Desde que era pequeña mis padres me educaron a su imagen y semejanza, me dieron todo lo que siempre quise y con el paso del tiempo heredé de mi madre el amor por el baile. Mi vida era la danza, aun cuando estuve rodeada de los mejores lujos, de las personas más populares y de un mundo “perfecto”.
Pero, a veces el destino nos tiene otras cosas preparadas, nada que puedas esperar.
Un accidente cambió mi vida en su totalidad, todo lo que alguna vez amé y todo a lo que aspiré se esfumó, cada vez me hundía más en el agujero que yo misma cavé, hasta que él, la persona que menos esperaba apareció de nuevo, dándome la esperanza que creía haber perdido, aunque no esperaba que con el pasar del tiempo los recuerdos, las acciones y las decisiones del pasado se hicieran presentes orillándonos a afrontar las consecuencias que trajeron consigo y los terribles resultados.
Soy Giada Dumont Bianchi y no estaba preparada para nada de lo que la vida tenía planeado para mí.
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