales, se refiere a la capacidad de generar resultados de manera eficiente. Para los escritores, la productividad va más allá de la cantidad de palabras escritas. Se trata de equilibrar calidad y cantidad, manteniendo una consistencia que permita el avance de proyectos a largo plazo sin sacrificar la creatividad ni caer en el agotamiento. En resumen, ser un escritor productivo no solo es escribir más, sino también escribir mejor y de manera constante.

Ejemplo: Un escritor que ha planificado escribir 1000 palabras al día y lo hace de manera consistente durante un mes, logrará completar un manuscrito de 30,000 palabras. Sin embargo, si esas palabras están bien organizadas y editadas constantemente, será más eficiente que alguien que escribe 50,000 palabras sin dirección ni cohesión.

1.2 Obstáculos comunes a la productividad

El camino hacia la productividad no está exento de dificultades. Para los escritores, hay ciertos obstáculos recurrentes que pueden impedir un flujo constante de trabajo:

  • Procrastinación: Dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Muchos escritores procrastinan debido al temor de no estar a la altura de sus expectativas.

  • Falta de Organización: La falta de estructura en el proceso de escritura puede llevar a un desorden mental que ralentiza el progreso.

  • Distracciones: El entorno en el que trabajas influye mucho en tu nivel de productividad. Las redes sociales, el teléfono o incluso el desorden en tu espacio de trabajo pueden interrumpir tu flujo creativo.

  • Perfeccionismo: Muchos escritores intentan que cada frase sea perfecta desde el primer borrador, lo cual puede llevar a bloqueos y a un avance lento.

1.3 Establecimiento de metas claras y realistas

El primer paso hacia una mayor productividad es establecer metas claras. Si no sabes hacia dónde te diriges, es difícil que llegues a tu destino. Las metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y limitadas en el tiempo (SMART, por sus siglas en inglés). Esto te permite tener una hoja de ruta clara para tu proyecto.

  • Específicas: Define con precisión qué deseas lograr. En lugar de decir "quiero escribir más", define "quiero escribir un capítulo cada semana".

  • Medibles: Asegúrate de que puedas cuantificar tu progreso. Un ejemplo podría ser "escribir 500 palabras al día" o "completar la investigación para mi novela en 15 días".

  • Alcanzables: Deben ser metas realistas, de acuerdo con tu disponibilidad de tiempo y habilidades.

  • Relevantes: Las metas deben estar alineadas con tus objetivos a largo plazo como escritor. No te pongas metas que no contribuyan a tu proyecto principal.

  • Limitadas en el tiempo: Coloca fechas límite a cada objetivo. Si no tienes una fecha clara, es fácil postergar la tarea indefinidamente.

1.4 Desglosar las metas en tareas diarias

Una vez que tengas tus metas generales, es importante dividirlas en tareas más pequeñas. Esto te ayuda a mantener un ritmo constante y evitar la sensación de estar abrumado. Las grandes metas, como "escribir un libro", pueden parecer desalentadoras si no se subdividen en acciones concretas.

Ejemplos de tareas diarias:

  • Escribir 500-1000 palabras.

  • Revisar y editar un capítulo ya escrito.

  • Investigar sobre un tema específico para tu novela.

  • Leer libros relacionados con el género en el que estás escribiendo.

Ejemplo: Si tu tarea es escribir una novela de 60.000 palabras en 6 meses, podrías dividirla en 500 palabras por día, lo que te permitiría alcanzar tu objetivo a tiempo.

1.5 Crear un plan de escritura personalizado

Cada escritor tiene su propio ritmo y estilo de trabajo. Por eso, es importante crear un plan de escritura personalizado. Este plan debe ajustarse a tu estilo de vida, tus compromisos y tu nivel de energía en diferentes momentos del día.

Pasos para crear un plan de escritura:

  • Identifica tu momento más productivo del día: Algunas personas escriben mejor por la mañana, mientras que otras son más productivas por la tarde o noche.

  • Establece un horario fijo para escribir: Trata de escribir a la misma hora cada día para crear un hábito.

  • Define un tiempo razonable para cada sesión: Si solo puedes dedicar 30 minutos al día, está bien. Lo importante es la constancia.

  • Haz seguimiento de tu progreso: Usa una libreta, aplicación o cualquier herramienta que prefieras para anotar tus avances diarios. Esto te dará un sentido de logro y te motivará a seguir.

1.6 Cuidar tu energía y evitar el burnout

La productividad no solo se trata de hacer más, sino de hacerlo de manera sostenible. Es importante que cuides tu energía física y mental para evitar el agotamiento. Aquí algunos consejos:

  • Descansa regularmente: Trabaja en bloques de tiempo con descansos intermedios. La técnica Pomodoro (25 minutos de trabajo seguido de 5 minutos de descanso) es un buen ejemplo.

  • Ejercicio y alimentación saludable: Una buena salud física se traduce en una mente más clara y enfocada.

  • Desconecta de vez en cuando: Tómate un tiempo para hacer actividades no relacionadas con la escritura para despejar tu mente y recargar energías.

Tareas para este módulo:

1. Escribe tus metas como escritor/a. Define al menos tres metas a largo plazo y tres metas a corto plazo para tu carrera o proyecto literario.

2. Divide tu proyecto en tareas manejables. Desglosa el primer capítulo o sección de tu libro en tareas más pequeñas que puedas realizar en una semana.

3. Crea un plan semanal de escritura. Especifica los días y horas que dedicarás a tu proyecto.




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