Cada parte en mi había cambiado, ya no tenía naturaleza humana, ahora sentía una sensación distinta y más feroz. Mi cuerpo había cambiado de forma drástica, sentía que ya no era el mismo.
Por mi sangre recorría una sustancia que despertaba instintos salvajes, pero a la vez me quemaba como una tortura sin piedad, esto me provocaba dolor y desconcierto. Mientras me arrastraba sobre el suelo arañando y gimiendo ahogadamente. Cada segundo que pasaba era un verdadero infierno. Poco a poco sentía como me desvanecía viendo por última vez aquel foco que iluminaba este cuarto pequeño.
Finalmente desperté con una hambre y sed insaciable, escuche el sonido de una puerta abrirse, un pedazo de carne había en el suelo y con mis manos agarre la carne roja, por la gran ventana un señor de guardapolvo blanco me observaba y anotaba en su libreta. Las cadenas que tenía en los brazos me impedían moverme con facilidad en la habitación donde apenas tenía una cama para dormir.
Me sentía tentado a probar un bocado de esa carne, pero también culpable porque no estaba en mis cabales. Sin embargo no tenía opción.
—¿Cómo te sientes?— preguntó el hombre con el guardapolvo, a quién no podía distinguir y mucho menos ver su rostro con claridad. Se fue acercándose cada vez más y en él se formó una sonrisa.
—Funcionó— susurró su compañero.
No comprendía que ocurría, ni siquiera sabía que estaba pasando.
—Quiero una muestra de sangre y ADN— ordenó y abandonó el lugar, dos hombres se acercaron para cumplir con el mandato, sin embargo un instinto quería que no se acercaran. Fije mi mirada sobre ellos y se asustaron.
—Solo será una muestra— titubeó uno de ellos.
Volvió el hombre a acercarse y clavó una aguja con un líquido verde fluorescente en mi espalda. Al poco tiempo mis ojos se fueron cerrando llevándome a un sueño profundo.
#5255 en Fanfic
#14241 en Fantasía
#5440 en Personajes sobrenaturales
panteras negras, choi yeonjun, secretos poderes amistades amor
Editado: 05.11.2020