Curso “productividad para escritores”

Módulo 2: Definiendo objetivos y metas de escritura

Objetivo del Módulo: En este módulo aprenderás a establecer objetivos claros y metas específicas para mejorar tu productividad como escritor/a. Aprenderás a diferenciar entre objetivos a largo plazo y metas a corto plazo, cómo desglosar grandes proyectos en pasos más pequeños y manejables, y cómo asegurarte de que estás en camino hacia el éxito literario.

2.1 La Importancia de Definir Objetivos Claros

En cualquier campo, pero especialmente en la escritura, tener objetivos claros es clave para mantener el enfoque y la motivación. Sin una dirección clara, es fácil sentirse abrumado o perderse en el camino. Tener un objetivo significa saber hacia dónde te diriges y cómo te propones llegar allí.

¿Qué es un Objetivo?

Un objetivo es una visión amplia de lo que quieres lograr. Para un escritor, los objetivos pueden ser variados y adaptarse a sus aspiraciones, como publicar un libro, convertirse en autor/a de bestsellers, o simplemente escribir un blog exitoso.

  • Ejemplo 1: “Quiero escribir una novela de fantasía de 80,000 palabras.”

  • Ejemplo 2: “Quiero publicar mi libro antes de fin de año.”

El problema con solo tener objetivos generales es que, si no están bien definidos ni desglosados, pueden parecer tan grandes que terminas procrastinando o dejando el proyecto a medias. Para evitar esto, es crucial desglosar estos objetivos en metas concretas.

2.2 Diferencia entre Objetivos y Metas

Es fácil confundir estos dos términos, pero es importante diferenciarlos. Los objetivos son los resultados a largo plazo que deseas alcanzar, mientras que las metas son los pasos específicos y medibles que debes completar para lograr esos objetivos.

Características de un Buen Objetivo:

  1. Específico: Debes ser lo más claro posible sobre lo que deseas lograr. Un objetivo vago, como “escribir más”, no es lo suficientemente concreto.

  2. Medible: Debes poder evaluar tu progreso. Por ejemplo, “quiero escribir 500 palabras al día” es medible, mientras que “quiero ser un mejor escritor” no lo es.

  3. Alcanzable: Debe ser algo realista según tu situación actual, habilidades y tiempo disponible.

  4. Relevante: El objetivo debe ser importante para ti y estar alineado con tus valores y ambiciones a largo plazo.

  5. Limitado en el tiempo: Debes establecer un plazo claro. Un objetivo como “quiero escribir una novela en seis meses” es mucho más tangible que “quiero escribir una novela algún día”.

Ejemplo:

  • Objetivo: “Escribir un libro de 60,000 palabras en 6 meses.”

  • Meta: “Escribir 2,500 palabras a la semana para completar el libro en el plazo previsto.”

2.3 Cómo Desglosar Objetivos en Metas

Un objetivo a largo plazo puede parecer intimidante si lo ves en su totalidad. La mejor manera de abordarlo es desglosarlo en metas más pequeñas, manejables y alcanzables. Al hacerlo, el proyecto parece menos abrumador y te da un sentido de logro cada vez que alcanzas una meta.

Pasos para Desglosar un Objetivo:

  1. Define tu objetivo final: Por ejemplo, “Quiero completar el primer borrador de mi novela en tres meses”.

  2. Divide ese objetivo en etapas:

  • Etapa 1: Investigación y planificación (primeras 2 semanas).

  • Etapa 2: Escribir 500 palabras al día durante los primeros 30 días.

  • Etapa 3: Completar el primer borrador en los siguientes 60 días.

  1. Crea metas diarias o semanales:

  • Meta diaria: “Escribir 500 palabras.”

  • Meta semanal: “Terminar el capítulo 1.”

  1. Evalúa y ajusta según sea necesario: Algunas metas pueden parecer más difíciles de lo esperado. Está bien ajustar el ritmo si te das cuenta de que has sobreestimado o subestimado tus capacidades.

Ejemplo: Si tu objetivo es “escribir un libro de 60,000 palabras en 6 meses”, una meta semanal manejable podría ser “escribir 2,500 palabras a la semana”.

2.4 La Técnica SMART para Definir Metas

La técnica SMART es una herramienta útil para asegurarte de que tus metas están bien definidas. Cada meta debe ser:

  1. Específica (Specific): ¿Qué exactamente quieres lograr? (Ejemplo: “Escribir 500 palabras al día.”)

  2. Medible (Measurable): ¿Cómo sabrás si has alcanzado la meta? (Ejemplo: “Voy a revisar mi conteo de palabras todos los días.”)

  3. Alcanzable (Achievable): ¿Es realista? (Ejemplo: “Tengo una hora al día para escribir, lo que me permite alcanzar esta meta.”)

  4. Relevante (Relevant): ¿Es importante para tu proyecto o carrera? (Ejemplo: “Es parte de mi plan para completar mi novela.”)

  5. Limitada en el tiempo (Time-bound): ¿Cuál es el plazo para completarla? (Ejemplo: “Voy a escribir 500 palabras cada día durante las próximas dos semanas.”)

Ejemplo: Si tu objetivo es escribir una novela, podrías tener una meta SMART como esta:

  • Específica: Escribir 500 palabras diarias.

  • Medible: Al final de la semana, habré escrito 3,500 palabras.

  • Alcanzable: Dedicaré una hora diaria a escribir.

  • Relevante: Esto contribuirá directamente al progreso de mi novela.

  • Limitada en el tiempo: Completaré mi primera meta en 7 días.

2.5 Establecer Plazos Realistas y Seguir el Progreso

Una parte esencial de establecer metas es definir plazos. Los plazos te obligan a mantener el enfoque y te proporcionan un marco para medir el progreso. Sin embargo, es importante que estos plazos sean realistas y no causen estrés innecesario. Al establecer plazos, asegúrate de considerar tu tiempo disponible y las obligaciones externas.

Herramientas para Seguir el Progreso:




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