Dama A Reina

Capítulo 35 - Sin Preguntar Nada

Después de confirmar que Rosemond estaba bien encerrada en el calabozo, Patrizia volvió a su habitación.

Ya era de noche, y mientras estaba a punto de desmayarse por la fatiga acumulada y el veneno, sacó la última fuerza que tenía para mantener sus pies en movimiento.

Cuando entró en su habitación, las criadas y las damas de compañía se agruparon en torno a ella preocupadas.

Sin embargo, Patrizia no tenía la fuerza para responder, ni siquiera a Petronilla o a Mirya.

"Rizi, ¿Qué pasó?"

"¿Está herida, Su Majestad?"

"Su Majestad, ¿Se encuentra bien?"

Patrizia tranquilamente se deshizo de las preocupaciones que tenía encima, y habló en voz baja.

"Mirya, por favor prepara el baño. Tan pronto como sea posible."

"Ah..."

Mirya notó la fatiga en la voz de Patrizia más rápido que nadie.

Petronilla, que estaba observando de cerca, también sintió el cambio de su hermana y no dijo nada más.

No sólo Patrizia parecía exhausta, sino que era inapropiado hablar de los eventos del día por ahora.

Petronilla decidió que sería mejor estabilizar a Patrizia primero y llamó al médico de palacio, mientras Patrizia iba al baño.

El doctor llegó rápidamente, y Petronilla habló con él primero.

"¿Trató a Su Majestad en el torneo de caza?"

"Sí, señorita Petronilla."

"¿Qué demonios ha pasado?"

Ella había estado dentro del palacio, y naturalmente, la falta de detalles era frustrante.

El doctor se detuvo un momento para elegir cuidadosamente sus palabras, y luego relató todo lo que había sido conocido por el público hasta el momento.

Petronilla se sorprendió cuando escuchó la historia.

"Dios santo."

Exclamó.

¡Debería haber sabido que Rosemond intentaría algo así...!

Se regañó a sí misma por su ceguera, y luego se volteó hacía el doctor otra vez.

"Entonces, ¿Cuál es el estado de Su Majestad?"

"Su Majestad recibió un excelente tratamiento de emergencia, y se ha sometido a una atención aún más completa desde que regresó a palacio. Es probable que se despierte pronto, pero Su Majestad La Reina aún no ha sido tratada, y sigue en malas condiciones."

Dijo el médico con gravedad.

Petronilla asintió.

"No sólo está envenenada, sino que el estrés y la fatiga de hoy afectarán negativamente a su salud. Por favor, trátela con eso en mente, doctor."

"Lo haré, mi señora. Por favor, no se preocupe."

Fue entonces cuando Patrizia salió del baño, llevando sólo un fino camisón, y miró al doctor levemente sorprendida.

Luego se volvió hacia Petronilla, quien le ofreció una explicación.

"Llamé al doctor, Su Majestad. Me dijo que aún no había sido tratada..."

"Ah..."

Patrizia asintió levemente.

Luego se sentó y se dejó inspeccionar por el médico, y poco después él dio su diagnóstico.

"No es demasiado grave, pero por todo lo que has pasado hoy, tu mente y tu cuerpo están un poco más débiles. Estarás ocupada mañana, así que tómate una taza de té caliente y acuéstate temprano esta noche."

"Gracias por su consejo. Puede irse."

El doctor se inclinó y luego salió de la habitación.

Cuando ya se había ido, Petronilla miró a Patrizia.

"Yo también me iré, Rizi. Ya es tarde."

Patrizia la miró con curiosidad.

"¿No tienes ninguna pregunta para mí?"

"¿No escuchaste al doctor? Necesitas descansar. Podemos hablar de todo mañana, Rizi."

Petronilla dejó caer un suave beso en la frente de Patrizia.

"Nadie debe molestarte, al menos por esta noche. A menos que sea Su Majestad. Hablaremos de todo más tarde, ¿De acuerdo?"

"Sí."

Respondió Patrizia con voz débil.

Petronilla tragó por el evidente agotamiento en la voz de Patrizia

Antes de irse, se volvió hacia Mirya.

"Por favor, cuida bien de Patrizia."

Petronilla tendría que esperar hasta la mañana para obtener respuestas, pero los detalles no cambiarían de todos modos.

Ella podía ser paciente.

Consideró preguntarle a su padre sobre lo que sabía, pero no esperaba que la ayudara a entender la situación.

Después, Patrizia se secó el pelo y se fue a la cama.

Había pasado por mucho hoy, y estaba demasiado cansada para pensar en lo que pasaría después.

Afortunadamente, ni Mirya, ni Raphaella, ni Petronilla le preguntaron nada, así que decidió dejar sus pensamientos para mañana.

Patrizia se metió en la cama y respiró profundamente de satisfacción.

Había estado sufriendo de insomnio recientemente, pero esta noche durmió fácilmente.

Sin el sueño, habría sido una noche insoportable.

***

"Su Majestad, es hora de levantarse."

Las palabras de Mirya saludaron a Patrizia a primera hora de la mañana.

Lentamente levantó los párpados, parpadeó confundida un par de veces y se levantó de la cama.

"...¿Cuándo llega la Tríada de Cancilleres?"

Fue la primera pregunta de Patrizia.

"Están en camino al palacio. Probablemente lleguemos allí a tiempo."

Respondió Mirya.

Los países circundantes tenían un canciller que atendía a la nación, pero para el Imperio Mavinous, había tres que ayudaban al emperador.

Su propósito era prevenir la tiranía a través de un sistema de controles y equilibrios.

Cuando Patrizia se enteró de esto, pensó que era un buen sistema.

¿No dictaba el sentido común que el poder absoluto era corruptible y peligroso?

Patrizia terminó de lavarse la cara y se vistió con la ayuda de sus criadas.

Era poco común que una reina tomara el puesto de regente, pero había un precedente histórico que incluso las doncellas seguían.

Hoy en día, Patrizia llevaba colores más oscuros con un estilo más estricto, y en lugar de una diadema con un diamante rosa - el símbolo de la reina - una corona de oro más oscura brillaba con autoridad en su cabeza.

Poco después, se trasladó a la sala de estar y se sentó, y un sirviente anunció la llegada de los invitados.



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En el texto hay: romance, maduro, romance y tragedia

Editado: 18.07.2024

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