❀Diecinueve❀

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Advertencia: Contenido sensible

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|Omnisciente|

Un pequeño bulto metido entre unas sábanas se estremeció al sentir el toque de alguien extraño, ese hombre agarró su pie sacándola del lugar donde lloraba, sacando todo lo que se había guardado desde hace tres años desde que empezó todo su sufrimiento diario.

Amarro los frágiles brazos de Zoe a una soga que colgaba del techo del sótano, había comprado un lugar nuevo, algo barato, y este tenía sótano una de las peores pesadillas de Zoe. El hombre agarró una varilla oxidada y comenzó a golpear a la niña con fuerza.

Aún tenía demasiado gastos por las apuestas y esa "basura" se había negado hacia uno de esos hombres que pagó por ella, recibió una paliza porque su hija golpeó al hombre con una lámpara en el rostro.

— ¡Vuelve a repetir! ¡no hacer nada en contra de mis amigos! ¡repite estúpida zorra! — las lágrimas de Zoe resbalaron por sus mejillas, esperaba que su padre al que una vez amó se detuviera y le dijera que todo estaba bien tal y como lo hacía hace tres años.

— No... volveré... a hacer... algo... en contra de tus... amigos. — balbuceo sin fuerzas. Su pecho subía y bajaba, no lograba respirar del todo y los golpes de su padre no se detenían.

— Pensaste que no lo sabría ¿me crees idiota? Eres una pequeña sabandija que no debe vivir.

Cerró sus ojos, los golpes del otro lado de la puerta se dejaron escuchar. Sabía que su mamá trataría de salvarla de morir, pero a ella le iría peor y no quería escuchar los gritos de su madre pidiéndole a ese hombre que pare.

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— ¿Por qué? No me agradan los dentistas. No quiero ir Daddy.— murmuró aferrándose a la base de su cama. — Estoy bien así, por favor. No quiero.

Volvió a murmurar, cerró sus ojos sintiendo con fuerza los brazos de su Daddy agarrando su cintura. Estaba bañada y cambiada, había limpiado su alcoba, pero no hizo eso para salir solo lo hizo porque estaba ganando tiempo pensando en que eso le evitaría ir al dentista y con la doctora Leila.

Sintió pena pensando que Luci o Luciano podrían escuchar su escena diaria. Era una escena diaria porque a veces no quería ir a la escuela, se había dado cuenta que eso a veces era demasiado aburrido y no la dejaban respirar.

Pensó en el tema de la doctora Leila distrayéndose, dándole oportunidad a su Daddy que la agarrara en sus brazos. Gruño, no quería ir con esa doctora. Ya no quería dejarle camino para que ella estuviera junto a su Daddy.

Ser posesiva era extraño en ella, pero su Daddy lograba sacar ese lado de ella. Se sentía ser alguien egoísta por querer solo a su Daddy para ella, pero no le importaba.

— Después del dentista iremos al hospital. — negó, no quería que su Daddy estuviera con tantas mujeres. Si ella no hubiera vivido lo que vivió no estuviera él cerca de tantas.

Su temor hacia los hombres había disminuido un 15 % del total, había hecho nuevos amigos en ese campamento, conoció a Joe y Ross, dos chicos demasiado amables y gentiles. Su amistad con Luke no iba del todo bien, parecía alguien celoso y repugnante después de un mes de haber estado junto a él en el campamento.

Suspiro cuando su Daddy casi la amarró al asiento de la parte trasera para no escapar, siguió los movimientos que él hacía. Se pasó al asiento del pasajero cuando su Daddy entro, lo miró mal por un momento antes de volver a sonreírle.

— Estoy bien, enserio lo estoy Daddy. Es mi primer día de vacaciones porque no nos quedamos en casa. — murmuró gentilmente.

Tenía demasiadas preguntas respecto a qué pasaría si estaba más tiempo junto a su Daddy, ¿pudieran tener una relación?, así como la de su amiga Izzy y su esposo Matt. Que pudiera pasar si lograban pasar a otra fase ¿cómo se sentiría eso? ¿qué cosas nuevas abra? ¿cuáles son las reglas nuevas?

Al lado de su Daddy era feliz, y poco a poco estaba descubriendo que él le gustaba, pero no de una forma como cree todos piensan, le estaba gustando, así como a cualquier otra chica le gustaba alguien y quería que ella fuera esa persona especial para él. Pero y si el solo la veía con lástima sintiéndose mal por la infancia que tuvo, y por eso la cuidaba como en ese momento.

— Zoe, te quitare todos tus...— lo miro con atención, observo esos ojos verdes oscuros que tanto amaba de su Daddy y suspiro. Se cruzó de brazos y hizo un puchero unos que lograban convencer a su Daddy, ella sabía que haciendo eso podía pedir lo que quisiera y él se lo daría. — No me convencerás. No hoy, Zoe.

Se sintió mal, estaba portándose mal y lo sabía, no debía de hacer un puchero y decirle que no quería ir a ese lugar. Observó el rostro convencido de su Daddy, sus palabras también habían sido seguras. Él miraba sus azules ojos y no podía evitar sentir como su corazón incrementaba su pulso.

Ella se sentía cómoda y a salvo junto a él, y su corazón se lo decía.

— Solo te quitaran los brackets y Leila te hará unos últimos chequeos.

Asintió con lentitud, no debía de exagerar sobre ir al hospital y dejar el tema de sus celos inesperados. Miro conducir a su Daddy con más calma, no volvió a hablar hasta que él le pregunto como le había ido en el campamento. Le contó los amigos que hizo y miró la sonrisa que Benjamín puso cuando le contó sobre Luke y como le estaba dejando de hablar.