Un nuevo día, un nuevo amanecer y para ser sincera hoy no tengo ánimos de ir al colegio no quiero ir para ese infierno, donde sé que Hasley hoy me joderá la puta existencia, es que acaso no tiene algo más interesante que hacer.
Me levanto me dirijo al baño me doy una ducha, me cepillo los dientes, seco mi cuerpo me coloco mi uniforme y bajo a desayunar.
-buenos días hermosa familia ¿cómo amanecieron hoy?_ digo tratando de sonar lo más cuerda posible.
-buenos días mi niña, estamos todas bien gracias por preguntar ¿Tú cómo estás, cuéntanos acerca de tu fin de semana en casa de Melanie?_ dice mamá con curiosidad y entusiasmo.
-mamá ayer desde que llegué te dije que me fue bien, lo pasé genial pero que insistencia la tuya en querer saber de más_ digo con fastidio y me levanto de la silla, hasta el deseo de desayunar se me quitó, hoy amanecí con un humor de perros, creo que mi periodo está cerca. Salgo de casa y me dirijo a la escuela caminando, llego y rápidamente me dirijo a mi salón de clases para poder dejar mis cosas y sentarme a pensar un poco en todo lo que a pasado en mi vida, entro al aula y noto que aún ninguno de mis compañeros han llegado, tomo asiento y cierro mis ojos un momento.
No sé cuánto minutos han pasado desde que me encuentro en esta posición hasta que siento un fuerte golpe en mi cabeza, abro mis ojos un poco aturdida por el dolor de este, y ahí está Hasley con su grupo mirándome y riendo a la vez.
-hola cucaracha, no te han dicho que te ves horrible en las mañanas?_ dice y me regala una sonrisa burlona.
-y ati no te han dicho que con todo ese maquillaje que te pones por las mañanas pareces un mapache aturdido?_ digo y le regalo la misma sonrisa, cuando veo como levanta su mano y la impacta contra mi mejilla. Auuuchh! Eso dolió.
-eres una estúpida, como te atreves a faltarme al respeto de esa manera, tú ni siquiera estás a mi nivel para dirigirme la palabra o para pretender ofenderme, pero yo te pondré en tu lugar chiquilla_ dice y vuelve a levantar su mano para impactarla contra mi rostro pero la detienen.
-oye preciosa, haz el favor de dejar a Aline tranquila no se está metiendo contigo o si?_ pregunta Steven dándome una sonrisa.
-¿y tú quién mierdas eres para decirme lo que tengo que hacer?_ dice ella y le da una mirada de asco.
-soy amigo de Aline, y no puedo permitir que alguien como tú quiera venir a hacerle daño, así que te pido de favor que salgas por esa hermosa puerta que está esperando por ti para que abandones el salón. ¡pero es ya!_ grita Steven y ella abre sus ojos como platos un poco sorprendida y al final se larga del salón.
<<Aline, ¿Estás bien, esa loca no te hizo nada?_ dice Steven con preocupación.
-oh no tranquilo Stev, gracias por defenderme fue un gesto muy lindo de tu parte_ digo y le doy un abrazo, nos sentamos a charlar, y en eso empiezan a llegar mis compañeros, Steven decide irse a su aula para no llegar tarde y yo asiento. Me quedo buscando con la mirada el puesto de Liam pero este se encuentra vacío. Seguramente hoy no asistirá a clases, pero de repente se escucha un estruendo en la puerta dejando ver la silueta de un Liam malhumorado, grandes ojeras y todo demacrado, él me repasa con la mirada, suspira con alivio y va a su asiento. Las primeras horas transcurren con normalidad espero impaciente a que toquen el timbre de los 15 minutos para poder acercarme a Liam.
Decido acercarme a Liam ya que veo que todos los chicos de mi salón han salido a su receso, le doy 2 toques en el hombro y este se voltea.
-¿qué quieres extraña? Hoy no estoy de humor para hablar con nadie, así que te pido que por favor me dejes sol..._ no lo dejo terminar, me abalanzo hacia él y lo beso, él tarda en responder mi beso y al final me sigue toma mi nuca y profundiza el beso, me dejo llevar porque siendo sincera ya extrañaba sus labios, extrañaba su aroma, su toque, extrañaba a Liam completamente.
En eso se escucha un carraspeo y Liam y yo nos separamos. Joder siempre alguien tiene que interrumpirnos.
-holaaaa mis chicos, andaba buscando a Aline pero nunca imaginé una escena como esta, sigan en lo suyo, yo iré a la cafetería por algo para los 2_ dice la Castaña entusiasmada y sale corriendo.
-Aline no quiero que esto se repita, no me quiero arriesgar a que alguien nos vea juntos, mientras estemos en la escuela mantente alejada de mí, no quiero que nadie te vea conmigo_ dice esto y yo jadeo con sorpresa y a la vez decepcionada, siento como por milésima vez en mi jodida vida, mi corazón se rompe, lágrimas amenazan con salir de mis ojos, pero no me permito llorar delante de Liam.
-no te preocupes Liam Connor, no volverá a suceder ni aquí, ni en ningún otro lugar, no quiero que sientas vergüenza de mí_ digo y salgo corriendo del salón, escucho como Liam me llama pero decido ignorarlo, ahora no lo quiero tener cerca ni deseo que él me aclare nada, es mejor tomar distancia ahora antes de que sea demasiado tarde.
Voy corriendo hacia la cafetería pero choco con algo, no me detengo a ver quién es porque intento seguir corriendo para poder encontrar a la castaña, pero alguien toma mi brazo bruscamente.
-oye estúpida, fíjate por donde andas para que no vuelvas a toparte conmigo porque te juro que la próxima no será para nada agradable_ escucho la voz de Hasley pero no volteo a verla, asiento y ella suelta mi brazo, busco con la mirada a la castaña, hasta que la ubico en la fila esperando su turno para comprar, decido acercarme.
-oye Liss podemos hablar por favor_ digo y rompo en llanto, ya no soporto ocultar el deseo de llorar, ella corre hacia mi y me da un fuerte abrazo.
-claro morenita, ven vamos a un lugar más tranquilo, ¿cuéntame qué pasó? ¿porqué estás así?_ dice con total preocupación, yo solo sigo llorando y ella me abraza con más fuerza.
Suelto todo mi llanto me dejo llevar por el sentimiento de tristeza que me acompaña en este momento, otra vez vuelvo a sentirme tan insegura de mí misma que no creo poder darle otra oportunidad a Liam, no creo poder dejar que se me acerque. Pero a quien pretendo engañar si eso no es lo que mi corazón desea, siento la necesidad de tenerlo cerca, de dejar que me abrace y me bese por el resto de nuestras vidas, pero eso está muy lejos de la realidad y no quiero sufrir otra vez por alguien, por eso he tomado una decisión y espero que esa decisión no me pese.