Capítulo 3

''Cuando la sangre se mezcla, pierde su pureza''.

Cuando en la casa Lormon empezaron a casarse entre ellos para recuperar la pureza de su sangre. Dempsey Auderic, lord de la casa Morell. Sentado desde el trono de su casa, se burló de la casa Lormon.

- No hay una persona más estúpida que aquella que desafía a los dioses. - expresó en medio de carcajadas, mientras sostenía entre sus manos una invitación a la boda del joven Deimos Bronté, con su prima Lady Kalena Redwald.

La enemistad entre las cuatro casas empezó a ser conocida por otros continentes, pero la enemistad de la casa Lormon y la casa Morell era una historia que nadie podía comprender. No existían razones para odiarse, sus constantes enfrentamientos verbales carecían de sentido y las indiscretas demostraciones de poder inquietaban a las demás casas, las cuales se vieron obligadas a elegir un bando.

Marlon Auderic, sostenía entre sus manos su espada, echa de acero con una serpiente enroscada en la empuñadura. Marlon se movía con rapidez, dando golpes certeros a su contrincante. Sir Harold realizó un extraño movimiento con su espada que obligó a Marlon a retroceder y cambiar de táctica. El enfrentamiento entre ambos hombres terminó, cuando Sir Harold en un ágil movimiento desarmó al joven Auderic, y la punta de su espada tocó su yugular.

- Deberíamos hacerlo mas seguido. - el pecho de Marlon subía y bajaba con rapidez.

- Deberíamos, pero sus constantes visitas a la casa de los besos lo mantienen ocupado. - le reprochó. Sir Harold era el único que podía hablarle de aquella forma al futuro Lord de la casa Morell.

Marlon recogió su espada, y con una sonrisa juguetona miró al general del ejército.

- Soy un hombre solicitado, Sir Harold. - expresó.

Tras dichas palabras, Sir Harold, observó al joven abandonar el área de entrenamiento con su espada en mano y mostrándole hermosas sonrisas a las damas de la corte que se cruzaban en su camino.

Ser el general del ejército no era un trabajo sencillo, y era aún peor cuando tenías el trabajo de cuidar al futuro Lord regente de la montaña de Kalon y líder de la casa Morell. Sir Harold había llegado a ocupar este puesto gracias a sus habilidades y lo buen espadachín que era, pero frente a Marlon Auderic sus habilidades se habían reducido a las de una nodriza. Las constantes escapadas del joven, lo habían llevado a encontrar problemas, problemas que en muchas ocasiones llegaron a tener nombres y apellidos. A pesar de los años Sir Harold aun recordaba a la pelandusca vestida de rojo, aquella que había capturado la atención del joven por mas tiempo de lo habitual, esto había echo que las malas lenguas llevaran los rumores hasta oídos del actual Lord de la casa Morell, Luell Auderic. El Lord exigió la presencia del joven en la sala del trono y días más tarde ordenó que trajeran ante él a la pelandusca, cuando los soldados llegaron a la casa de los besos, la mujer ya no estaba, al preguntar por ella nadie supo decir quién era, ni siquiera era posible que existiera una pelandusca que llevara un vestido rojo. Este color estaba estrictamente prohibido en Kalon, ningún ciudadano se atrevía a desafiar las ordenes del Lord regente y de hacerlo su condena era la muerte y la de su estirpe sin derecho a un juicio.

A pesar de las consecuencias que el joven Auderic enfrentó debido a sus actos, el siguió visitando la casa de los besos, muchos llegaron a creer que el joven deseaba encontrarse con la pelandusca, otros creían que el joven lo hacía por desafiar al Lord regente.

Sin importar cuales sean sus razones. Marlon, se mantenía firme en su decisión de evadir sus responsabilidades, nunca asistía a la celebración del tratado de paz, y la última vez que lo obligaron hacerlo causo un enfrentamiento entre las cuatro casas. Debido a sus actos llego a ser considerado como un arma de doble filo, aunque la casa Helder lo veía como la última flecha lanzada por el dios Roan, la casa Wigan lo veía como aquel que causaría la destrucción de la casa Morell.