Daddy; 1[editando]

❀Capítulo uno❀

[EDITADO]

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Sus ojos volvieron a abrirse encontrándose en un lugar sumamente nuevo para ella, parecía que aquel sueño solo había sido una pesadilla mientras que a lo lejos miraba a hombres mientras que solo reconoció a uno de ello.

¿Su mami donde estaba?

Su mirada parecía dirigirse hacia otro lugar antes de quedarse fijo en aquellos hombres junto a su Papi. Parecía no poder hablar o poder moverse, estaba amarrado ante un gran tronco, mientras un fuerte hombre se mantenía frente a él.

— ¡Ya calla, tu voz es insolente! — Tembló en su lugar por aquello mientras esa fuerte voz la trajo de nuevo a su realidad.

— Siempre dicen que se puede dar algo a cambio...
 

Escucho a su Papi hablar después de mucho, intentaba entender lo que ocurría mientras nuevamente su cabello rubio apareció, se suponía que era castaña por órdenes de su Papi.

— Depende, pero ¿qué me ofrecería alguien como tú a cambio de su vida?

El hombre sonrió, algo que la hizo tener miedo mientras su corazón palpitaba con fuerza. Era una pequeña inocente presenciando algo fuera de lo que ella creía.

— Mi esposa, no la amo y solo estorba. — Zoe intento mirar en que lugar estaba su Mami, pero ella nunca apareció. — Puedes verla, si tanto deseas.

Zoe miró que los guardias se acercaban a su Papi mientras él gritaba un 'No', la pequeña malicia que sintió dentro de ella la hizo sonreír, al fin estaba teniendo su venganza después de tanto tiempo.

Paso todo en cámara lenta cuando su padre desapareció, alzo un poco más su rostro para mirar hacia donde sería llevado su Papi. Su sonrisa solo se desvaneció cuando aquel hombre que portaba un aura misteriosa apareció enfrente de ella.

¿Podría ser su imaginación?

Sus ojos no dejaban de mirarla por lo que bajo su mirada nerviosa y asustada a la vez permaneciendo en su lugar sin moverse. Estaba confundida e intentaba comprender lo que ocurría mientras aquel hombre parecía examinarla.
 

— Señor... — Miro al hombre que apareció de algún sitio, antes de dirigirse de nuevo a aquel otro hombre enfrente de ella. Quien detuvo al hombre de apariencia pelinegro para que no hablara ante la chica.

Una que apareció de la nada, siendo algo asombroso para él lo que ocurrió.

— ¿Papi? —  Él negó, por lo que Zoe bajo nuevamente su rostro. — Eres de esos amigos de Papi que les gustaría hacerme daño como él dice.

Negó ante las palabras de ella, siendo sincero con ella mientras intentaba entenderla.

— ¿Y Papi, donde está?
 

— Se fue.

Dijo el hombre enfrente de ella, pero eso no le causo tristeza a Zoe que permaneció con un rostro serio sin decir nada.

— ¿Por qué Mami y Papi se fueron? — Aquel hombre pareció gruñir para ella, por lo que simplemente se escudó bajando su rostro sumisamente como siempre.
 

— Eran malos padres. — Aseguro aquel hombro, pero ella negó su Mami nunca fue mala para ella. 

Pero el no ver ningún rastro de quien le dio la vida, parecía que su Mami había desaparecido sin ella percatarse de aquello. Zoe perdía la paciencia al no ver a aquella mujer mayor que soportaba abusos inimaginables para que el sufrimiento de su hija no fuera peor.

— Tu padre te dejó conmigo.

Detuvo el llanto de aquella joven que parecía podría perderse entre tantas cosas, nunca miro a alguien tal cual la rubia parecía, la condición física y cuidado personal parecían no existir para ella. Era algo que le irritaba al ver como ella lloraba.

— ¿Tú no me harás daño como...?

— No quiero que repitas eso. Yo no soy amigo de tu padre, solo soy alguien que apareció en tu camino sin salvación.
 

— ¿Tú tienes comida?
 

Aquello sorprendió al hombre mientras la ayudaba a mantenerse de pie por las pocas fuerzas que ella tenía mientras no lograba ver que cicatrices internas sanaban por si solas.

— ¿Tienes hambre?— Ella asintió. — Oh, mi Luna eres tan hermosa.

Las palabras al final no fueron entendidas por Zoe que solo asintió sin darle importancia a eso, mientras parecía que aquel lugar era un mundo nuevo para ella por tales cosas que veía a través de la ventana.
 

— ¿Qué es lo que huele? — La delicadeza con la que agarro el brazo de él fue suficiente para llamar la atención de varias personas dentro de la casa, aunque ella parecía no darse cuenta.

— Es una comida que ha preparado mi chef, él se hará cargo de preparar las comidas que tú pidas.
 




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