Darcel

Capítulo 39:

- ¿Segura de qué estás bien? .- Mi abuela me pregunta por quinta vez desde que regresé de hablar con Darcel.

 Tal vez no ayude que lleve media hora mirando el plato de espagueti sin comer ni un bocado.

- Sí, todo está bien. Solo me duele un poco la cabeza.

-  Después de todo fue buena idea lo del parque.- Mi abuelo habla mientras recoge alguno de los platos de la mesa.

- Supongo.- Mi voz sale lo suficientemente baja como para que no me escuchen o eso espero.

 Me levanto de la mesa desistiendo de comer y recojo mi plato.

- Ele, no comiste nada. Aunque sea cómete algo.- Mi abuela me mira preocupada.

- No tengo hambre, debe ser porque comí algunas cosas mientras estaba en el parque.- O lo más probable es que sea por el encuentro con Darcel de esta mañana, pero mejor que crea que estoy llena.- Vayan a descansar, yo me ocupo de recoger.

Noto duda en la mirada de mi abuela, pero al final desiste con un suspiro.

- ¿Sabes que puedes hablar conmigo lo que sea? .- Habla bajo como si quisiera que solo yo la escuchara.

- Lo sé.

  Me demoro más de lo normal en recoger la cocina, tal vez porque necesito algo que mantenga mi mente ocupada. Cuando termino apago las luces y subo a mi habitación.  Desconecto mi celular del cargador y me acuesto en la cama dispuesta a leer algo. Antes de abrir el libro me entra un mensaje de Esmeralda.

“¿Mañana puedes venir un rato?”

 Sonrío al ver el mensaje, pero de pronto mis pensamientos se desvían hacia Darcel, no tengo deseos de verlo.

“¿Darcel estará?”

 Envío el mensaje antes de poder arrepentirme. Sé que no es lo más correcto, pero no deseo que volvamos a discutir.

“Por la mañana está en el curso de fotografía”

 Leo la respuesta de Esmeralda y tecleo rápido.

“Ok, nos vemos mañana”

  El sonido de la alarma me despierta y hago un intento sobrehumano en ignorarla y seguir durmiendo, pero después, de lo que para mi parecen horas, desisto levantándome de la cama y desactivandola. Camino medio dormida hacia el baño y suelto una maldición al tropezar con un mueble. Seguro me saldrá un morado intenso en la pierna producto del golpe. Me encierro en el baño para alistarme y bajar a la cocina a desayunar. Hoy solo tengo que ir a la cafetería dos horas para ayudar en la cocina, luego iré a casa de Esmeralda. Escojo un vestido blanco de flores azules y me recojo el pelo en una coleta alta. Hago un intento en vano de disimular las ojeras bajo mis ojos con el corrector.

 Bajo a la cocina a desayunar y veo una nota sobre la encimera bajo un plato con un trozo de tarta de chocolate.

“Cuando eras pequeña y estabas triste, comer dulce era lo único que hacía que te alegraras un poco, espero que eso no haya cambiado.”

  A pesar de no tener su nombre, reconozco la perfecta caligrafía de mi abuelo y sonrío mientra busco un tenedor para comerme la tarta.

 

 La puerta de casa de los Dasch se abre, pero no es Esmeralda, ni Catalina, a quienes me encuentro como esperaba, sino a la misma rubia que vi ayer en el parque. 

- ¿Buscas a alguien? .- No ignoro el tono de desagrado con el que me habla.

- Buenos días para ti también. Vengo a ver a Esmeralda.- Finjo una sonrisa.

- Nadie me dijo que vendrías y no puedo dejar entrar a ningún desconocido.

 Da un paso hacia delante entrecerrando un poco la puerta, me imagino que es para que Esmeralda no sepa que estoy aquí.

- Te entiendo.- Hago mi mayor esfuerzo de ser simpática, a pesar que desde que me abrió la puerta ha sido una completa maleducada.- Vamos a hacer algo, puedo llamar a Darcel para que él te permita dejarme ver a Esme.

- Mira, no se quien eres, pero Darcel no puede estar perdiendo el tiempo con estupideces. Mejor vete...- El ruido de una moto a mis espaldas la interrumpe.

 Me doy la vuelta  y veo a Darcel bajarse de la moto y caminar hasta donde estamos nosotras. Sus ojos conectan con los míos y sé que no esperaba encontrarme aquí.

- ¿Eleena?.- Mi nombre sale de sus labios con inseguridad, como si necesitara asegurarse de que realmente soy yo.

-Darcel.

- Hola, Darcel.- La maleducada le habla y él desvías la mirada de mí para observarla.

- Miranda- Él la saluda y vuelve a fijarsus ojos en mí.- ¿Viniste a ver a Esmeralda? .

- Sí, pero le dije que no podía dejar pasar a desconocidos.- La rubia contesta antes de que me de tiempo de responderle.

Veo como Darcel tensa la mandíbula al escucharla hablar y en ese momento sé que lo que va a contestar no le va a gustar nada a la chica que tengo detrás.

- Eleena no es una desconocida. Ella puede venir siempre que quiera.- Por el tono de su voz y lo tenso que está sé que le molestó el comentario de la rubia.

 Su respuesta provoca una sensación extraña en la boca de mi estómago, que intento calmar.

 Ahora mismo quisiera tener ojos en mi espalda para ver la cara de disgusto que debe tener la tal Miranda.

- ¿Entramos? .- Asiento al escuchar la pregunta de Darcel y me doy la vuelta para entrar en la casa dejándolos detrás.

 

Nota de la autora:

Holaa, ¿cómo están? . 

¿Les gustó el capítulo? Por favor déjenme un comentario diciéndome qué les pareció.

Estaba pensando volver a utilizar mi cuenta de Instagram donde suelo subí algunos escritos y hacer unas dinámicas con la historia, me gustaría saber si les gustaría.

 ¿Qué piensan de la nueva niñera de Esmerlada?

Si les gustó el capítulo no olviden dejar sus estrellitas.

Besos

Sofi



#16620 en Novela romántica

En el texto hay: oscuridad, amor juvenil, luz

Editado: 11.12.2022

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