Danger

CAPÍTULO 2

Deslice la puerta con una evidente molestia y cuando el frío de afuera me estaba recibiendo alguien me llamó haciendo que me diera la vuelta.

Era mi profesor Varas, el se había encargado de ayudarme con algunas clases cuando vio lo perdida que estaba el primer día que llegue, justo cuando se situó a mi lado puse mi mejor sonrisa intentando verme educada y nada molesta.

_Que bueno verte abby _saludo el profesor Varas con apuro _Te estuve buscando para recordarte que todavía debes ponerte al día con algunos cursos _me aviso mientras ojeaba una hoja y movía varios papeles.

_Me faltan solo unos dos cursos profesor, pero ya estoy al día con los demás _trate de sonar calmada, pero en mi cabeza solo se seguía reproduciendo la escena en la cafetería.

Quería regresar y golpear a ese tal Nixon.

_La directora me a dado la orden para que le asigne a alguien que pueda ayudarla _No despegó la vista de la libreta para nada _Es…. Diego danger ¡oh pero que suerte la de usted¡ ¡diego es uno de mis mejores alumnos!

El profesor Varas sonrió con orgullo refiriéndose a Diego, pero yo estaba consternada por saber que hace unos segundos atrás tuve una discusión con uno de sus amigos y ahora tendría que hablarle, y lo peor era aceptar su ayuda.

Es que la vida no puede odiarme más.

No la retes.

_Disculpe pero… me gustaría saber si podría cambiar de compañero _ pedí, casi rogando y el acomodo sus lentes.

_Te pondría a dylan danger, pero ya te dije que la directora me a dado órdenes estrictas de que sea diego _respondió, y talle mis ojos con fastidio _No te preocupes, y no seas tímida, solo acércate a el y dile que te ayude en ponerte al día, no se negará créeme.

Se marchó antes de que pudiera decir algo y golpee el piso frustrada cruzándome de brazos, este era el karma golpeando mi puerta, o la vida diciéndome que le importaba una mierda lo que yo sintiera.

Quería golpear algo o a alguien, sentía la rabia apoderarse de mi cuerpo y la mirada de todos posadas en mi no ayudaba en nada.

Mi móvil comenzó a sonar indicando que era un mensaje de WhatsApp y lo tomé a regañadientes soltando un gruñido.

Número desconocido.

_Te espero mañana en mi casa.

No hacia falta preguntar quién era, además de que su foto de perfil estaba visible.

_Pasame la dirección en donde vives.

_Aprende a decir por favor.

Apreté el móvil con fuerza y maldije a la pantalla como si el pudiera escucharme.

_Pasame la maldita dirección de tu casa... por favor.

Su respuesta fue inmediata.

_Vale, lo tomo pero me ofende muchísimo.

Voltee los ojos con fastidio y espere una respuesta de su parte mientras caminaba a casa, pero esta nunca llegó.

Deje mis cosas arriba de mi cama apenas llegue y después puse música en la televisión a todo volumen para poder tomar una larga ducha, el agua estaba caliente a mi gusto y mi cuerpo desnudo se relajaba.

Llevaba casi treinta minutos o más aquí dentro, otra música estaba sonando pero esta comenzó a volverse lejana, mis pensamientos se perdían, varios recuerdos venían a mi y escuchaba voces, lamentos, gritos y llantos, y todo comenzaba a tomar forma en mi cabeza, podia sentir como mis ojos se iban oscureciendo hasta que todo se volvió silencioso y borroso. Como si mi alma no estuviera conectada a mi cuerpo.

_¿Abby? _pude sentir como la puerta se abrió de golpe _¡¿Abby que es esto?! ¡Maldita sea¡ _su expresión era de terror.

Me miraba como si no me conociera, con esos ojos que destilaban terror y sorpresa.

_Yo n-no.

_¡¿Tu no que?! ¿Te estás volviendo a joder la vida? ¿Es en serio abby?

_N-no quise _solloce _t-te juro qu- que no quería.

_¿No querías? ¿Y esto que es? _señalo todo el panorama con obviedad.

_N-no no se _conteste con voz ahogada.

_¿No lo sabes? _pregunto, como si no se la creyera _ ¿Tengo que volver a llamarlo, abby? Dime, porque ya no se que hacer.

No. No por favor, no podía llamarlo, no a él. No otra vez. No, no, no.

_No le llames _suplique temblando _ no se que paso, solo no la llames por favor. 

Pude sentir una ráfaga de viento golpearme, haciéndome que vuelva de forma brusca a la realidad y tomara una inhalación profunda seguida de un grito ahogado.

Mierda.

Me moví con desespero dentro de la bañera y el agua se salió gracias a eso, sentía como si me estuviera ahogando a pesar de no ser así, tome un paño y lo envolví en mi cuerpo para salir de allí.

_Esta comenzando _susurre en un hilo de voz, llevando mi mano a mi pecho desnudo pidiendo aire con exasperación_ esta comenzando de nuevo.

….

Era más de medio día cuando desperté gracias a los golpes que alguien daba en la puerta, me levanté y con las mismas baje entre quejas y maldiciones.

Nunca bajaría axel, tiene el sueño tan profundo que puede sonar una balacera en plena sala y el seguiría durmiendo como un bebé.

¿Quién en su sano juicio se atrevía a tocar con tanto desesperó? Y además un sábado al medio día.

¡Estaban dementes!

Abrí la puerta de golpe soltando un molesto y ronco ¿qué?

Cuando vi la persona que tenía de pie ahogue un grito y le cerré la puerta en la cara.

¡Dios mío Santísimo!

Tenia al mismísimo diego danger en la puerta de mi casa con ropa negra deportiva y lo dejé afuera con la palabra en la boca.

Yo estaba solo con una camiseta roja que llegaba hasta mis muslos y mi cabello era un desastre sin contar los residuos sucios que debía tener en mis ojos.

¡Que vergüenza!

Lleve una mano a mi boca para soplar aire y corroborar si tenia mal aliento, y efectivamente si.

Volvieron a tocar pero esta vez más despacio y caminé por toda la casa desesperada hasta llegar a la cocina para lavar mi rostro y boca con abundante agua, fui para abrí la puerta de nuevo y vi que diego tenía una sonrisa en sus labios y su mano hecha puño en el aire.




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