Daddy; 1[editando]

❀Siete❀

|Zoe|

La amable señora abuela de Benjamín me enseña a leer con mejoría ya que no se muchas letras y no las sé pronunciar, me a regañado y me a dicho que llorar no arregla nada, y si quiero algo debo de poner de mi parte para obtenerlo.

Me contó que ella fue una maestra por corto tiempo y que se asegurara que aprenda muchas cosas como las personas de mi edad, no debo de mentir y al principio le tuve miedo. Me había quitado todos mis peluches y regaño a Benjamín por tenerme de malcriada.

No entiendo esa palabra, pero ahora me dio un libro llamado diccionario para que aprenda palabras nuevas. Y es mi tarea algo que me emociona, nunca he tenido una tarea y la palabra suena interesante.

— Todo es fácil, ¿cierto? — asiento con una sonrisa. Me deja el libro que tiene de nombre "el principito" nunca lo he leído y la señora abuela de Benjamín me lo leyó cinco veces.

Me a gustado mucho.

— Señora abuela de Benjamín, ¿cuándo llegará él? — ríe haciendo que me sonrojo avergonzada.

— Dime Magda, él llegará al anochecer. Ahora Zoe te enseñare a lavar los platos ese será uno de tus deberes al ser una mujer ya. — asiento con una sonrisa.

Con Mami solo teníamos un plato, un vaso, una cuchara y un tenedor. Solo eran cosas para él, yo comía en un pedazo de cartón, hago cada cosa que la abuela de Benjamín hace y sonrío cuando me dice que estoy haciendo las cosas bien.

Me cuenta cosas y me hace preguntas, todas se las respondo porque Daddy me dijo que hiciera todo lo que su abuela dijo y que solo le dijera Daddy cuando no está su abuela, creo se enoja, le digo mi edad, aunque creo Daddy ya se la había dicho.

— Le diré a Benjamín que nos deje a ir a comprarte ropa de tu edad, con razón pareces más pequeña. Lo regañare, te viste como si fueras una niña pequeña cuando eres una mujercita. — me sonrojo avergonzada.

— Abuela. — giro mi rostro por la voz seria que se escucha y sonrío, corro hacia Daddy y me cargó en sus brazos.

— Es la verdad, tu cosa rara no la ven bien. Por eso he quitado rumores sobre el Alpha y sus rarezas. — rió por la discusión que tienen. Juego con el cabello de Daddy mientras siguen discutiendo de las rarezas que tiene Daddy.

Acarició al gato en mis brazos, miro a los demás que están en jaulas y observó los hermosos que todos son.

— Debes de elegir a solo uno. — niego. — Zoe solo uno. — observó a los perritos y luego a un pequeño hámster y niego, los quiero a todos.

— Quiero a todos. — niega. Hago una rabieta y se cruza de brazos.

Los perritos y gatitos se ven muy tiernos, el hámster tiene unas mejillas demasiado hermosas, todos son tiernos porque solo uno.

— Tu casa es grande, quiero que todos estén en la casa. — me quita al gatito de mis brazos. Hago una rabieta queriendo que me dé al gatito, pero niega.

— Te estas portando mal, ¿quieres un castigo? — niego entre lágrimas. — Solo veníamos por una mascota no puedes tener a todas. — niego.

— Entonces no quiero nada. — aprieto mis manos y camino ignorándolo. Yo quiero a todos no me va a quitar esa idea, él es el que se está portando mal por no dejarme tener a todos de mascota. Grito cuando me carga dejándome en sus hombros y reniego queriendo que me baje.

— Te estas portando mal, no habrá mascota hasta que entiendas que con rabietas nada se consigue. — golpeo su espalda enojada.

Yo no hago nada malo.

— ¡Déjame!, ¡suéltame! — me deja en la parte trasera del auto y me pone el cinturón, me cruzo de brazos sin mirarlo enojada porque no me compro mi mascota.

— En casa tendrás un castigo. — mantengo mi rostro gacho sin verlo a la cara.

Giro mi rostro viendo a Daddy con un puchero, me mira con seriedad y miro nuevamente la pared.

— Sabes que está mal, era una de las reglas. — niego. — Ah, no. — giro mi rostro. — Cuándo dejes de hacer rabietas no habrá castigos, es malo que las hagas. Te estas portando mal y estás siendo una niña malcriada. 

— Tengo 19 no soy una niña. — asiente.

— Bueno ya eres adulta, tendrás que estudiar y trabajar. — niego cruzándome de brazos. — Desobedeciste a Daddy, era una regla. — giro mi rostro mirando la pared.

"No desobedecer a Daddy".

Yo solo quería muchas mascotas no fue para mucho.

— Yo quería a todas las mascotas no es fácil de entender. — aprieto mis manos. — Tu dijiste que quería, no te he desobedecido. — agarra el puente de su nariz y respira con fuerza.

— Zoe te estás volviendo una little malcriada. — agarra mi rostro y lo gira para que lo mire, respira con más calma y relaja su rostro. — Mientras te portes bien y obedezcas todo lo que te pido tendrás todo lo que quieras, pero si te vuelves una niña malcriada todo te quitare. — asiento.

— También me quitaras a Mami. — niega.

— Te portaras bien. — miro hacia otro lugar por un instante, vuelvo a mirarlo y asiento con una sonrisa.




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