Dama A Reina Historias Alternativas

Capítulo 2 - Me Gustaría Llevarme Este Niño Conmigo

Cuando Janet escuchó la noticia, no reaccionó de forma especial.

Estaba destinado a pasar.

No había forma de que el Emperador hiciera que una sirvienta de clase baja como ella se convirtiera en la reina.

Las leyes del imperio no lo permitían.

Por supuesto, no era como que Janet no tenía, aunque sea una pizca de celos hacía la nueva reina.

Sin embargo, no había nada que ella pudiera hacer.

No había podido convertirse en reina de todas maneras y ya había recibido mucho más de lo que merecía.

El Emperador estaba muy preocupado en hacer que Janet entendiera la situación, pero cuándo Janet dijo que en realidad estaba bien, él ya no podía ignorar la ira inmensa de los nobles y tomó oficialmente a una reina.

Su nombre era Alisa, la hermana menor del Duque Oswin, el hombre con la mayor autoridad en la nación justo por debajo del Emperador.

Un día, Alisa y Janet se encontraron por casualidad y fue Alisa quien habló primero.

"Dijiste que tu nombre era Janet, ¿Verdad?"

Janet fue tomada por sorpresa.

Ella esperaba que la reina la conociera, pero no pensaba que Alisa en realidad se detuviera para tener una conversación con ella.

Janet rápidamente bajó la cabeza antes de responder.

"Sí, su Majestad la Reina."

"Mejor actuemos de forma más cómoda entre nosotras, Janet. Escuché que eres la sirvienta favorita de su Majestad."

"..."

Janet siguió con la cabeza inclinada mientras sudor caía por su frente.

Sin embargo, ante las palabras de Alisa y su amable sonrisa, decidió levantar la cabeza.

Janet miró a Alisa con una expresión desorientada, solo para recordar su lugar e inclinar su cabeza de nuevo.

"¿Cómo podría atreverme a hacer eso con la Reina...? Estoy totalmente consciente de mi lugar, su Majestad."

Dijo Janet obedientemente.

"..."

"Me refiero a que no haré nada que amenace su posición, su Majestad."

"No quise decir exactamente eso... aunque me alegra que una persona tan inteligente tenga el favor de Su Majestad."

Alisa sonrió ampliamente mientras le hablaba a Janet con voz cálida.

"En cualquier caso, las únicas personas que sirven a su Majestad en el Palacio Interior somos tú y yo. Espero que podamos llevarnos bien."

Después de decir esas palabras, Alisa continuó su camino.

Janet, quien ahora estaba sola, miró cómo se alejaba la figura de la Reina.

'Pensé que me abofetearía.'

Técnicamente, la concubina había entrado al palacio antes que la esposa.

Si Janet estuviera en la posición de la Reina, esto definitivamente causaría su enojo.

Sin embargo, juzgando por como actuó Alisa, Janet pensó que definitivamente no era una mala persona y continuó su camino también.

***

Cuando el Emperador trajo a Janet por primera vez al palacio, él hizo dos promesas:

La primera fue que, aunque no pudiera hacerla la reina, él ciertamente le daría una mejor vida que la que había tenido antes como sirvienta.

La segunda fue que él nunca la traicionaría.

Dado que Janet no era tan ingenua sobre cómo funcionaba el mundo, ella creyó en la primera promesa, pero se mantuvo recelosa sobre la segunda.

Sin embargo, antes de que lo supiera, habían pasado cinco años desde que había llegado al palacio, y Janet lentamente estaba comenzando a pensar que podría intentar creer en la segunda promesa.

El Emperador había mantenido fielmente ambas promesas a lo largo de estos cinco años.

"Estás embarazada."

Anunció un doctor del palacio.

Y al final, esos cinco años trajeron resultados.

Ella estaba embarazada del hijo del Emperador.

"¿Qué tanto ha crecido?"

Preguntó Janet con el corazón acelerado.

"Ha crecido bastante. Casi dos meses. Probablemente no menstruaste durante ese tiempo, pero parece qué no lo notaste."

Janet no lo había notado, dado que sus periodos eran irregulares normalmente, y ni siquiera había tenido náuseas matutinas.

Parecía que tenía un bebé tranquilo.

Janet sonrió felizmente y le agradeció al doctor imperial antes de levantarse de su asiento e irse hacía el Palacio Central.

'No puedo creer que estoy embarazada del hijo del Emperador.'

Aunque ella había sido una sirvienta de clase baja en el palacio secundario, había tenido la buena fortuna de captar el interés del Emperador y fue traída al Palacio Imperial, donde había pasado los últimos cinco años con gracia y amor.

Janet por fin podría pagarle por todo lo que él había hecho por ella.

Janet no pudo ocultar su feliz expresión mientras se apresuraba hacía el Palacio Central.

"Señorita Alice, ¿Está Su Majestad dentr...?"

Comenzó a decir Janet, pero sus palabras se detuvieron al encontrarse con alguien conocido.

Todos los demás pensamientos fueron alejados de su mente y rápidamente se inclinó para saludar.

"Saludos a la Luna del Imperio, su Majestad la Reina."

Dijo Janet.

"..."

Sin embargo, Alisa no dijo nada.

Simplemente continuó mirando a la sirvienta.

Janet se preguntaba si había algo mal y estuvo a punto de enderezarse, cuando escuchó una suave voz desde arriba de ella.

"...Luces muy feliz."

Dijo la Reina Alisa.

"¿Disculpe?"

Preguntó Janet.

"Dije que luces muy feliz. ¿Pasó algo bueno?"

"Su Majestad, ¿A qué se refiere con...?"

"¡No seas hipócrita!"

Alisa explotó de repente, lo cual sorprendió a Janet.

Al escuchar eso, Janet se puso el brazo alrededor de su barriga subconscientemente, preocupada de que la sorpresa pudiera ser sentida por el bebé en su vientre.

Alisa continuó con furia.

"¡Por cinco años! ¿Cómo se sintió tener a su Majestad jugando sobre la palma de tu mano? Por supuesto, probablemente se sintió genial. ¡Mientras qué yo, su esposa, vivía siendo tratada de esta forma!"

"..."



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En el texto hay: traicion, trama, romance

Editado: 02.08.2024

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