Dagas Llenas de Mariposas

Capítulo 3

"Quédate con quién se atrevería a hacer la mayor locura contigo, sin importar lo que digan las demás personas."

—Nicole White
 

Melody

 

Justo después de lo que pasó con el castaño, el profesor sin más empieza a hablar. 

 

Salvada por el ogro.

 

—... Ya que estamos aprendiendo a traducir pequeñas oraciones en Latín ¿Quién me podría traducir esta? —Se voltea para escribir la frase en el pizarrón— "Cogitationis poenam nemo patitur" —Lee en voz alta para que todos prestemos atención. 

Nadie responde y, yo en cambio, ni siquiera puedo concentrarme lo suficiente con la presencia de Ryan a unos pocos centímetros de distancia.

Al ver que nadie iba a responder Ryan alza la mano, que no me sorprendió a decir verdad.

 

—Significa "Nadie debe ser castigado por sus pensamientos."

 

—Muy bien, señor Belangers.

 

Al oír ruido cerca, el profesor Roberts se voltea a ver a los dos chicos que estaban reprimiendo sus carcajadas.

 

—Creo que esa frase no va conmigo en estos momentos —masculle y de inmediato los dos chicos dejaron de reírse.

 

— ¿Cómo sabes tanto de Latín? —Le pregunto a Ryan en voz baja, aunque ya sé la respuesta.

 

—Técnicamente me crié en Roma, aunque haya nacido aquí en Estados Unidos. Además de que en el colegio que estudié de pequeño veíamos Latín como una asignatura. —admite encogiéndose de hombros.

 

No pude reprimir mi asombro al saber que lo que me había dicho el profesor Roberts no había sido una broma.

 

Luego de eso simplemente Ryan sigue copiando algo en su libreta, lo que me da curiosidad por saber qué era. Me inclino un poco por encima de su hombro, y pude ver unos pocos símbolos que, si mis clases de Idiomas no me fallaban, podía decir que eso era Griego.

 

— ¿Hablas Griego? —inquiero sin despegar mi vista de la hoja. Pude presenciar que Ryan se tensa un poco ante mi pregunta, se relaja un poco, pero cierra su libreta.

 

— ¿Te sorprende? —Levanta una ceja.

 

—De hecho sí. Jamás había conocido a alguien que hablara Griego, además de mi padre —Me encojo de hombros.— Él me enseñó a hablar Inglés, Español, Catalán y Griego.

 

—Wow. Okey alto ahí, traductor de Google —suelta Ryan sorprendido, pero su sorpresa pasó a ser una sonrisa pícara y poco a poco se va acercando a más a mí, hasta quedar cara a cara.— ¿Qué tan bien hablas el Catalán?

 

—Demasiado bien ¿por? —hablo rápido.

 

—Acaso puedes decirme ¿Cómo se traduce "Te amo"?

 

—Es fácil se dice "T'estimo".

 

De inmediato Ryan habla y me sorprendió a decir verdad.

 

—I jo a tu (Y yo a tí).

 

En un movimiento rápido Ryan acorta el espacio suficiente entre nosotros como para que pudiera apreciar más sus hipnotizantes ojos café. Intento apartarme, pero mi espalda ya estaba pegada a la pared, entonces trato de empujar a Ryan en un intento fallido. Me veo atrapada entre mi asiento, el pupitre y la pared, y supe que no tenía más escapatoria. Cuando Ryan acorta aún más nuestra distancia, hasta tal punto de que nuestras respiraciones se mezclan, volteo mi rostro y en un abrir y cerrar de ojos recibo un corto beso en mi mejilla.

 

Ryan se separa de mi lo suficiente como para que mis latidos volvieran a ser normales, y yo en cambio, lo miro entrecerrando mis ojos.

 

— ¿Con qué así son las cosas, Melody?

 

— ¿Algún problema con eso? —Lo reto cruzando mis brazos.

 

Me da una sonrisa torcida y se relaja en su asiento.

 

—En realidad no.

 

—Enton... —Me interrumpe.

 

—No he terminado Mel. —Hace una pausa— Solamente te diré que por si no escuchaste, el profesor Roberts nos mandó a hacer un trabajo en pareja, según el número de lista. —Me regala una mirada pícara y una sonrisa arrogante.

 

Y pude verificarlo cuando escucho al profesor decir:

 

—... No se olviden entregar el trabajo para la próxima semana, sin falta.

 

¡MÁTENME! ¡QUE ALGUIEN AGARRE UNA PISTOLA Y QUE ME MATE, POR FAVOR!

 

Mientras estábamos saliendo de la clase de Latín, Amanda y yo decidimos ir a la cancha de Fútbol Americano, ya que la directora la Señorita Kirchner informó que nuestro equipo los Wadden Wolfs iban a competir contra otra escuela, los Richwood Tigers. 
 

Cuando llegamos, todos estaban en las enormes gradas divididas por el equipo de casa y el equipo visitante esperando a que empezara el partido. 


El ambiente estaba lleno de personas apoyando al equipo local vestidos con colores representativos de nuestra secundaria; el vino tinto el gris claro, y otras más apoyando al equipo visitante con sus colores naranja y negro. Todos estábamos muy emocionados por lo que iba a pasar.

 

— ¡Muy buenos días! El día de hoy... —Empieza a decir un hombre con mucho ánimo, no se podía ver en donde se encontraba dicho hombre.

 

No le presto mucha atención a lo que dice, ya que estaba viendo mi celular.

 

—... Ahora recibamos a los equipos que competirán el día de hoy —Hizo una breve pausa—. Primero recibamos a los ¡Wadden Wolfs! —comenta animando al público.

 

Y como consecuencia todos los que apoyaban a nuestro equipo empezamos a gritar emocionados. De repente vimos salir corriendo al equipo desde una esquina. Mientras observaba a los jugadores pude ver a mi hermano.

 

¡Espero que el muy imbécil no la eche a perder en mitad de juego, si no definitivamente lo pongo en adopción!

 

Sus uniformes se componen de un Jersey con los colores representativos de la secundaria: vino tinto y gris claro, con el número y el apellido correspondiente de cada jugador y unos pantalones gris. También vi al enredador del equipo en una esquina o mejor dicho a mi padre, Malcom Andrews. Las porristas los apoyaban y les hacían barras al equipo de casa.



#3649 en Thriller
#1978 en Misterio
#15953 en Novela romántica

En el texto hay: misterio, asesinato, roamance

Editado: 28.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.