Darcel

Capítulo 35:

 

 Camino sin destino por las calles de Aura, desde que llegué no me he detenido a observarlo todo con el mínimo detalle. Hoy me permito hacerlo. Veo cada una de las casas de ladrillos, con caminos de piedra que te llevan a la puerta y con pequeñas flores de todos los colores. Las ventanas de madera abiertas por la que se cuela alguna que otra voz o canción, que se escucha en el interior de esas casas. Las personas que pasan agitadas por las calles, algunos jóvenes y uno que otro niño de la mano de sus padres, pero sobretodo personas mayores en las cuales las arrugas son marcas de experiencia. Todos caminan con un motivo, un objetivo, ya sea llegar temprano a la escuela, o a esa reunión que han estado preparando por semana.

 Todos tienen un propósito, un sueño, un motivo.

 Menos yo que me siento perdida entre la gente.

¿ De qué me sirve saber todo lo que no quiero, si no logro encontrar lo que realmente deseo? .

 Vuelvo a caminar, pero esta vez en dirección al parque donde se celebró el festival hace poco. Está prácticamente vacío, a excepción de un muchacho que está cuidando dos pastores alemanes preciosos que tiran de las correas para que se mueva.

 Me siento bajo la sombra de uno de los árboles y busco el cuaderno de dibujo que traje conmigo. Cierro los ojos unos segundos tratando de visualizar la imagen que luego quiero dibujar y después tomo uno de los lápices.

 Cuando cae la tarde camino hacia la cafetería para comer algo. Abro la puerta y el sonido de la campanita anuncia mi llegada. Veo a un chico de espaldas detrás de la barra, me imagino que debe ser la persona que me dijo mis abuelos que habían contratado. Camino hacia él para saludarlo.

- Buenas tardes.- Lo saludo.

- Buenas tardes, en un momento le atiendo.

 Deja de hacer lo que está haciendo para darse la vuelta y poder atenderme.

- ¿Brandon? .

- Eleena… hola- Achina sus ojos verdes y se lleva una mano al cabello como si estuviera apenado.

- No te imaginaba trabajando en una cafetería.- No pude aguantarme el comentario.

- Déjame adivinar. Me imaginabas trabajando arreglando motos en un taller. Es verdad que un mono de mecánico me quedaría bien, pero...- Se separa un poco de la barra dejándome verlo completo y da una vuelta en el lugar.- este delantal también me queda muy sexi.

 Algunos clientes nos miran y no sé si es por el camarero nuevo o por mi risa descontrolada.

- Me enteré que tus abuelos necesitaban ayuda. Yo no tenía mucho que hacer y ahora que empecé la universidad un dinero extra no viene mal.- Explica.

- ¿Qué estás estudiando? .

- Ingeniería mecánica.

 Levanté las cejas con asombro por su respuesta.

- Si estás estudiando ingeniería mecánica, ¿no prefieres trabajar en un taller? .- Brandon tensó la mandíbula y dibujó una sonrisa incómoda.

- Bueno… ¿qué te puedo servir? .

- Un capuchino y una tarta de limón.. por favor.- Me di cuenta de cómo evitó mi pregunta, pero, ¿para qué insistir ?. De todas formas donde trabaje no tenía que ver nada conmigo, ¿o sí? .

  Me senté en una de las pocas mesas que quedaba vacía. Mientras esperaba mi pedido saqué mi celular para entretenerme. 

Brandon me trajo mi café con la tarta y sentí como la boca se me hacía agua. Cuando agarré la taza un sonido en mi celular me avisó que tenía una nueva notificación. Encendí el celular y abrí un mensaje que me había enviado un teléfono desconocido.

“Lo que daría por probar ese capuchino de tu boca.”

Sentí mi cara palidecer y miré a mi alrededor buscando alguien con el teléfono cerca, que me pudiera haber mandado aquel mensaje, pero nadie parecía tener el celular cerca. Miré el capuchino todavía intacto en la mesa y de pronto se me revolvió el estómago nada más olerlo.

¿Quién me podía haber enviado ese mensaje? .

 Me levanté de la mesa y caminé hacia el baño. Me miré en el espejo y mi cara había palidecido un poco, me eché agua en el rostro tratando de tranquilizarme.

- Solo es  una casualidad, seguro fue alguien que le escribía a su pareja y se equivocó de número. No soy la única persona que le gusta el capuchino y lo está tomando ahora.- Hablaba conmigo misma mientras miraba mi reflejo tratando de autoconvencerme.



#16620 en Novela romántica

En el texto hay: oscuridad, amor juvenil, luz

Editado: 11.12.2022

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