❀Nueve❀

|Omnisciente|

Zoe brincoteaba por la acera de la calle, se había perdido hace poco y solo siguió un gato. Se detuvo al ver a alguien sentado en un árbol quién acariciaba al gato que ella seguía con calma.

— ¿Cómo lograste atraparlo? — ladeo su rostro prestándole atención solo al gato. El chico torció falsamente llamando la atención de Zoe. — Me perdí y seguí al gato. — fue lo único que dijo antes de sentarse en el césped.

— ¿El gato? — el chico solo miro al gato y se lo dio.

Zoe sonrío y acaricio al gato mirando a la persona enfrente suyo, miro los ojos verdes y solo pensó en lo lindo que era ese chico.

— Hace poco aprendí a leer. — dijo Zoe mirando el libro que tenía en manos ese chico de hermosos ojos verdes. — ¿Tú sabes leer? — el chico solo asintió.

— ¿Quién eres? — Zoe solo se sonrojo.

Nadie le había hecho esa pregunta nunca, ni ella misma se había hecho dicha pregunta. Miro un punto fijo y sonrío negando.

— Solo sé que soy Zoe Lenae. — parpadeo y miro al chico con ojos iguales a los de ella.

— Te perdiste, estabas con alguien Zoe. — asintió mirándolo con atención.

— Tu como te llamas. — ladeo su rostro nuevamente.

— Ja...

Un fuerte aullido lo detuvo, él sabía que significaba a comparación de Zoe que solo miro hacia todos lados confundida. El chico agarró la muñeca de Zoe llamando su atención, miró como él cerró los ojos e hizo lo mismo.

— Me llamo James, puedes abrir los ojos. 

Y lo hizo. Retrocedió confundida y con pánico viendo que no estaba debajo del árbol, si no en una cabaña, una vez estuvo en una y no le gusto lo que ocurrió, confío en la persona que la había traído a ese lugar sin saber cómo llegó a ese lugar. Toda su mente estaba confundida.

— Benjamín se enojara. — murmuro para ella y solo negó dejando al gato en un sillón.

— Sabes quién es el Alpha. — Zoe lo miró asintiendo. Sabía quién era el Alpha bueno solo sabía que lo llamaban así mientras que para ella era Benjamín. La persona que la a cuidado y enseñado muchas cosas nuevas.

— ¿Qué haces? — dio pasos hacia atrás mientras que James seguía acercándose a ella con la intención de poner su mano en la frente.

— Te haré ver algo y eso me hará comprender quién eres. ¿Quieres saber quién eres? — negó, ella solo había salido de compras con Magda no se suponía que nada más pasara. — Después de esto abrirás más la mente, comprenderás las cosas como yo lo hago y... 

Grito callándolo.

— No quiero saber nada, quiero volver con Benjamín. 

— Espera, después de esto volverás con él. — negó, topó con la pared y él logró su objetivo. Una luz extraña ante los ojos de Zoe apareció en los brazos de él y todo se volvió negro.

James descubrió todo de ella y la ayudó a cerrar esas puertas oscuras que tanto le hacían daño a Zoe, era un curador y al final de todo él estaba ahí por algo, por algo su gato la trajo a él. Agarró su cuerpo cuando cayó inconsciente y cerró sus ojos, no sabe si le hizo daño o perjudicar algo de lo que ahora ella vivía.

❀

Su garganta estaba seca, su cabeza dolía y su cuerpo pesaba, tallo sus ojos escuchando un gruñido y abrió sus ojos con una sonrisa. Abrazo con fuerza a su Daddy y lloró en su pecho sintiendo miles de sensaciones juntas en su cuerpo.

— ¿Quién te trajo?, ¿te hicieron algo? — negó ante las preguntas demandantes que él hacía. — Dime algo. — la agarro de los hombros y miró la inseguridad en sus ojos.

— Me hizo ver todo y... me ayudó a no recordarlo. — seco sus lagrimas. Se alejó de él y salió de su habitación, agarró entre sus manos su cabeza le dolía, pero no quería estar cerca de nadie.

Se sentía adolorida, enferma y quería saber que le había ocurrido porque James hizo eso, y principalmente ¿por qué lo hizo? La sacó de su burbuja donde era feliz, sentía sus hombros pesados como si cargara algo muy grande.

Se encerró en la biblioteca y solo trato de esconderse en un lugar donde nadie le hiciera nada, recordaba como una vez se escondió en un lugar igual y escapó de su padre, llegó a su casa después de algunos días y recibió una fuerte golpiza de su padre, su madre pagó el precio cuando se interpuso.

Bajo su rostro y lo escondió entre sus manos llorando en silencio, tantos recuerdos llegaban a su mente y sentía que iba a explotar. Odio a ese tal James que hizo que se saliera de su burbuja, no quería salir quería seguir ahí, no le importaba ser como una niña solo quería olvidar todo lo que le sucedió.

— Zoe. — negó tapando sus oídos, estaba sentada en el suelo llorando y recordó que ella estaba así en el sótano de su casa. — Pequeña, abre la puerta. — sollozo ante la voz de aquel lobo, tenía miedo.

Estando en su burbuja él no se veía tan malo, pero ahora no sabe si está bien estar a su lado o si él le haría daño, había conocido a tantas personas que ahora les tenía miedo. Parecían amigables, pero ahora no tanto.

Ella siempre le gustaba conocer gente, en su pequeña burbuja nadie todos eran inofensivos, nadie la lastimaba cuando estaba en esa burbuja. Se incorporó y buscó por toda la habitación diferentes libros, quería saber qué había ocurrido y porque a ese chico le salía una extraña luz de las manos. Mientras estuvo con Magda le enseñó distintos libros y ella miro otros con extraños títulos.